jueves, octubre 27, 2011

Europa tras la cumbre de Bruselas

A eso de las 4 de la mañana ha terminado la supercumbre de la UE, con el acuerdo de una quita del 50% de la deuda griega, el aumento del fondo de rescate a un billón de euros, con b de barbaridad, y la necesidad de recapitalizar la banca, exigiéndole un ratio de capital del 9% frente al 7% actual. ¿Es un buen o mal acuerdo? Depende. Si se hubiera adoptado hace un año podríamos estar contentos. A día de hoy, y con el andamiaje cayéndose, me parece muy insuficiente, sobre todo porque no hace otra cosa que estirar al límite los instrumentos ya existentes que, se ha visto, no funcionan como debieran.

Como lo del fondo de rescate es muy complicado y denso, voy a centrarme en los otros dos puntos. Por un lado está la quita griega, del 50%, y esto quiere decir que de lo que debe Grecia no pagará la mitad. Es una forma de asumir que el país está quebrado y que no puede hacer frente a sus pagos, y en sí mismo es un avance. Hubiera sido mejor decidir lo mismo hace un año, porque Grecia entonces estaba tan quebrada como ahora, sólo que debía menos y el importe de lo impagado sería menor. Pero no se quiso reconocer esa realidad, fuera por miedo, orgullo o tozudez. Los que decíamos eso entonces éramos tachados de tremendistas, aunque ahora nos duela como a todos lo que se va a dejar de ingresar y el dinero que se ha tirado en un pozo sin fondo. Lo más interesante de la quita griega no es tanto su porcentaje como su distribución, de la que no se dice nada, porque de la deuda una parte la tienen los bancos privados y otra está en manos de entidades como el BCE, FMI, etc. Doy por seguro que estas últimas cobraran, por lo que es probable que los bancos privados no cobren nada, o casi. Esto enlaza con el asunto de la recapitalización bancaria, y aquí más que Grecia aparece España. Resulta que de los cálculos que se están publicando, que elevan las exigencias de la banca a unos 100.000 millones de euros (qué cifras, Dios mío, qué cifras)
una cuarta parte corresponde a entidades española. La bomba. A lo largo del día vamos a oír muchos discursos que tratarán de suavizar esto, diciendo que si sumamos unas provisiones raras y otras cosas de nombre extraño el esfuerzo no es tan grande, pero no se engañe. España sale muy mal parada de esta cumbre, con su sector financiero estigmatizado y en una posición de debilidad muy grande. Si hasta ahora hemos vivido una sequía del crédito a partir de hoy el crédito pasará a los libros de historia, porque los bancos harán lo que sea para darse crédito a sí mismos. Así mismo la idea de valorar la deuda pública a precios de mercado, lo que supone rebajar por lo menos un 2% el valor de la deuda española implica, entre otras cosas, que las nuevas emisiones del Tesoro saldrán mucho más caras, por lo que el déficit, lejos de disminuir, crecerá. Y eso le va a pasar a todos los países que vean rebajado el valor nominal de los títulos de deuda que emitan, no sólo a España. Es una medida lógica, pero que tiene unas consecuencias perversas. Si se fijan es algo parecido a lo que pasa con los pisos, el auténtico problema de la banca española. Siguen en los balances escriturados a los precios inflados pero valen menos. Si se computan a valor de mercado el banco se hunde, y por ello sigue instalado en la falacia. En el caso de la deuda la distorsión entre ambos precios es menor, pero también existe. Lo que ha hecho la UE es obligar a los bancos a empezar a valorar la deuda por lo que realmente vale, y eso hará caer el valor del balance, de ahí la recapitalización. Las consecuencias sobre el crédito y demás son obvias, no??

Además esta cumbre deja muchos flecos sueltos. El desmadre italiano no cesa, por lo que seguirá causando problemas, cada vez más graves. Una vez abierta la puerta a la quita griega, ¿qué impide que no se produzca otra quita parcial sobre la deuda portuguesa, igualmente impagable? Si el tiempo ha demostrado que el fondo de rescate de medio billón de euros no servía para salvar a Grecia, ¿cómo podrá uno de un billón auxiliar a España o Italia? Muchas y complicadas preguntas, y es que la UE está viviendo sus peores días desde que se creo, como comunidad económica, en 1957. Esta noche hemos salvado una bola de partido, pero el juego continúa, y creo que seguimos acorralados al fondo de la pista.

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