Es muy difícil contestar a esta pregunta. Como una buena dictadura, el gobierno iraní esta usando el manual del régimen acosado, que dice que se deben reprimir las manifestaciones en la calle, silenciar a los medios de comunicación, expulsar a los medios de comunicación extranjeros, propagar la idea de que todo proviene de una conspiración exterior, en este caso del pérfido occidente, y desde luego dar leña a los que protestan, algo que siempre se da en estos regímenes, estén acosados o no. Sin embargo el mundo de los Ayatolás se ha encontrado con un rival que no esperaba, y al que no sabe como hacer frente
Ese poderoso rival es.............. Internet. Sí, sí, Internet. Eso que todos los gobiernos del mundo, sea el de los incivilizados y prejuiciosos clérigos iraníes o los incultos e igualmente prejuiciosos gobiernos occidentales desean cercenar de una manera o de otra. Internet se ha convertido en el bastión a través del cual los iraníes pueden contar al mundo lo que pasa. Para las cadenas de televisión internacionales, una vez expulsadas del país, esa misión se ha convertido en algo imposible, y sus últimos días de estancia en Teherán fueron patéticos. La corresponsal de TVE1 hizo su última crónica semidetenida en su habitación del hotel, y con las cortinas cerradas a riesgo de sufrir las consecuencias si osaba descorrerlas y mostraba lo que sucedía en la calle. Al día siguiente fue expulsada junto con el resto de miembros del equipo. Desde entonces los telediarios y resto de informativos españoles e internacionales se surten de imágenes desenfocadas, muy pixeladas y, en su conjunto , de escasa calidad, pero que suponen un testimonio valiosísimo tomado en primera línea del enfrentamiento entre la sociedad civil y la mordaza clerical. Hay muchas webs donde poder ver estos vídeos, como esta guía de medios o el canal que youtube ha montado al respecto. Seamos conscientes de que, sin Internet, no tendríamos ni la menor idea de lo que está pasando en Teherán y sus alrededores, y de hecho aún así es poco lo que sabemos. Dicho de otra forma, sin Internet estos manifestante son tendrían ninguna oportunidad de lograr derrocar al régimen y conseguir algo de libertad en sus vidas. Aún así está por ver que puedan lograrlo, que ojala sea así, pero en estos casos la prudencia y al evidente desproporción de medios entre el aparato del estado iraní y los manifestantes auguran pocas posibilidades de éxito. De hecho estos vídeos muestran manifestaciones que, de una u otra manera, son reprimidas por la policía y el ejército iraní y suelen incluir escenas de heridos, transportados de manera improvisadas por aquellos que los rodean. Y así llevan ya más de una semana. El tiempo también corre aparentemente a favor del gobierno, porque Irán es un país poderoso, y el resto de esa cosa llamada Comunidad Internacional no parece que esté dispuesto a hacer nada por apoyar a los manifestantes. Simplemente se conecta a la red y ve los vídeos, pero son mover un dedo, no vaya a ser que nos suban el petróleo o que unas declaraciones salidas de tono nos ponga en el ojo de los terroristas de Hezbolla o similar.
Pero en todo caso la revuelta iraní, triunfe o no, ha demostrado el enorme, inmenso y cada vez mayor poder de Internet, eso que yo no me canso de repetir que es uno de los mayores inventos de la historia, que ha revolucionado nuestras vidas y lo hará aún más en el futuro. Muchos periodistas, sumidos en el miedo y el desconocimiento ante la red, sólo hablan de sus cosas malas (delitos, pornografía, etc) como si Internet fuese un sumidero de porquería cuando es una herramienta poderosísima muy útil para todo lo que se nos ocurra, lo bueno y lo malo. Eso lo sabe muy bien Lisbeth Salander, la chica Millenium, que con un dispositivo conectado a Internet tiene el mundo a sus pies... como los iraníes.
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