viernes, abril 25, 2014

El acuerdo palestino y sus posibles consecuencias


Una de las noticias más sorprendentes de la semana, que no entraba en mis cálculos de ninguna manera, ha sido al acuerdo al que han llegado Al Fatah y Hamás para sellar la paz en el conflicto que viven desde hace años ambas facciones palestinas. Esta reconciliación se hacía impensable hace unos años, incluso hace una semana, y sin saber muy bien cuáles han podido ser las causas que han motivado este acercamiento, abre un nuevo escenario en la siempre compleja y convulsa zona de próximo oriente, y mete a las actuales conversaciones de paz entre Israel y Palestina-sección Al Fatah en un lío muy gordo.

¿Cuáles pueden ser las consecuencias de este acuerdo? La primera ha sido el anuncio por parte de Israel de la suspensión temporal de las mismas, lo cual entra dentro de la lógica. Hamás es un grupo integrista que tiene entre su ideario fundacional la eliminación del estado de Israel, y está reconocido internacionalmente como una organización terrorista. Su práctica de la Sharia en la franja de Gaza, zona que controla desde hace años, ha generado enormes controversias en el mundo palestino, y es difícil imaginar que pueda convertirse en un actor negociador como los demás que, actualmente, participan en las conversaciones. A partir de ahí se me ocurren dos posibles alternativas una vez alcanzado el acuerdo, una buena y una mala, y que tienen que ver fundamentalmente con algo que desconozco, y es cuál de las almas palestinas ha logrado convertirse en al líder tras la firma de esta paz. Si es Hamás la que sale reforzada por el acuerdo, la perspectiva es mala. La radicalización palestina sólo acabaría conduciendo a una más que probable radicalización israelí y, tarde o temprano, estallaría algún conflicto tipo intifada, con violencia de mayor o menor intensidad, pero violencia a fin de cuentas, y lo que se ha avanzado estos años en el asentamiento de la paz y reconocimiento de la solución “una tierra, dos estados” se iría en gran parte a la basura. Volveríamos a décadas pasadas, en las que las imágenes de los atentados, las piedras y los fallecidos serían, tristemente, comunes. Sin embargo, si ha sido Al Fatah, el brazo moderado de la OLP, quien ha conseguido reducir y controlar las posiciones islamistas de Hamás, la perspectiva sería muy distinta. Imaginar que Hamás recondujera su ideario hacia el reconocimiento efectivo del estado de Israel y su derecho a la existencia sería un avance muy grande, dado que gran parte de la tensión que se vive en la zona viene de esa franja de Gaza controlada por los islamistas y los grupos de igual corte que se desenvuelven, con dificultad, pero a veces con éxito, en el territorio de Cisjordania. Así mismo, si Hamás se “integra” en el islam moderado y renuncia a la violencia, sería una señal muy fuerte y clara para otros grupos radicales islamistas que mantienen el terrorismo como estrategia de lucha y, diríase, única forma de vida conocida. Supondría un debilitamiento muy claro de las posiciones defendidas por Al Queda y organizaciones similares, y ayudaría a apaciguar el ansia terrorista en otras partes del mundo. ¿Cuál de los dos escenarios es el más factible? Pues no tengo ni idea. Deseo el segundo, temo el primero y no se lo que va a acabar pasando. ME da que, al igual que a mi, que no soy experto en la materia, este acuerdo ha pillado completamente por sorpresa a los que sí son entendidos y conocedores de la zona, y aún está por analizar su contenido y las segundas y terceras lecturas que de él se puedan extraer.

Y si esta interpretación del acuerdo resulta compleja, sus posibles segundas y terceras derivadas son aún más impredecibles. Existe un nexo claro, aunque no sea fácil de ver, entre las conversaciones palestinas e israelíes y las negociaciones del programa nuclear iraní, y es una hipótesis de trabajo que tiene lógica el que si las segundas van bien, también lo irán las primeras, y de momento avanzan por buen camino. Tampoco debemos olvidar el desarrollo de la cruel e interminable guerra Siria, que tanto por vecindad como por presencia islamista condiciona todo lo que suceda en ese entorno. Por lo tanto, un nuevo elemento de juego se ha puesto en marcha en el tablero, sin que aún tengamos un manual de instrucciones para saber qué papel desarrolla. Habrá que seguirlo con atención.

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