lunes, noviembre 26, 2007

Color verde dinero

Lo verde está de moda. Todo el mundo quiere un coche ecológico (pero lo más limpio, renunciar a él, cosa posible en ciudad, no está en nuestros cálculos) nos gustan los productos orgánicos, aunque sean muy muy caros, y todo lo que se relacione con la lucha contra el llamado cambio climático vende, y supone dinero literalmente. Como en todo, existe mucha hipocresía y falacia en este asunto, pero no viene mal una pequeña ola de conciencia global, y si encima se puede hacer negocio con ello mejor que mejor, verdad???

A partir de este pasado Sábado 24
comenzó el plazo para solicitar acciones de Ibernova, la filial de energías renovables de la eléctrica Iberdrola, por un importe mínimo de 1.500 euros por cabeza. El volumen previsto de la colocación es gigantesco, y fácilmente la nueva empresa se situará entre las diez primeras del Ibex. Ante este asunto la cuestión es saber si esto va a ser rentable o no, y en su caso, tirarse de cabeza a comprar o destinar el dinero a otros fines, tan obligatorios como innecesarios dadas las fechas navideñas a las que nos enfrentamos. Si alguien quiere mi consejo, aquí lo tiene. Pese a que no soy analista de bolsa, y entiendo poco de este mundo, yo sí voy a solicitar acciones, y no es que el sector no tenga riesgos, que los tiene, dada la subvención legal que hoy en día garantiza la rentabilidad de los molinos que vemos en los campos, y que si alguien decide recortarla eliminará muchas ganancias de esta y otras empresas similares. También está la posibilidad nada desdeñable de que, al calor de esta fiebre verde que nos invade, se organice una especie de burbuja verde, que dispare las cotizaciones muy por encima de sus valor real, y luego el desplome acabe arrastrando a muchos incautos (¿alguien se acuerda de Terra??. A ello se debe sumar una coyuntura económica complicada, rumores de crisis para 2008 y una bolsa que no deja de dar tumbos y sustos, sita cerca de sus máximos. Todos estos riesgos existen, sí, pero también hay opciones reales de ganancia. Es una empresa enorme, no un chiringuito financiero o informático, que cuenta con el respaldo de la matriz, dedicada a al energía convencional, y el volumen de la misma implica una seriedad que no se dio en el mercado .com. Además, lo cierto es que con la coyuntura actual del petróleo en torno a los 100 dólares, las energías renovables dependen cada vez menos de las subvenciones para poder ser rentables. A esos precios todo es rentable, y es un sector de moda, nuevo, en el que casi todo está por hacer, y es casi seguro que el recorrido inicial durante los primeros años sea de un alza sostenida. Y, aunque parezca obvio, esto es la bolsa, donde las ganancias y las pérdidas no están aseguradas, y hasta que uno venda nunca son reales.

Por lo tanto, violando una regla que sigo muy a menudo, esa que dice que consejos vendo y para mi no tengo, yo también me voy a involucrar en este lío bursátil, por lo que si alguno que lea esta columna se anima y se mete en el mercado y pierda (o gana), que sepa que yo también lo estaré haciendo. En el segundo caso lo celebraremos alegremente. En el primero, el de la pérdida, pondremos la cara de “prinago” que se le queda a uno en estos casos, y cada vez que vea molinos en el campo desearé ser Don Quijote para embestirlos, abatirlos y hacerles caer.

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