miércoles, noviembre 20, 2019

La sentencia de los ERE


Antes de nada, resulta impropio que la primera sentencia de los innumerables juicios que restan en el caso de los EREs se produzca muchísimos años después de haber tenido lugar los hechos que se examinan. Una justicia lenta y con semejante tardanza escasa justicia es, y el que esto sea así no se debe tanto a la desidia de los que han desarrollado el proceso judicial, que algo también ha habido, sino sobre todo a la falta de medios y recursos de una justicia que, como en esta ocasión, puede condenar a los responsables de, entre otras cosas, dotarle de medios. Pocos alicientes tiene el político corrupto para espolear una institución que se le puede venir en contra.

En lo que hace en sí al caso y la sentencia, la conocida ayer es dura, y deja negro sobre blanco, en miles de folios, unas prácticas corruptas que se dieron de manera reiterada y sistemática desde los organismos de la administración andaluza, de manera amparada y consentida por los responsables políticos de la Junta, que desde ayer dejan de ser presuntos para pasar a ser culpables. El caso de los ERE es uno de los principales entramados de corrupción de la época moderna y lo tiene todo para ser atractivo para el espectador y el guionista. Corruptelas, políticos enfangados, sobornos, putas, cocaína… lo suficiente para una buena película en la que los malos esta vez no serían los de derechas sino los de izquierdas. Quizás, permítanme ser un poco malvado, por eso no hay película, y dudo que la haya. Este caso ha sido utilizado por el PP para tapar las vergüenzas de los suyos y echárselo a la cara del PSOE. Los socialistas, por su parte, no han dicho apenas nada de este tema en muchos años, la renuncia a los cargos políticos de Chaves y Griñán vino impuesta como condición por Ciudadanos para el anterior pacto de gobierno de los naranjas con los socialistas en la Junta, y conocida ayer la sentencia, pudimos ver a Jose Luis Ábalos, portavoz del PSOE, transmutarse en portavoz del PP en el caso Gürtel. Mismos falsos argumentos, misma manera de escurrir el bulto, mismas mentiras, mismo descaro. Los cerca de cuarenta años de poder ininterrumpido y absoluto del PSOE en la Junta de Andalucía propiciaron la creación de una red clientelar que dilapido caudales públicos sin control alguno, de la misma manera que el PP lo hizo en Valencia y Madrid, y por la misma causa, la posesión absoluta del poder. El que haya habido condenas en este caso quiere decir que parte del sistema institucional ha funcionado, y que la corrupción del poder no ha logrado pervertirlo del todo, pero son evidentes los esfuerzos que se hicieron desde la Junta de Andalucía para que el procedimiento de mangoneo que se había implantado no cayera. La sentencia absuelve al interventor, que hizo lo que pudo, bien poco, para evitar que el desfalco siguiera, pero no fue capaz de impedirlo porque, nuevamente, el poder político se las había arreglado para sabotear el trabajo de la institución encargada de fiscalizar los gastos. El de los EREs es otro ejemplo de manual de lo que Acemoglu y Robinson llaman, en su obra ya de referencia, las élites extractivas, el comportamiento de rapiña por parte de los que detentan el poder de los recursos y capacidades de lo público para lograr el beneficio personal. Da igual si el que lo hace se viste de pepero, socialista, podemita, independentista o arquitecta neofranquista, el procedimiento de robo es el mismo y las justificaciones que los del propio bando y medios afines harán de lo sucedido serán idénticas, cambiando únicamente los nombres de los encausados, sus siglas y la denominación judicial del caso de que se trate. No se vio ayer por parte de los socialistas el más mínimo propósito de enmienda ni asunción de culpa (tampoco lo esperaba) como no se vio en su caso en el PP ni en otros tantos partidos y asuntos. La idea es que el tiempo pase y que el siguiente caso sea de otro partido para utilizarlo como arma arrojadiza. Y así el cutre infantilismo sigue.

Un detalle interesante, y grave, de la sentencia de ayer, son los comentarios que diversos medios han ido haciendo sobre presiones para que la publicación del fallo tuviera lugar pasadas las elecciones del 10N. No se si eso es así o no, pero de serlo, sería muy grave. En todo caso, el PSOE es mucho mejor a la hora de gestionar la imagen y la opinión pública para tapar sus escándalos que el PP, que parece que aún está en primaria en lo que hace al cinismo y márketing, por lo que tengo mis dudas de que de salir la sentencia antes de las elecciones hubiese tenido influencia efectiva. En todo caso, debiera saberse si eso iba a ser así o no y si hubo esfuerzos para que se retrasase, y si el rumor es falso, que los propagadores del mismo paguen con oprobio el sembrar mentiras sobre la ya amplia zafiedad que rebosa en este caso.

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