Tras unos días de rumores, el serial de la crisis del PP, en su episodio de ayer, trajo una cascada de declaraciones. Hablaron Mariano, Aznar, Gallardón, Esperanza, González Pons, los de la ejecutiva del País Vasco, y si me apuran alguno que pasaba por la acera, vio el revuelo y se animó a opinar. Lo difícil es saber qué es lo que dijeron, porque las tertulias de ayer por la noche retorcían las palabras y los términos intentando buscar un significado u otro, en función de las creencias de periodistas, tertulianos y demás opinadores. No esperen encontrar en estas líneas la respuesta definitiva, eso...... ni en Renault ocasión.
Me empieza a recordar esto a la época de crisis de la URSS. Existía entonces en los periódicos y televisiones la figura del “rusólogo” un tipo serio, normalmente de barbas y gafas gruesas, que interpretaba que había querido decir uno de esos agonizantes jerarcas del régimen soviético, o incluso si el rictus hierático de todos ellos en la Plaza Roja de Moscú, a varios grados bajo cero, tenía un significado político. Sobre la efectividad de estos expertos baste decir que ninguno de ellos, ni nadie, fue capaz de prever el derrumbe estrepitoso de la dictadura comunista. Pues bien, ahora los medios, más modernos y especializados, se han llenado de “Marianólogos”, “Aznarólogos” “Gallardonólogos” Aguirrególogos”, e incluso Sangilólogos”. Como puede uno suponerse, la confusión es enorme. Hasta ahora partíamos de que los llamados moderados del PP, con Gallardón a la teórica cabeza, habían recuperado prestigio para un Rajoy asediado por todas partes, en detrimento de la llamada “ala dura” con al visible figura de Esperanza Aguirre al frente, que empezó atacando muy fuerte pero que se ha desinflado, al menos mediáticamente, todo ello aderezado por rumores, cada vez más extendidos, sobre la posibilidad de que al congreso de Valencia de Junio (ya, en poco más de un mes) se presente una candidatura alternativa a la oficial de Rajoy, tras la que se insinúa que pueda estar Juan Costa, Mayor Oreja, u otros nombres. Y aderezando el tinglado, algunos medios de comunicación, encabezados por el inefable Jiménez Losantos, están todo el día zurrando a Rajoy y su nuevo equipo con un ansia y saña que han dejado a “Pepino” Blanco convertido en un alma en pena, sin saber que hacer y en paro comunicativo, azote como era él del PP todos los Lunes tras la reunión de la ejecutiva Federal del PSOE. No me digan que no es un panorama apasionante, cainita y cruel. Como sigan así van a despellejarse entre todos y acabarán sirviendo al PSOE la legislatura más cómoda imaginable en medio de la peor coyuntura económica posible. Zapatero y compañía ni se lo creen.
¿Cuál es la solución para el PP? Reitero que no la se, pero de lo que estoy seguro es de que sólo volverá a ganar elecciones con un discurso con convicciones, ideas y referentes, como decía ayer Aznar, pero (y esto es muy importante) con otro estilo, otras formas y otras maneras de hacer y comunicar las cosas. Sólo veo dos candidatos que pudieran ganar unas elecciones ahora mismo, que son Gallardón y Rato. A uno la mitad del partido le odia, y el otro no se si está esperando que le llamen como salvador o simplemente pasa de todas estas menudencias. Dudo que otras figuras puedan lograrlo, pero desde luego el discurso vociferante de Losantos y sus socios jamás logrará arrastrar un voto ganador. A partir de ahí, si quieren suicidarse o triunfar, o al menos intentarlo, que hagan lo que quieran.
1 comentario:
Hola David,
Para mí la cosa está clara: la cohorte mediática está en su salsa porque tanto la COPE como El Mundo ven aumentar sus audiencias e ingresos mientras el PP esté en la oposición, y para ello, nada mejor que una guerra civil interna.
En fin, por un lado tampoco está mal que en la derecha española se aclaren las cosas, porque lo que no es normal es que liberales, conservadores, cristianodemócratas, etc. compartan el mismo proyecto. En muchísimas cosas son como la noche y el día! En el resto de Europa por lo menos ésto no es así...
Saludos,
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