La actualidad española estará hoy
y mañana, inevitablemente, centrada en el proceso de abdicación del Rey Juan
Carlos I y el juramento del nuevo Rey Felipe VI, hechos que se producirán esta
tarde y mañana por la mañana respectivamente. No olvidemos que no dejan de ser
formas protocolarias para dar envoltorio a lo que no es sino la entrada en
vigor de una Ley, lo que es la forma habitual de proceder de los estados
constitucionales. Legalmente a las 12 de la noche de hoy entrará en vigor la
abdicación y, de manera simultánea, Juan Carlos dejará de ser Rey y Felipe
pasará a serlo. Tan profundo y, a la vez, tan sencillo.
Pero de mientras eso sucede aquí,
la atención de medio mundo gira poco a poco para volver a fijarse en las
ardientes arenas del desierto iraquí, siempre calientes, más a la entrada del
verano, y especialmente sangrientas en estas fechas. En medio de la lógica
desinformación que rodea toda guerra, parece que las fuerzas del EIIL avanzan
rumbo a Bagdad, y
algunas crónicas les sitúan apenas a unos sesenta kilómetros de la ciudad.
Lo que parece evidente es que Irak, como país, se enfrenta al riego cierto de
ser despedazado, de pasar a la historia como nación, y dejar de existir,
poniendo fin a las fronteras que fueron trazadas con gran uso de escuadra y
cartabón en el siglo XIX por parte de los geógrafos del imperio británico.
Ahora mismo el norte del país se encuentra bajo el control de los kurdos, que
aspiran a tener un estado propio, y es la zona más estable de todas. El centro
está sometido al ataque del EIIL y allí la violencia es total, sin que exista
lugar en el que poder refugiarse de ella. Y de Bagdad hacia el sur se concentra
la población chií, huida en parte del resto del país, residente de siempre en
esa zona, que trata de ponerse cerca de alguna frontera en caso de que los
combates prosigan y que desea la intervención de fuerzas internacionales,
especialmente de la vecina e igualmente chií irán, para poder soportar los envites
de los islamistas sunitas. ¿Es factible que Irak acabe convirtiéndose en tres
naciones, Kurdistán, sunistán y chiistán? Puede parecer un chiste, y hace unas
semanas hubiera sonado a eso, pero hoy en día es un escenario que, de no
controlarse la situación, amenaza con ser verosímil, y todo ello en el marco de
un conflicto en el que cada vez la intervención de las potencias regionales es
más clara y los riesgos crecen. Los países del golfo pérsico, sunitas, apoyan a
los guerrilleros de EILL y desean ver a Irak dentro de su órbita de influencia,
mientras que Irán no dudará en apoyar a sus hermanos chiís en caso de que vea
el riesgo de que los sunitas se hagan de manera efectiva con el control de la
situación. Así, lo que empezó siendo un ataque terrorista muy organizado y que
ha derivado en una cruenta guerra civil y religiosa entre los propios iraquíes
corre el riesgo de convertirse en toda una guerra regional entre distintas
facciones del islam que puede poner a toda la zona en gravísimo peligro. Como
se pueden imaginar, las implicaciones de un conflicto descontrolado son
inmensas, tanto en los planos políticos y militares como en el de la seguridad
mundial y la economía. De momento el petróleo, sí, el condenado y necesario
petróleo, se ha acomodado por encima de los 110 dólares el barril, a la
expectativa de lo que pueda pasar, pero puede subir más, mucho más, en caso de
guerra a gran escala. Además es evidente que occidente no puede quedarse
mirando sin más a lo que allí sucede, porque tarde o temprano le va a afectar.
Sin embargo, la sola mención de la expresión “guerra de Irak” despierta
fantasmas pasados que, hoy en día, impiden cualquier tipo de intervención con
soldados en la zona. Para seguir lo que se supone que puede estar pasando sobre
el terreno, les aconsejo esta web, en
la que diariamente se actualiza el mapa de Irak can las posiciones (supuestas)
de los combatienetes.
Así mismo, un consejo sobre la
información y los medios y la red. Si uno brujulea por internet no va a tardar
mucho en encontrar vídeos y fotos colgadas por los terroristas del EIIL de una
crudeza y salvajismo atroces, difíciles de imaginar. Tengan cuidado porque su
visión puede resultar sumamente desagradable, y recomiendo a los medios de
comunicación que no se dejen llevar por el morbo y tengan un cierto control
sobre la emisión de dichas escenas. Ahora mismo se puede ver una imagen de ese
tipo en la portada de la web de un periódico nacional sin aviso y accesible
para todo el mundo. Siempre defiendo la necesidad de mostrar la crudeza de la
guerra para que no pensemos que no es lo que es, pero de ahí al exhibicionismo
hay varios pasos. Cuidado, por tanto.
Mañana es festivo en Madrid, previsto desde
mucho antes de que se supiera que iba a tener lugar la coronación de Felipe VI,
por lo que no habrá blog, pero el Viernes sí.
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