jueves, abril 10, 2014

Los Lannister vuelven para cobrarse sus deudas


Pudiera pensarse que el tema que ha suscitado la atención global es el debate sobre la consulta soberanistas de Cataluña, o el avance del Ébola en Centroáfrica, o el atentado que ayer mató a más de veinte personas en un mercado en Pakistán, o los graves disturbios de las facciones prorusas que tratan de hacerse con el poder en el este de Ucrania, o incluso, para algunos pocos, los éxitos o fracasos de sus equipos deportivos en esas competiciones de guasa en las que se juegan el todo por el todo. Sí, hay muchos acontecimientos en la actualidad que pudieran ser el centro de la atención de todo el mundo.

Pero no ha sido ninguno de todos ellos, no. Lo que ha revolucionado a todo el mundo ha sido el estreno de la cuarta temporada de Juego de Tronos, la serie televisiva basada en los libros de George R.R. Martin. El Lunes por la noche en horario de la costa Este de EEUU, la HBO, esa cadena que se ha hecho universalmente conocida por la calidad de las series que financia y emite, dio a conocer el primer capítulo de los diez que van a componer esta nueva temporada, en la que se va a seguir el argumento que se expone más o menos, en la segunda parte del tercero de los libros de la saga, titulado “Tormenta de Espadas”. Millones de fieles seguidores, casi fanáticos de la saga, esperaron expectantes ante el televisor, tablet, o cualquier otro dispositivo dotado de pantalla, para ver como los Stark, Lannister, Tyrrelj, Targayren y demás apellidos que determinan las casas protagonistas siguen su encarnizada lucha por el poder de Poniente, y ya de paso de las ciudades libres de Oriente. A la vez, millones de internautas empezaron a grabar y almacenar el episodio para compartirlo, y en apenas un par de días más de un millón de descargas ilegales se han realizado de dicho capítulo, por lo que se ha batido el record de ser el episodio televisivo más pirateado de la historia. En su emisión norteamericana la audiencia fue magnífica, igualando prácticamente la que alcanzó el último capítulo de Los Soprano, la serie que elevó la HBO al pedestal de los consagrados y la que, a lo largo de sus temporadas, supuso el estandarte de la renovación televisiva, que ha convertido a la serie en un producto de culto y calidad que, en muchas ocasiones, supera con creces al cine. Seguro que ustedes conocen a algún fanático de Juego de Tronos, alguien que se ha devorado los libros, que se ve los capítulos nada más ser estrenados, que no puede aguantar la espera y que, sabiendo o no lo que pasa en las tramas, mataría con la ira propia de un dragón a todo aquel que le reventase algún detalle o le contara algo en particular que en la versión televisiva sea novedosa o diferente respecto a los libros. En este sentido Juego de Tronos es una serie muy peligrosa, dada la elevada mortalidad que aflige a los personajes, ay sean principales o secundarios. Resulta complicado cogerle cariño a alguno de ellos, sabiendo el gusto retorcido que tiene el autor por degollarlos, ensartarlos en una pica o, simplemente, destruirlos. Esa incertidumbre, que parece estar grabada a fuego en la mente de los personajes, hace que cada uno de ellos viva cada día de su vida como si fuera el último, con la mayor intensidad posible, jugándose el todo por el todo en cada momento, arriesgando mucho, cometiendo errores y dándolo todo por lograr al ansiado poder, para luego perderlos a veces tan deprisa como ha sido alcanzado. Quizás sea esa una de las causas que vuelven loca a la audiencia, la sinceridad de los personajes, su entrega total, y el aura de sacrificados que todos ellos pueden tener. Nadie es intocable en Poniente, todos pueden morir en cualquier momento.

En este sentido la serie, que tiene componentes fantásticos como los dragones, los caminantes blancos o la magia valyria, es muy realista. Representa la lucha que día a día vemos en nuestras vidas por el poder, el dinero, el sexo y la influencia, pero eso sí, sin cortapisas ni límites morales de ningún tipo. Suelo decir que en la trama hay personajes malvados y luego otros peores, pero que bueno bueno, lo que se dice bueno, no los hay. Algunos opinan que es una mezcla entre El Señor de los Anillos, Los Soprano y una peli porno, y algo hay de todo ello, pero es innegable la calidad de su producción, el inmenso trabajo que hacen los actores y que, como no, uno se lo pasa en grande leyendo los libros y viendo la serie. Y como la cosa va bien, seguirá al menos dos temporadas más. Disfrutémoslo.

No hay comentarios: