En el marco del vodevil en el que se ha convertido la crisis (¿o habrá que decir desaceleración?) del PP, ayer tuvo lugar un episodio extraño, chusco y sintomático de cómo está el partido y quienes supuestamente le apoyaban hasta hace poco. Se celebró la vista oral, y creo que aún quedan más, del juicio motivado pro al demanda interpuesta por Alberto Ruiz Gallardón contra Federico Jiménez Losantos (FJL) por injurias y calumnias, motivada por unas declaraciones del periodista en las que acusaba al actual alcalde de Madrid de no buscar la verdad del 11M y querer esconder los muertos lo más rápidamente posible.
Es extraño que uno de los principales soportes mediáticos del PP, el señor FJL, que antes de la campaña del 14M no dejaba de alentar al voto pepero, y que ahora, por cierto se ha dado la vuelta y quiere crucificar a todo lo que huela al PP, acabe en un banquillo enfrentado con una persona del partido que ha defendido, aunque es cierto que FJL siempre ha atacado a Gallardón. Pero lo más curioso de ayer es que FJL llevó como testigos toda un ala del PP, bastante caída en desgracia últimamente, eso sí. Acebes, Zaplana y Esperanza Aguirre testificaron en el juicio, y al imagen en televisiones de estos señores en un banquillo de los acusados tiene un poder mediático enorme. Menuda satisfacción indirecta que le ah dado FJL a muchos enemigos del llamado aznarismo con la foto de ayer. También llamó FJL como testigos a periodistas, al menos que yo sepa a Pedro José Ramírez y Luís Herrero. ¿Y que afirmaron los testigos? No se si por convicción o porque ante una encrucijada de este tipo lo primero es el partido, pero los miembros del PP no criticaron a Gallardón. Reconocieron que sus manifestaciones de pasar página del 11M no eran muy consecuentes con la estrategia conspirativa que defendía parte de la directiva popular, pero aseguraron que la idea del partido era la misma en todo momento, y que no detectaron fisuras ni que ninguno de los miembros relevantes, entre ellos Alberto, se distanciasen de la misma. En este sentido los testigos políticos le salieron “rana” a FJL. Los periodistas que testificaron ayudaron más a FJL, pero se centraron sobre todo en el reconocimiento de la libertad de expresión que ampara a todo comunicador, para así justificar las manifestaciones que había realizado FJL contra Gallardón (y el resto del planeta, podríamos añadir). No se hasta que punto estos argumentos habrán sido útiles a la defensa del periodista, pero intuyo que no mucho. A al salida del juicio tronaba Federico diciendo que todo era un montaje y que Gallardón había ofrecido nuevamente su cara más oscura. Desde luego no se le veía cono imagen de triunfador al periodista.
¿Qué le ha pasado a FJL? Recuerdo a mediados finales de los noventa, cuando paso de tertuliano a director de La Linterna, en la COPE. Solía oírle por la noche, y su programa, estilo y maneras no eran para nada las de ahora. Irónico, mordaz y directo, sí, pero educado, formal y sin faltar. Con los años el carácter se le ha ido agriando y ahora está envuelto en el proceso de acoso y derribo del “vil y mezquino Rajoy” (palabras suyas). Otros periodistas, como Gabilondo, también han degenerado su discurso y formas, perdiendo toda credibilidad, pero FJL ha superado esas marcas, y ahora es una fábrica de problemas allá donde esté. Eso dará audiencia e ingresos, no lo niego, pero no es periodismo. Es otra cosa.
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