Quizás la noticia que más revuelo ha armado estos días, por encima de las propias elecciones europeas, ha sido la publicación de las fotos de fiestas privadas celebradas por Silvio Berlusconi y sus amigos en su villa privada de la isla de Cerdeña. En ellas varios sujetos deambulan por la residencia más o menos vestidos y en un estado de cachondeo mayor o menor. Hay señoritas dando vueltas por ahí y en una de las imágenes un individuo, identificado posteriormente como el ex primer ministro checo Mirek Topolanek aparece con, como dice Antonio Casado, su DNI al aire. Dice el señor en cuestión que la foto está trucada, pero no aclara que parte de la misma....
Creo que son dos los delitos de los que se puede acusar a Berlusconi en este asunto, y de momento las fotos no prueban ninguno de ellos. El primero sería el uso de los bienes del estado italiano, léase aviones y demás medios de transporte, para desplazarse él mismo y sus amigos a estas fiestas, que evidentemente no son reuniones políticas. El otro delito sería el abuso de menores, si se confirma que en esa fiestas abundan las señoritas menores de edad, ansiosas por medrar en el sociedad italiana, y dispuestas por ello a que Silvio y sus amigos disfruten de lo lindo. Ese es el escándalo que ha rodeado la imagen de Noemí Letizia, la joven que recientemente ha alcanzado la mayoría de edad y que el Domingo votó sola en el colegio electoral, perseguida por más fotógrafos que toda la clase política italiana en su conjunto. Muchas pueden ser las opiniones que dejan estas imágenes que, conociendo al personaje, la verdad es que no me sorprenden. La vida privada de la gente es un asunto propio del interesado, y Berlusconi es libre de convertir su mansión en una sucursal de la casa playboy, pero siendo como es Primer Ministro de Italia debe recatarse, porque la imagen que ofrece de su integridad personal y su dedicación al cargo público es, como mínimo, inquietante. En la próxima reunión de los líderes de gobierno de la Unión Europea no se cómo le van a mirar el resto de mandatarios, quizás enojados por su actitud, aunque a lo mejor lo que les corroe es la envidia por no ser invitados a esas “reuniones de trabajo”. Resulta evidente que la mujer de Silvio debe estar muy enfadada, y le sobran los motivos para ello, y la iglesia católica italiana tampoco debe estar muy contenta, dada su conocida postura sobre todo lo relacionado con orgías y bacanales. A sus más de setenta años Silvio derrocha energía, según los rumores gracias a grandes dosis de Viagra, lo que sin duda no sentará muy bien a su corazón, pero su liderazgo político empieza a ser bochornoso. Imaginémonos por un momento que a ZP, o a Sarkozy, o a Obama, le pillan en una similar. ¿sentiríamos vergüenza por la actitud de nuestros políticos? Muy probablemente sí. El caso que más me recuerda a esto es lo del amigo Clinton y su mejor amiga Lewinsky, aunque en aquel caso no hubo fotos y sí mucho comentario. La imagen de Clinton quedó deteriorada, curiosamente la de Hillary resurgió, y verle al expresidente norteamericano tocar al saxofón ya nunca fue lo mismo.
Pero, y dado que el propio Silvio no aparece en las fotos, ¿qué debe estar sintiendo el checo Topolanek al saber que todo el mundo le ha visto tan alegre y vigoroso? Como ex Primer Ministro del país dará conferencias, charlas y entrevistas. ¿Se imaginan a Topolanek en, por ejemplo, la inauguración de una gaseoducto? ¿O dando una charla sobre el crecimiento de los precios del petróleo junto a una gráfica que muestra una pronunciada pendiente ascendente? ¿Y la mujer de Mirek, si la tiene, qué opina de todo esto? Seguro que a los checos les interesa saber más las respuesta a todo esto que las pasadas elecciones europeas.
1 comentario:
Si a ZP le pillaran así...sería una campaña para promocionar la píldora del día después...aunque luego lo transformarían añadiendo unas cuantas vocales;ZiPoT!! Esta noche tendré pesadillas, puaj!
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