jueves, agosto 12, 2010

Siguen sin enterarse donde estamos

El martes estaba a eso de las 21:00 en la cocina de mi casa tratando de hacer soluble el cola cao el leche fría, algo que se me hace muy complicado y que siempre se acaba saldando en mi caso con algunos grumos esparcidos por el suelo. En ese instante oí en la tele del salón que ZP decía que se iba a revisar y reducir el recorte de infraestructuras previsto para 2011, y del susto que me pegué le di un buen bandazo a la leche y al tazón y algo más que grumos de polvo acabaron depositados en el suelo de la cocina.

Mientras limpiaba no dejaba de decir “no se enteran, joder, no se enteran”. Es cierto que llevamos unas semanas en las que hemos visto alguna estadística que apunta al optimismo, pero no se dejen engañar por las palmeras del oasis, seguimos en plena travesía del desierto. Y resulta que al primer dato que surge para alegría del respetable el gobierno da por hecho que hemos pasado lo peor y que ya no es necesario ser tan estrictos y austeros como se prometió hace unos meses.
Las consecuencias se pudieron ver muy claramente ayer por la mañana, con una elevación de la prima de riesgo de España tras varios días de caída. El desplome de la bolsa y el derrumbe de Wall Street no fueron culpa suya, pero no contribuyó a la remontada, desde luego. ¿Qué se penalizó ayer en el mercado de deuda? ¿el atrevimiento, la altanería, la inconsciencia? Yo creo que fue uno de los grandes pecados de este gobierno ante la crisis. El no enterarse donde estamos. Mientras que los expertos, muy perdidos ellos, pero conscientes de su pérdida, siguen discutiendo si ya hemos descendido lo suficiente o nos queda aún recorrido de bajada (recen por lo primero pero apuesten por lo segundo) el gobierno sigue viviendo el día a día. Si al deuda baja su diferencial con la alemana durante una semana (buena noticia) resulta que ya podemos hacer un AVE que hace dos semanas era imposible. Pues no. Era imposible y sigue siéndolo a día de hoy. Creo que no debe suspenderse la obra pública, pero a costa de recortar, y mucho, otras partidas, que no se quieren tocar. En todo caso los gestores públicos deben hacerse a la idea de que esto de la crisis ha llegado para quedarse años, muchos años. Años en los que no veremos tasas de crecimiento superiores al punto porcentual, en los que reptaremos por un deprimente pozo gris, y en los que los ingresos públicos no volverán a los niveles que se vieron en la década del 00. Si no se hacen a la idea de que eso será así nunca lograrán construir eso que ahora los analistas políticos llaman “el relato” el discurso, las ideas y mensajes que les permitan gestionar y contribuir a solucionar ese problema. Ni siquiera es necesario que se cumplan las predicciones más agoreras, como las que expresa Santiago Niño Becerra, para que la situación actual sea un absoluto drama. Lo es. Podemos engañarnos, mentirnos, mirar hacia otro lado, cobrar como hacen muchos el paro pensando en que ya encontrarán algo y de paso dedicarse a vivir unas largas vacaciones, en un ejercicio de irresponsabilidad colectiva que, será que soy tonto, me da escalofríos. Visto lo visto mejor que quienes nos gobiernan se callen antes de meter la pata nuevamente. Ayer Salgado volvió a decir que no habrá trimestres negativos en lo que queda de 2010. Lo siento, Elena, pero te vas a equivocar.

Y de mientras el marasmo crece, el monstruo del desempleo no deja de alimentarse. Si las cifras medias de paro nacionales son horribles, si se analizan por Comunidades Autónomas dan vergüenza, y por sectores de edad deprimen. Seguimos a la cabeza en paro juvenil de toda Europa, infame plusmarca.
Y así miles de jóvenes se enfrentan a un panorama oscuro y sin esperanza, oyendo a sus dirigentes que todo se soluciona y viendo pasar coches oficiales de todo tipo y pelaje por las calles de sus ciudades. ¿Y quién se ocupa de esto? ¿Alguien hace algo al respecto? ¿A alguien le importa?????

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