miércoles, mayo 14, 2008

Villarreal

Es lo que tiene la, en este caso maldita, actualidad. Me levanto a las 6:50 de la mañana, tras una noche en la que a las 3:30 aún seguía despierto haciendo el tonto en la cama, sin poder dormirme. Pongo la tele y me desayuno con un coche bomba de ETA en Legutiano – Villarreal que ha matado un agente, ha dejado varios heridos y ha reducido a escombros gran parte de la casa cuartel. Más o menos a la hora en la que yo seguía desvelado había gente a los que su casa se les caía encima por culpa de las bombas etarras, y pese a que yo me he podido despertar, alguno de esos afectados ya no lo hará nunca.

Esto es como una de esas crónicas de urgencia que a veces vemos en los informativos, flashes apresurados con detalles confusos, en su mayor parte erróneos, pero algo hay que contar para saciar el hambre de curiosidad del teleespectador o el oyente o, en este caso, el lector. Las imágenes de Googleearth muestra como Legutiano es un curioso pueblo junto a un lago enrome. Ese lago es parte del sistema de los embalses del Zadorra, principal fuente de agua de Vitoria y Bilbao. He pasado muchísimas veces por allí, porque para ir de Elorrio a Vitoria hay dos caminos alternativos, uno por Mondragón, el puerto de Salinas y luego la N240 o por Durango, el puerto de Urkiola, Villarreal y, nuevamente, la N240. hay un tercero a partir de Mondragón, más bonito para paseos lúdicos, pero menos práctico. Nunca he tenido claro cual es el mejor de los dos habituales, pero el acceso por Urkiola lleva a la carretera del pantano, que tras muchas revueltas acaba en el cruce de la N240, estando a la derecha el puente de “los ojos” o arcos que badea el embalse, proveniente de Bilbao, y a la izquierda de ese cruce el acceso a Legutiano. Es un pueblo pequeño, en el que estos últimos años se han construido muchas viviendas de cara al embalse, en la bajada que hay desde su casco antiguo hacia el vaso de agua. La casa cuartel está a la salida de la localidad, como casi siempre, camino Vitoria, pegada a una carretera que en pocos metros se convierte en una autovía. Hace años iba por allí en bici, y últimamente, la baja forma y la holgazanería es lo que tiene, sólo he pasado en coche. Parece que, según dicen las noticias, el coche que han usado los terroristas para huir ha sido abandonado en la carretera de Urkiola, que pertenece al término municipal vizcaíno de Abadiano. Aún es pronto para saber nada, pero sería muy interesante saber en que punto exacto se ha producido ese abandono, porque pese a que pudiera estar esperando allí otro vehículo, de Urkiola nacen numerosas sendas, pistas forestales y caminos que llevan a muchos lugares, entre ellos a Elorrio, sito últimamente en el centro neurálgico de todas las acciones terroristas (¿por qué?), pueblo que en línea recta no dista demasiado de Legutiano, aunque la línea recta allí es una falacia. Como las buenas caras del levantarse al ver noticias como estas.

Supongo que ahora tendremos el ritual de siempre. Condenas variadas, muchas sinceras, otras hipócritas. Plenos municipales (atentos al de hoy en Elorrio), veremos si amagados en última instancia por los contemporizadores, alambicados discursos sobre el “conflicto”, apelaciones a la barbaridad etarra por parte de algunos dirigentes, pienso en el Gobierno Vasco, que mirarán para otro lado en cuanto puedan, y sobre todo, otra familia rota, más lloros, más tristeza, y otro nombre a añadir a la lista interminable de muerte y sufrimiento causada por el último reducto de terrorismo, fanatismo y sinrazón que queda en Europa. Deprimente.

Este jueves es fiesta en Madrid ciudad. Hasta el Viernes.

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