Este 2009 va a ser un mal año para el negocio de la aviación. Golpeado como todos los demás por la crisis, y renqueante tras años de lucha de precios entre compañías baratas y las de bandera, en las últimas semanas se ha producido una racha de accidentes que no contribuyen a dar seguridad a aquellos, que no son pocos, que tienen miedo a volar. No es mi caso, pero conozco a gente que no le agrada nasa subirse a los cielos. En España hemos tenido varios accidentes de avionetas en pocos días, con saldos de entorno a dos víctimas por castañazo, pero lo más grave han sido los dos airbuses estrellados, el último este Lunes.
Cuando todavía no nos habíamos recuperado del impacto que produjo el accidente del airbus de Air France sobre el atlántico de hace un mes se ha dado este nuevo accidente, que ha salido mucho menos en los medios que el anterior, quizás porque no había españoles en el , quizás porque los muertos son yemeniés o habitantes de Madagascar y sus alrededores y nos pillan muy lejos y nos da más o menos igual, pero el balance de 150 víctimas resulta tan espeluznante como las también más de cien que fallecieron en el vuelo francés. En este caso se va a poder investigar más rápidamente que ha sucedido porque las cajas negras del avión han sido encontradas, y entre otras cosas la compañía debe aclarar que paso en el aeropuerto de Yemen, donde todo el pasaje fue cambiado de aparato, yendo a parar a un modelo obsoleto de Airbus que fue el que finalmente se estrelló sobre las islas Comores, donde no he estado nunca, pero me supongo que será un paraíso para descansar y un lugar igualmente horrible a todos los demás para morirse. Sin embargo, la diferencia más importante entre los dos accidentes es que en el de las Comores hay una superviviente. Una niña yemení de catorce años, que tiene heridas leves pero que la fortuna ha querido que salga prácticamente indemne de una catástrofe así. Parece que la chica no sabe nadar muy bien, pero se agarró a un objeto que flotaba en el mar tras el impacto y allí estuvo más de doce horas hasta que fue rescatada de la aguas. Supongo que aún estará bajo los efectos del accidente, al menos en el lado de la impresión y el susto, pero no se lo que pasará por su cabeza cuando le informen, si no lo han hecho ya, de que ella es la única pasajera que ha sobrevivido, y que todos los demás están muertos. Como es de Yemen, y no de Francia o Reino Unido los medios nos han contando que viajaba con su madre, fallecida en el impacto, pero no sabemos si tenía otra familia en el pasaje, si la tiene en origen (en su caso París) o destino. Espero que en algunos días se publique un reportaje sobre la vida de esta niña, sobre sus primeros catorce años de vida y lo que le sucedió hasta el día en el que, nadie sabe como ni porqué (quizás porque no hay respuesta posible) se salvó del desastre, ella y nadie más.
Es raro sobrevivir a un accidente así, y la muestra más clara es que los últimos grande aviones que se han estrellado, caso de Air France o el Spanair de Barajas de Agosto del año pasado no dejaron supervivientes. ¿Volverá esta niña a coger un avión? Por un lado sabe que la fortuna le ha sonreído una vez y que puede contarlo, y eso le quitará el miedo a volar para siempre, dado el mínimo riesgo de sufrir dos accidentes aéreos en la vida, pero por otro puede estar temerosa de volver a tentar a la suerte, no vaya a ser que en la próxima no todo le salga tan bien. Lo que daría por saber que pasa ahora por su cabeza, cómo se siente al ser la....... elegida?
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