jueves, noviembre 03, 2016

Trumpazo bursátil


Octubre fue un buen mes para la bolsa, frente a la ganada fama de desastroso que posee. El Ibex encadenó subidas y volvió a romper la barrera de los 9.000 puntos, reduciendo las pérdidas anuales a poco menos del 3%, en un año de lo más convulso que, recordemos, empezó con descensos muy pronunciados y generalizados. Sin embargo, en las últimas semanas, las caídas han vuelto, y tras la pérdida del lunes y el batacazo de ayer la situación de las bolsas vuelve a ser delicada. El 9.000 se ha vuelto a perder y los mercados, rojos, tienen una pinta fea, sobre todo por las noticias que llegan del exterior.
 
¿Empieza a cotizar la posibilidad de que Trump gane las elecciones en EEUU? No lo descarten. Si algo nos ha enseñado este 2016 es a ser muy muy modestos con nuestras previsiones. Todavía recuerdo el impacto que me produjo el despertar de finales de junio en el que me enteré que el maldito Brexit había ganado en Reino Unido, y seguro que más de uno recuerda ese aciago día en los mercados, el peor en la historia del Ibex, con una bajada del 13%. Casi todos confiábamos en las encuestas que, aunque justas, daban de manera casi unánime una victoria de los partidarios de la unidad y, sobre todo, confiábamos en la racionalidad del votante. Craso error. El votante hizo lo que quiso, como siempre, y en este caso, el resultado fue sorprendente y descorazonador. ¿Fue el Brexit un anticipo de la victoria de Trump? No se qué decirles, pero ambos asuntos empiezan a adoptar unos paralelismos que, como mínimo, me asustan. Hace unas semanas se daba por segura la victoria de una gris Hillary frente a un salido y desatado Trump, que se enfrentaba a todo y a todos. Hoy las cosas están mucho menos claras, porque Trump sigue con su discurso, desvariado, pero que no le resta voto alguno por increíble que parezca, y el fantasma de los correos electrónicos de Hillary ha vuelto a despertar de la mano de un FBI cuya actuación en este final de campaña resulta cuanto menos extraña. Eso ha hecho que los sondeos se ajusten y la ventaja de varios puntos que llevaba Hillary en casi todos ellos vaya menguando como las reservas de agua en verano. Y claro, lo que parecía imposible hace unas semanas empieza a ser, como mínimo, probable. La victoria de Hillary supone, sobre todo, continuidad, en los bueno y en lo malo, y eso da certidumbre a los mercados, lo que más necesitan. Trump es lo desconocido, en todos los sentidos, y de lo que ha dicho al respecto de la economía, sus palabras se traducen en un programa que en gran parte podría secundar Pablo Iglesias (de hecho sus pelos y peinados son la mayor de sus diferencias). Proteccionismo, antiliberalismo, subsidios internos, intervencionismo, y un montón de vagas referencias a reindustrializar su país. La situación en la que se encontrarían los organismos reguladores norteamericanos, empezando por la FED, ante un presidente que no dudaría en meterles la mano (en eso si hay certeza de su experiencia) sería muy delicada, y es probable que la economía del país sufriera inicialmente un duro shock en caso de victoria del quebrado magnate. ¿Podría ese shock ser beneficioso a medio plazo? Quizás, enseñaría al bocazas de Trump cómo se las gasta la realidad que pretende domesticar cual toro de rodeo, y después de unos cuantos bandazos y saltos quizás se aplacase y entrase en razón. O no. Y en todo caso en esos bandazos íbamos a salir perdiendo todos. Nos conviene, a nuestras carteras y horas de sueño, que las cosas no se desmadren, y con Trump en la Casa Blanca la tranquilidad desaparecería por completo.
 
Hay un episodio de Los Simspon, de las primeras temporadas, en el que Lisa o Bart, no recuerdo bien, viajan al futuro, y Trump es Presidente!!! Como todo está en Los Simpson ese escenario de pesadilla adquiere una verosimilitud que estremece. Las ventas de estos días pueden ser un movimiento de precaución de las carteras, que anticipan lo que pueda pasar el próximo martes, y quieren ir aún más a liquidez de lo que están para, en caso de sorpresa negativa, eludir parte de las pérdidas. Y en caso de victoria demócrata, retornar al parqué y hacer comprar a precios reducidos. En todo caso, seamos prudentes, crucemos los dedos y que haya suerte la semana que viene, créanme nos va mucho en ello.
 
Y como dirían Tip y Coll, mañana hablaremos del gobierno

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