Este pasado Sábado fui al cine a ver expiación, película que en castellano ha sido titulada con inútil corolario de “mas allá de la pasión”. A parte de rimar, lo que le deja a uno un poco raro, es una pena que una cinta con un título tan rotundo, expresivo, con una palabra tan bonita, sea manchada por una segunda parte, que parece hacer pensar que los tituladores patrios suponen que la gente no va a entender que quiere decir esa palabra. Quizás se hayan estudiado en informe PISA en profundidad y no les falte razón.....
Bueno, a lo que iba. La película se basa en una novela del mismo nombre del autor inglés Ian McEwan. Leí ese texto hace unos dos o tres años, y me gustó mucho. Las novelas de McEwan son muy interesantes, aunque adolecen, en mi opinión, de descripciones muy detallistas de aspectos que quizás no sean lo más relevante de la trama, y pueden hacer que uno se enrede en ese bosque. Sin embargo, sus personajes, acciones y escenarios son preciosos, complejos y poliédricos, llenos de distintas facetas que al lector se le abren como un misterio que resolver. En concreto en esta novela son los personajes femeninos, las hermanas Tallis, las que dominan la acción, que se centra en una Inglaterra de los años treinta, ya amenazada por una guerra mundial que sólo es espectro de lo que vendrá. En ella se plantea un escenario de amor entre una de esas hermanas y un sirviente de su mansión, un jardinero llamado Robbie, y una serie de hechos que harán que ese amor se frustre. La guerra mundial se mete en medio de la vida de los personajes y la altera y perturba por completo. Finalmente al novela acaba dando un salto en el tiempo hasta la actualidad, en la que uno de los personajes explica algunas de sus acciones y como ha llevado esos últimos años de su vida acuestas. Pese a su aspecto de folletín, es más un drama complejo, lleno de emociones y algunas traiciones, que deberán ser purgadas a lo largo de la vida. De ahí el nombre de la novela y película, dada la necesidad de expiar algunos pecados cometidos en el pasado cuyas consecuencias, terribles, se extenderán hasta el final de la vida de todos los protagonistas, sean las hermanas Tallis, el jardinero o una serie de lujosos secundarios que poseen un papel decisivo en el desarrollo de la trama y en algunas de las principales escenas, tanto de la novela como la película. Hace ya un año oí que iban a rodarla, y me parecía un ejercicio muy complicado, por los saltos en el tiempo de la novela y por la densidad que de ella se desprende. Leí buenas críticas y fui al cine intrigado pero con mucha esperanza.
Y no salí defraudado. Expiación me ha parecido una película maravillosa. Un ejercicio de sensibilidad, detalle y preciosismo de primera. Pese a que sabía todo lo que iba a ir sucediendo, porque la película es muy fiel a la novela, no podía dejar de emocionarme al ver a Keira Knightley huyendo de los piratas y bordando su papel de Cecilia, admirar a las tres mujeres que dan vida a su hermana pequeña, Briony, pasar dolor con ese imagen de Dunkerke enloquecido, lleno de soldados perdidos, y esa banda sonora al ritmo de una endiablada máquina de escribir. En serio, una joya, en la que no pude evitar llorar al final. Ir a verla, daros ese placer.
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