Hoy es el día de Europa, fiesta
laboralmente no festiva que se conmemora de manera discreta en un continente
atribulado y ensimismado. Hasta hace un par de años el reglamento comunitario
exigía, a los que trabajamos en temas relacionados con la UE, hacer hoy una
conmemoración pública, con izado de bandera, suene de himno y presencia pública.
Tras el cambio reglamentario, producto de un nuevo periodo de programación
financiera, esa obligación se ha suprimido, y no saldremos a la calle a
festejar nada.
Estuve ayer pensando en este
caso, y la verdad es que la conclusión es deprimente. Sólo festejamos la
existencia de la UE si nos obligan a ello, pero sin ninguna convicción ni
deseo. Así no hay manera de que este proyecto compartido, uno de los más
ambiciosos y complejos de los que nunca se han puesto en marcha en la historia,
llegue a ningún lado. En esta época estamos de euroescépticos, o directamente
antieuropeístas, que no dudan segundo alguno en sacar sus consignas a la calle,
en gritar, pancarta en mano, contra la tiranía de Europa, de proclamar a todo
aquel que quiera oírles las maldades que salen de Bruselas. El espectro ideológico
de esos manifestantes es muy variado, moviéndose desde la extrema izquierda de
los movimientos antiglobalización y los partidos tipo Podemos a la extrema
derecha de grupos como la Alternativa por Alemania o las huestes de Le Pen. Todos
ellos comparten un nacionalismo exclusivista de fondo y el miedo a perder los
privilegios que se asocia a una unión con otras personas, entidades o naciones.
Y frente a ellos, ¿hay alguien? La burocracia de la UE, inmensa, anquilosada y
lenta, no es precisamente la imagen más atractiva y seductora que se puede
ofrecer para apoyar el sueño de la Unión, y no parece haber mucho más. Los
proeuopeos, los convencidos de ello, los que pensamos que la UE es la garantía
de prosperidad de este conjunto de pequeños países en un mundo global, y supone
el juramento de que jamás nos volveremos a enfrentar en una guerra unos contra
otros ¿dónde estamos? ¿Se oyen nuestras voces? ¿Quién las proclama en alto?
Frente a los maniqueos y opositores, ¿Quién hace “lobbismo” a favor de la
bandera de las doce estrellas? En un año muy difícil para la Unión, con una
economía que no acaba de arrancar, la tragedia de los refugiados y nuestra
incapacidad (y no deseo) de abordarla y el referéndum británico sobre la
permanencia, la UE se enfrenta a unos retos enormes, de los que puede salir
fortalecida o gravemente herida, en función de cómo se desarrollen los acontecimientos.
La campaña del Brexit nos permitirá ver los discursos que, a favor y en contra,
pondrán un valor determinado, positivo o negativo, a la UE, pero más allá de
los argumentos económicos que se esgriman al respecto, que supongo serán los
dominantes, la UE es una idea política, una agregación de naciones a las que
unen vínculos históricos, emocionales y sociales, y que por una vez en la vida,
hartas de matarse entre ellas, decidieron cooperar. La unión económica es un
fruto de esa cooperación, quizá el más visible y que más consecuencias nos
genera en el día a día, pero es uno más de ella, y no hubiera sido posible sin
la determinación de las naciones que, embarcadas en este proyecto común, luchan
cada día para que la barca europea no zozobre ante el oleaje que, permanentemente,
amenaza con hundirla.
Paseando este lluvioso fin de semana por Madrid veía
como, con buen tino, la Comunidad y el Ayuntamiento han colgado banderas azules
con las doce estrellas de sus sedes oficiales, mostrando un emblema que nos une
a todos y debiera hacernos sentir orgullosos. Nunca se ha llevado a cabo esta
idea de fusionar naciones ya existentes, con siglos de historia, en un proyecto
compartido. Lograr que, día a día, esta idea se mantenga y avance, frente al
egoísmo y la involución que tanto ruido hacen ahora mismo, es ya un aliciente
poderoso para celebrar este día, para emocionarse ante una bandera por la que
nadie ha muerto ni matado. Europa es nuestro proyecto, casa y futuro. En
nuestras manos está que crezca. Trabajemos unidos por ello.
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