lunes, junio 08, 2009

Tras las elecciones

Bueno, vamos a hacer juicio sobre los vaticinios electorales. Predije el Viernes que el PP ganaba por dos escaños, y acerté. Fallé en la participación, que fue superior al 44%, muy cercana a las anteriores europeas de hace cinco años, y no dije nada sobre al distancia porcentual en votos de los dos partidos. Ahí el PP ha sacado más de tres puntos porcentuales, lo que le permite exhibir una victoria clara. Pese a ello, y con lo que está cayendo en el economía, el PP podía haber ganado aún por más margen, y esto da algo de aire al PSOE, y como siempre, todos contentos, aunque también como siempre, unos más que otros.

Ayer fue una jornada electoral algo extraña.
El que España con un 46% tenga uno de los niveles de participación más altos de Europa es para hacérselo mirar. Los niveles de abstención en los países de la ampliación europea al este han sido surrealistas, alcanzado en torno al 80% en algunos países. Eso es un fracaso total, tanto de las instituciones europeas como de las fuerzas políticas nacionales, y el que aquí diésemos por sentado que esa abstención iba a ser superior al 50% nos debiera preocupar. Es cierto que con la horrorosa campaña que en España han hecho el PP y el PSOE no daban ganas de votar, y puede que ese fuera su último objetivo, porque no han hecho nada para merecerse nuestro voto. Como no he vivido las campañas de otros países no puedo juzgarlas, pero es difícil que hayan sido peor que la de aquí. Otra cosa interesante de la noche electoral fue que hasta las 22:00 no se podía dar información del resultado, porque había colegios abiertos en Italia y Portugal, pero es que esta vez ni si quiera había encuestas por parte de los medios de comunicación. Me resultaba sonrojante estar viendo en TVE a eso de las 20:15 los avances del sondeo que daba ganador a Sarkozy en Francia y que en España no se supiera nada de nada. ¿Por qué ha pasado esto? No porque haya ganado uno y otro, no , sino por la crisis, que está dejando destrozadas las redacciones y las cuentas de los medios, y en estas elecciones directamente le han dado a al tijera a los gastos y no han contratado un sondeo. Los de Sigma2, Metroscopia y demás estudios de opinión deben estar “contentos”, porque me da que para ellos una jornada electoral es como la semana fantástica para el Corte Inglés o la oferta del dos por uno en el Carrefour, y esta vez no han hecho caja. También sería interesante saber como los de TVE1, a eso de las 22:15, y solamente con unos pocos minutos desde que se sabían los resultados electorales reales, decidieron meter un bloque de publicidad cercano al cuarto de hora, momento que dejó a Antena3 como única cadena que daba noticias electorales, porque el resto de las nacionales ya habían desertado. Luego la pública remontó, y ofreció el programa hasta las 23:30, pero la sensación que daban todas las cadenas era de agotamiento, de falta de recursos y de no darle importancia a la elección en si, vamos, como si más de la mitad de ellas también se hubieran abstenido.

Para acabar, dos notas positivas. Una es que los representantes de Batasuna no han obtenido escaño, y así el error del Constitucional de dejarles presentarse no ha generado consecuencias, y la otra es que
UPyD, el partido de Rosa Díez, ha conseguido un parlamentario. Condenado al ostracismo por parte de los medios públicos, sin altavoces ni plataformas mediáticas, y con la aparente orden de silenciarlo por los dos grandes partidos, UPyD ha sacado rendimiento a la circunscripción nacional que rige en estas elecciones y se ha llevado un escaño. Felicidades por ello.

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