viernes, enero 31, 2025

La economía europea, en mal estado

A lo largo de esta semana se han ido conociendo las cifras adelantadas de crecimiento del PIB de las economías europeas durante el último trimestre de 2024. La UE en su conjunto ha registrado un avance del 0%, nada de nada. Estancamiento. Es un dato gris y que muestra un escenario preocupante. Si entramos en cada uno de los países la cosa es distinta, como suele ser habitual, con España como la economía, entre las grandes, que más crece, con una subida del 0,8% bastante más de lo previsto, mostrando un reimpulso en el final del año después de un otoño que evidenció síntomas de fatiga. Es un valor enorme, dopado por el incremento de población y por el gasto público, pero que refleja un avance indudable.

Vamos al meollo, al núcleo de la UE, Francia y Alemania. Ahí las cosas están feas. En Francia se ha registrado un descenso en este último cuatrimestre del 0,1%, dato peor del esperado, y que contrasta con el avance del 0,4% en el tercero. Ese trimestre tuvo como hecho significativo el de los Juegos Olímpicos, lo que es probable que supusiera una inyección adicional de gasto y actividad para el país, a pesar de la deslucida ceremonia de inauguración. Ya por entonces la situación política era tremenda, tras el adelanto de las legislativas, que causó la caída del primer ministro Atalle y la configuración de un parlamento hostil a Macron. Desde entonces la política francesa va dando tumbos, quemando candidatos e introduciendo en el país un factor de inestabilidad que no ayuda para nada a la hora de llevar a cabo medidas de reforma y estímulo económico. Esa parálisis, sin duda, se refleja en el ánimo de parte del país y, con un entorno externo no favorable, las cifras de PIB no van a mostrar demasiada alegría. En fin, que tenemos a Francia bloqueada. Si miramos a Alemania, el país fundamental, la situación es aún peor. La cifra del cuatro trimestre es negativa, y llega al 0,2%, peor aún que la francesa. A lo largo de 2024 sus cifras de PIB han sido decepcionantes, siendo negativos todos los registros trimestrales de este año; -0,1%, -0,2%, -0,3% y el -0,2% de ahora. Alemania ha vivido en recesión técnica a lo largo de casi todo el año pasado, lo que es muy llamativo. Es uno de los países avanzados que presenta peores cifras económicas y está atravesando ya una auténtica crisis de modelo. Su economía, enfocada a la productividad industrial y las exportaciones globales se ha visto golpeada por tres grandes shocks; el incremento de precios energéticos derivado de la guerra de Ucrania (agudizado por los propios errores, como la renuncia a las nucleares) la competencia de otras naciones, especialmente China, en productos de tecnología avanzada frente a los que la industria local no ha sabido o querido posicionarse (caso del coche eléctrico) y las crecientes amenazas de aranceles comerciales, disparadas tras la llegada de Trump al poder, que se pueden traducir en un incremento de las barreras y un gran daño a países exportadores de productos, como es el caso de los germanos. En medio de este panorama, la tradicional estabilidad política del país se está haciendo pedazos. La ruptura del gobierno de coalición entre socialdemócratas, liberales y verdes ha provocado el adelanto electoral, que tendrá lugar dentro de tres semanas, y las encuestas señalan la vuelta de los conservadores de la CDU a la victoria, y probablemente al gobierno, pero un notable ascenso de la ultraderecha de AfD, que puede ser lo suficientemente grande como para condicionar coaliciones, políticas y decisiones. De la dimensión de la derrota socialdemócrata se verá si es posible, en caso de necesidad, reeditar una coalición transversal o no. Evidentemente, en este estado de cosas, es bastante difícil conseguir un gobierno estable y mucho más improbable que sea capaz de llevar a cabo políticas de reforma, que la economía del país necesita. La crisis alemana es más profunda y complicada de lo que parece, y el resultado de las elecciones del 23 de febrero será la primera prueba que nos permita saber si va a haber opciones de cambio y de qué dimensión.

Con este panorama en el centro decisor de la UE, es poco probable, siendo generosos, que el bloque europeo en su conjunto sea capaz de tomar medidas que espoleen la actividad y redunden en mejoras competitivas. La Comisión tiene las competencias que tiene, ni más ni menos, y sus decisiones deben estar avaladas por los estados miembros, dos de ellos como vemos en estado comatoso. Una visión realista desde Bruselas, que se preocupara por la simplificación, el centrarse en la competitividad conjunta y en la unión de acción ante los retos exteriores sería, al menos, lo necesario para que desde ahí se ayudase al conjunto. Pero las reformas ambiciosas que se invocaban en el informe Draghi, no, para eso no parece haber bases ahora mismo.

jueves, enero 30, 2025

Accidente aéreo en Washington

Este enero, que acaba mañana, está siendo bastante desgraciado en lo que hace a la aviación civil. Hasta ahora llevábamos dos graves incidentes con un balance de muchos muertos. Recordarán el avión que se estrelló en Kazajistán en una maniobra de aterrizaje de emergencia, en el que murieron 38 personas, y que al parecer fue derribado por sistemas militares rusos, que lo confundieron con elementos hostiles controlados desde Ucrania. Eso no fue un accidente. En Corea del Sur también vimos un avión destruido, en este caso al aterrizar sin tren y estrellarse contra la valla del final de la pista. Eso sí fue un accidente.

Y esta noche se ha producido lo que parece ser un desgraciado accidente en Washington. Un avión comercial procedente de Kansas, sin que conste que Dorothy fuera en él, se ha estrellado contra un helicóptero militar que estaba de maniobras de mientras realizaba la fase final de aproximación y toma de tierra en el aeropuerto nacional Reagan, el que está prácticamente en medio de la conurbación de la ciudad, aunque al estar en la orilla occidental del Potomac pertenezca al estado de Virginia y no a WDC. Algo más de sesenta personas, entre pasajero y tripulación, ocupaban la aeronave civil y tres creo que eran los militares que viajaban en el helicóptero. Tras el impacto, las naves han estallado y sus restos han caído en el cauce del cercano Potomac, que en estas épocas se encuentra a una temperatura extremadamente baja, cerca de los cero grados, por lo que es bastante probable que si hubiera habido supervivientes del impacto aéreo y la posterior caída sobre las aguas ya estén más que congelados. Parece que ya se han recuperado algunos cuerpos de las víctimas y es probable que a lo largo del día el recuento de fallecidos se equipare con el del total de los que se han visto involucrados en la desgracia. El Reagan es uno de los dos aeropuertos que sirven a WDC. Muy pegado a la urbe, como les comentaba, se destina principalmente a vuelos nacionales, mientras que el Dulles, bastante lejano a la ciudad, es el hub de vuelos internacionales. El tráfico aéreo sobre WDC es muy intenso tanto por la proximidad del propio aeropuerto Reagan como por todo el conjunto de aeronaves privadas y militares que operan en la zona, una de las más densas, ricas y activas del mundo. Lo que ha pasado es algo de muy baja probabilidad, pero no nula, dado el nivel de tráfico de la zona, pero que en todo caso requiere una investigación muy seria porque se ha producido un fallo en la coordinación de los vuelos de ambas aeronaves y los sistemas encargados de control y seguimiento no han impedido un choque como el que se ha producido. A priori, suponiendo que la trayectoria del avión comercial fuera la correcta, lo más fácil de suponer es que se ha producido un error por parte del piloto del helicóptero, que se ha introducido en el pasillo de aterrizaje del aeropuerto, cuando no debía estar allí bajo ningún concepto. Los registros de la torre de control del aeropuerto y las conversaciones que haya de las dos aeronaves con todos los involucrados en su seguimiento van a ser claves para averiguar qué es lo que ha fallado y permitido que dos trayectorias que deben ser excluyentes coincidan. Es probable que los radares de proximidad de los vuelos hayan podido indicar a los pilotos de una emergencia por la cercanía muta, pero que eso se haya producido con apenas segundos de margen y sin posibilidad para ninguno de ellos de alterar la maniobra para poder evitar la colisión. Aún es muy pronto para poder determinar las casusas, pero sí que, frente a lo que sucedió con el avión azerbaiyano, sí nos encontramos ante un accidente aéreo, como lo sucedido en el caso surcoreano. Acaba de manera nefasta el mes para el sector, con un balance muy grave.

Ahora, durante varios días, en WDC se va a proceder a ese macabro ritual que rodea a todo este tipo de desgracias colectivas, en el que los familiares de las numerosas víctimas se empiezan a congregar en el lugar desde el que se gestiona la tragedia y se enfrentan a un dolor total e imprevisto, lleno de incógnitas y preguntas, que no podrán ser contestadas en un corto plazo. Las compañías aéreas, en este caso American Airlines, y las autoridades deben afrontar la gestión del dolor y ofrecer a los allegados todo el apoyo posible ante un hecho que, ya, irremediablemente, alterará sus vidas para siempre, porque las que se han perdido no volverán.

miércoles, enero 29, 2025

La UE y la IA

No he querido hacer un juego de siglas con el título, pero así ha quedado. Aunque ayer hubo un cierto rebote en los mercados norteamericanos, nada que ver el con el pánico del lunes, lo cierto es que las condiciones tecnológicas y geopolíticas del juego de la IA han cambiado radicalmente, y no se si estamos ante un momento Sputnik como se ha comentado por parte de algunos analistas, pero lo cierto es que lo que antes era una carrera en la que competía uno se ha convertido en un juego de dos, y lo que antes era un monopolio secreto de unas empresas norteamericanas se ha transformado en una disputa entre empresas de ambas naciones, con estrategias y condicionantes distintos.

Si se fijan, en todo lo anterior hay dos naciones en disputa, y existe un tercer actor que, por motivos obvios, nos importa muchísimo y no aparece en las noticias del lunes. Ni si quiera se vio afectado en sus bolsas, que ese día subieron. Ese tercer actor es la UE, nosotros. Hasta ahora veíamos la IA norteamericana como un invento fantástico y como algo que podíamos usar en nuestro favor, pero como respuesta parece que no había movimiento alguno para desarrollar una tecnología similar. Lo más sonado que ha hecho la UE respecto a este asunto mientras los norteamericanos presentaban sus modelos y los iban perfeccionando ha sido establecer el primer reglamento que regula los posibles efectos de esa tecnología. Sí, hemos llegado al absurdo de crear una norma para regular una industria que aún no existe en nuestro territorio, no hay empresas de la UE en el mundo de la IA generativa, sí que participen en la cadena de valor de chips, pero no en el desarrollo y puesta en marcha de modelos LLM estilo ChatGPT o DeepSeek. El anuncio de que se iba a crear el reglamento sobre el tema generó un montón de chanzas por parte de humoristas profesionales y casi todo el mundo, ahondando en el tópico de que la UE no crea nada y que se ha convertido en una potencia regulatoria, con la ambición global de que el resto del mundo se someta a sus normas. Evidentemente esto no va a ser posible. Aunque somos uno de los mayores y más atractivos mercados del mundo, nuestra capacidad para imponer reglas a los demás se ha ido diluyendo a medida que nuestro peso en el PIB global se ha reducido, y el paso de un mundo eurocéntrico a uno global nos ha empezado a dejar en un rincón del tablero. Eso es muy frustrante para quien, durante siglos, ha sido el que ha organizado el mundo para su propio beneficio. Ya no es así. En un mundo de potencias enormes, de grandes avances tecnológicos y de ejercicio del poder de la fuerza sin los disimulos de antaño, la UE sólo puede mantener su modelo legal, político y social si logra incrementos de productividad que le permitan mantener su riqueza relativa. Ya no vamos a ser capaces de imponer nuestros deseos por la vía militar, así que sólo nos queda la economía, y en ese campo o espabilamos o nos hundimos. Lo visto este lunes es una muestra de que China es un competidor ambicioso global en todos los frentes, también en el de la innovación, y que nosotros estamos dormidos en los laureles. Así no se puede llegar a ninguna parte. Sigo manteniendo mis dudas sobre los datos que la empresa china ha suministrado correspondientes a su modelo de IA. Supongo que costará bastante más, habrán sido necesarios muchos más chips y de un nivel más avanzado del publicitado, pero sea como sea, el modelo funciona, es operativo, es competencia, es real. En China, desde hace meses o años, ha habido equipos de ingenieros y desarrolladores centrados en eso y han logrado crear un modelo propio (y con sus censuras) que ha cambiado las reglas de juego. Eso es lo relevante. Y que ellos lo han hecho, y nosotros no.

¿No hay en Europa ingenieros de primera? ¿No hay dinero para invertir? ¿No hay centros de investigación punteros? ¿No hay emprendedores y grupos empresariales? Sí, sí, tenemos de todo esto, sí, pero no le estamos sacando el rendimiento debido. En el caso del coche, la idea de que somos invulnerables y que los chinos sólo hacen cosas de bajo coste nos ha llevado a la debacle que asoma en el horizonte. En la IA ya vamos por detrás de las dos potencias. China no sólo copia más barato. Crea. Y a día de hoy la UE ni copia ni crea. O espabilamos, o nos tomamos todo esto en serio o vamos a ser unos meros consumidores del desarrollo de otros. Y sin su riqueza.

martes, enero 28, 2025

China provoca un terremoto en la IA

El domingo por la tarde, mientras perdía el tiempo sin hacer nada de interés, vi que había algunas noticias referidas a una app china de IA que estaba siendo testada desde hacía unos días por expertos, y que, al parecer, ofrecía un resultado espectacular, comparable al de sistemas tipo Chat GPT de Open AI. Empezaban a aparecer opiniones sobre lo que eso supondría en el ecosistema de esta industria y el impacto que las características que la app china podía causar. A esas horas los futuros de los mercados de EEUU seguían cerrados, pero ya por la noche eché un vistazo y el rojo empezó a ser intenso. Reconozco que no puse relación a ambos fenómenos.

DeepSeek es el nombre de la empresa china que ayer desbarató gran parte de las creencias asentadas sobre cómo funciona la industria de IA y volatilizó valor en bolsa como nunca antes se había visto. Si ustedes entran en su web, con el logo de una ballena azul por bandera, tienen acceso a la app para descargarla y a un formulario de registro para darse de alta y empezar a interactuar con la IA, todo gratis. Se parece mucho a Chat GPT en su estética, pero eso es lo de menos, lo importante son las tripas. Sometida a un embargo tecnológico por parte de EEUU para que no pudiera acceder a los chips de altísima tecnología que se usan en la IA, China parece haber sido capaz de crear un modelo de IA de LLM, modelos de lenguaje que son comunes en todos estos bots, rompiendo los siguientes supuestos, hasta ahora considerados como condiciones necesarias; No ha usado los chips más potentes del mundo, no, sino unos que no son malos, precisamente, pero no la punta de lanza tecnológica. Son de Nvidia, sí, pero no sus joyas. No ha hecho un uso masivo de ellos, no, sino que le han bastado apenas un par de millares. Consecuentemente, el consumo energético de todo el sistema es bastante menor que el requerido por la infraestructura que hasta ahora se asociaba a los LLM, y todo ello redunda en un coste ridículo, que las fuentes oficiales chinas estiman en unos seis millones de dólares, una minucia comparada con los presupuestos que han hecho públicos Open AI u otras empresas norteamericanas. Además, DeepSeek, que traducido del inglés significa búsqueda profunda, está desarrollado en código abierto, lo que quiere decir que un especialista puede acceder a él, entenderlo y rehacerlo según sus necesidades. Es, más o menos, como la diferencia que hay entre Windows y Linux, siendo el primero un producto propietario de una empresa que lo ha desarrollado y no accesible en lo que hace a las tripas de su programación y el segundo un software en el que la comunidad que en él trabaja pone a disposición del resto los avances que se van creando para que, quien lo desee, pueda ir añadiendo, parcheando a adaptando según le convenga. El sistema de código abierto es un viejo conocido del mundillo de la informática y es muy querido por los desarrolladores, y odiado por los financieros, porque supone un golpe a la generación de ingresos entendida como la venta de paquetes de software cerrados y estandarizados. En fin, DeepSeek se convierte en una alternativa de bajo coste a los sistemas de IA conocidos, y ya sólo por eso supone una revolución en la materia, pero lo más importante de todo es que, según los expertos que lo están testando, es algo que funciona. Comparado con los últimos desarrollos de Open AI ofrece un rendimiento perfectamente comparable a la hora de superar pruebas de lógica y otros tipos de test a los que son sometidas estas máquinas para comprobar sus capacidades. Así que, casi de la noche a la mañana, una pequeña empresa china que era una total desconocida se ha convertido en un rival perfectamente competitivo para las joyas de la tecnología norteamericana, algo con lo que nadie contaba y que ha puesto patas arriba todo el mercado financiero global y, sobre todo, el relato de la supremacía de EEUU. Hay voces que opinan que todo es demasiado bueno para ser cierto, y que detrás de DeepSeek se esconde el potencial del gobierno chino, y en parte tienen razón, porque ese régimen controla todo lo que sucede en el país, pero a medida que pasen los días y los expertos calibren lo que hay se podrá ver si todo lo afirmado por la empresa china es cierto o no. Lo único que es seguro es que es una IA comparable a las conocidas en una nación que, según todos los que de esto saben, no debiera haber sido capaz de construir algo así.

El terremoto en los mercados ayer fue tremendo. Europa no se enteró de mucho, una de las pocas ventajas de vivir en el atraso tecnológico que ya nos caracteriza, pero en EEUU el golpe fue serio. El índice tecnológico Nasdaq cayó un 3% y la sangría fue enorme en las empresas que se dedican al sector, destacando Nvidia, la hasta ayer mayor empresa cotizada del mundo, fabricante de los chips que llenan todos los sistemas de IA conocidos. Ayer cayó un 17% y eso supuso perder un poco más de medio billón de dólares de capitalización, con b de burrada. Esa es la mayor pérdida de valor bursátil jamás registrada en la historia, equivale a casi la mitad de nuestro PIB. De esas dimensiones fue el golpe de ayer. Tremendo.

lunes, enero 27, 2025

Auschwitz, ochenta años después

Hoy se celebra el día mundial en conmemoración del Holocausto. La fecha escogida se debe a un 27 de enero de  1945, en su avance hacia Berlín, las tropas soviéticas llegaron a la localidad polaca de Auschwitz y se encontraron con el campo de concentración que, a las afueras de la misma, constituía todo un complejo industrial de enormes dimensiones. Lo que allí hallaron era la prueba de un rumor que corría por Europa desde hacía ya años, pero que nadie había querido confirmar, muchos ni creer. La dimensión del horror que se escondía detrás de aquel conjunto de alambradas, barracones, hornos y pabellones sigue, hoy, siendo incomprensible.

Hace ochenta años del descubrimiento de algo así, y bastante menos tiempo desde que la humanidad es consciente, y doliente, por lo que allí pasó. Los supervivientes contaron su testimonio tras la liberación pero muchos no los escucharon porque no daban crédito. Fue más el trabajo de los historiadores, recopilando las pruebas que demostraban la idea y creación de esa red de campos de exterminio lo que acabó calando en la imagen global que las palabras de los pocos que lograron salir de esas instalaciones con vida. Y recordemos, no nos consta testimonio alguno de los que entraron en las cámaras, porque ninguno de ellos salió con vida. Auschwitz se ha convertido en sinónimo de horror, pero de un horror inconcreto, de una monstruosidad ausente. No son los campos nazis los mayores exterminadores que haya conocido la humanidad, quizás ese siniestro mérito hay que otorgárselo a los gulags rusos o a los centros de reeducación de la revolución cultural maoísta en la China de mediados del siglo XX, pero si han logrado alcanzar la relevancia que poseen es porque en esas instalaciones nazis se aúnan una serie de cosas que parecen antitéticas, pero que nos describen perfectamente como seres humanos. Sí, porque sólo inteligencias humanas serían capaces de concebir lugares de exterminio como Auschwitz, y desatar todo el proceso administrativo, industrial, logístico, necesario para que una instalación de ese tipo funcionara. Sólo los humanos son capaces de trabajar coordinadamente en equipo, de una manera concienzuda, fría, inteligente y razonada, para alcanzar el logro de un lugar así. El exterminio de una parte de la humanidad como proyecto de trabajo de otra parte es algo que sólo los humanos somos capaces de hacer. Y la manera tan eficiente, planificada con la que esa labor se desarrolla en los campos nazis es lo que llega a estremecer hasta la locura. Diseñar una instalación en la que se asesine a unas diez mil personas al día a su máxima capacidad de rendimiento es un reto para ingenieros, planificadores, encargados de planta... Auschwitz era una fábrica de muerte, y enfrentarse a esa idea produce un vacío total. La negación de lo que allí pasó no es nueva, existe desde el momento en el que se descubre, en parte por el deseo de quienes estaban involucrados en lo que pasó de no hacerse responsables de algo que iba a ser juzgado con dureza por el resto del mundo, pero ese negacionismo no sólo se dio entre los jerarcas nazis y quienes simpatizaban con sus ideas, no. Miles y miles de personas en todo el mundo secundaban en su momento la incredulidad por lo que se iba sabiendo al descubrir ese y otros campos. En parte hay un sentimiento colectivo de culpa (no supe que eso pasaba, no hice nada para evitarlo, quiero pensar que no sucedió) pero también hay una negación ante lo que parece ser algo impropio del hombre. No es posible que algo así sucediera. Simplemente no se puede planificar el exterminio de millones de personas porque es algo tan atroz que escapa al entendimiento humano, no hay maldad real que sea capaz de algo así, debe existir un monstruo, algo no humano que ha hecho eso, algo que no somos nosotros. Es una reacción comprensible, equivocada, escapista, pero real. La imagen de que los nazis no eran humanos es la más sencilla de implantar en unas mentes que no son capaces de asimilar lo sucedido. Eso no pudo pasar. Pero sucedió. Ocurrió y, por ello, puede volver a suceder.

Apenas quedan supervivientes de Auschwitz con vida. El paso del tiempo está a punto de convertir al campo de un lugar de memoria a un espacio de la historia. Y esa ausencia de testimonios es el principal factor de olvido, de que Auschwitz se vaya empequeñeciendo en el espacio de la memoria de las generaciones vivas, que la señal que de allí emana, la del mayor peligro para nuestra existencia, nuestro irracional odio, pueda volver a reencarnarse en ideologías nuevas, o en versiones modernas de las de siempre. Hoy habrá muchos dirigentes en el campo reclamando mantener una memoria viva, y millones de personas ausentes que actúan como si eso no hubiera sucedido. Si hay algo que jamás debiéramos olvidar en nuestra existencia es todo lo que allí sucedió, y todo lo que lo hizo posible.

viernes, enero 24, 2025

Volver a los dieciocho

El otro día, en el café de la mañana, no se muy bien a cuenta de qué, uno de mis amigos planteó la pregunta de qué le diríamos a nuestro yo cuando tenía 18 años si pudiéramos volver, en plan Regreso al Futuro II, para darle consejos útiles. Se supone que tener más años y experiencia ayuda a evitar errores con los que te vas a dar de cabeza sí o sí, y más a esas edades. Él que planteó la pregunta dijo que él le recomendaría aprender a bailar, porque eso facilita mucho el conocer chicas y ligar. Me entró la risa, porque creo que mi yo pasado fracasaría en ese asunto hiciera lo que hiciese.

Rápidamente contesté, y em salió la vena materialista. Dije que le chivaría que, cuando se entere que hay una empresa norteamericana llamada Google que saca acciones a bolsa, que coja todos sus ahorros y los ponga ahí, y que casi todo lo que tenga, también lo meta en esa entidad. Que espere y que, mientras valga poco, pida prestado, venda lo que sea, para seguir metiéndolo ahí, y luego se dedique a hacer otras cosas mientras el valor se dispara. Que no venda y acumule ganancias hasta que aparezca una cosa extraña llamada bitcoin, y entonces venda todo su valor en Google y compre las cosas esas raras, que no entenderá, cuando valgan poco más de un par de dólares, y que esperes hasta el día que llegue a 100.000 y entones decida qué desea hacer con el resto de su vida. A los que estaban en el café mi respuesta les dejó algo fríos, quizás porque esperaban una opinión más centrada en valores morales o sentimentales. Reconozco que es lo primero que se me ocurrió, me salió la vena de economista. Se supone que si uno tiene aspiraciones el poseer independencia económica te ayuda a lograrlas y favorece notablemente que uno se pueda dedicar a ellas, te da la tranquilidad necesaria para hacer lo que desees y, en todo caso, quita preocupaciones. El café se terminó y volvimos cada uno a su oficina, pero me quedé pensando en el asunto y en lo que dije y en lo que, quizás, hubiera tenido que decir. El planteamiento de la historia es artificial, porque no se puede volver al pasado a sabiendas (el juego del almanaque deportivo de Regreso al Futuro II es brillante, pero imposible) pero queda la duda eterna del “y si…” que lleva reconcomiendo a la humanidad desde el principio de los tiempos. Lo que hicimos en el pasado ahí se queda, aunque ahora se venda la idea falsa de que el pasado es reescribible. Si cada uno analiza la vida que lleva podrá hacer un cierto balance y medir, más o menos, si ha conseguido las cosas que esperaba, si algunas de ellas han resultado ser como creía, sui determinados esfuerzos han sido productivos, en lo económico o personal, si las elecciones hechas en un momento dado han sido realmente condicionantes o no… es un asunto complicado, que puede llevar su tiempo, y que realmente no sirve para nada, porque lo que escogimos como sendero en una bifurcación del pasado no se puede alterar, y hay elecciones que parecieron trascendentes que quizás no lo fueron tanto y otras más nimias que sí han condicionado nuestras vidas. ¿Cómo calibrarlas? Cada uno debe recurrir a su experiencia y personal balanza a la hora de ponderar. Lo cierto es que en la edad en la que estoy, cincuenta y pocos cumplidos (sí, son muchos) empieza a ser inevitable hacer un cierto balance. No duplico esos dieciocho de punto de referencia, pero me queda poco, y eso hace que haya vivido mucho más desde ese punto que hasta él. ¿Sólo le diría a mi yo fórmulas para ganar dinero? ¿Debiera darle consejos sobre las cosas “importantes” de la vida que he ido aprendiendo para que no sufra, más allá de la carrera profesional y financiera que tenga? ¿Acaso he aprendido realmente cómo funciona la vida adulta como para sacar conclusiones que sirvan de algo? Mi sensación a medida que avanzan los años es que cada vez se menos de cómo se hace todo, de que lo que tenía por seguro se desmorona y lo incierto no deja de crecer, y que no se realmente cómo se lleva la vida en el mundo adulto, que me sigue pareciendo algo ajeno, arcano, y sí, peligroso.

Quizás debiera decirle a mi yo que cubra algunas de las taras que me han limitado en estos años. Que tenga algo más de valor a la hora de tomar decisiones profesionales, que aprenda inglés de una XXX vez, porque eso le va a ser más útil que muchas otras cosas, que intentase la aventura profesional de irse al extranjero cuando acabe la carrera, que lea algo menos, porque no aprenderá tanto pero no le va a sacar partido a lo que sabrá de los libros. Y que no haga nada cuando una chica le guste, que no se equivoque, que no se meta en esos líos, que vaya a un descampado y grite y se pegue porrazos contra un árbol, pero que a ellas no les diga nada, que se ahorre esos dolores. Quizás muchos recomendasen justo lo contrario. ¿Ven cómo no se qué hacer?

jueves, enero 23, 2025

El desgobierno, derrotado

La sesión del Congreso de ayer volvió a evidenciar que hace tiempo que no tenemos gobierno en España. Meramente hay unos señores, encabezados por Sánchez, que logró una investidura traicionando de manera infame sus promesas, que viven de la propaganda y del relato que día tras día venden en medios subvencionados. No hay gerencia, no hay responsabilidad, no hay trabajo serio ni digno de tal nombre entre aquellos que encabezan los ministerios, sólo afán de notoriedad, obsesión por colocar a los propios y exprimir las nóminas públicas hasta que llegue el último día en el que pueda cobrarlas. Ese es el único plan.

Tres eran los reales decretos que se debían votar. Uno, relativo a la reforma de las pensiones, iba a salir adelante porque el PP ya avanzó que lo respaldaría. El segundo, sobre el impuesto a las energéticas, ya se sabía que iba a decaer por el rechazo del PP y la unión de PNV y Junts, y el tercero, el llamado ómnibus, era un revoltijo de medidas que aunaba la subida de las pensiones, la prórroga de las ayudas al transporte y cosas variadas, como la cesión de un palacete en París por valor de muchos millones de euros al PNV, así, con un par, porque los nacionalistas vascos son maestros a la hora de exigir y ellos no son tanto amantes del ladrillo como, directamente, de los sillares labrados, que para eso se creen los dueños de la finca y viven como si así fuera. Junts, Puigdemont, avisó a media mañana que iba a votar en contra de los tres decretos, por lo que la caída del ómnibus pasaba a estar en manos del PP, que ejerció su voto negativo para evidenciar que no hay mayoría parlamentaria que sustente al ejecutivo. La derrota de este decreto es un mazazo para muchos, pero sobre todo para los que se creen la propaganda gubernamental y aún más para los que viven de ella, que saben que tendrán días oscuros si el gobierno acaba cayendo un día de estos y dejan de recibir las subvenciones que ahora cobran. Supongo que en los medios de hoy la cosa estará dividida entre los que destacan la situación asediada de un desgobierno chantajeado desde Bélgica por un sedicioso, que era vendido como progresista cuando avalaba a Sánchez, y los que acusarán al PP, y en bajito al sedicioso para que no se moleste, de dejar a los jubilados sin paga revalorizada y a los que usamos el transporte público sin rebajas. En fin, cosas de la miseria política y de los medios en la que nos movemos. La cruda realidad es que el gobierno ha intentado hacer algo para lo que no tiene votos y no le ha salido, así de fácil. Si presenta un decreto aislado en el que se incluya la revalorización de las pensiones, Junts y PP ya han dicho que votarán que sí, por lo que saldrá. Si hace lo mismo con el descuento al transporte, lo mismo, y así uno a uno algunos saldrán y otros no. Es probable que incluso si presenta por separado el pago del palacete al PNV por los favores prestados (cómo atrona el silencio de los medios “progresistas” ante semejante cacicada) puede que salga, porque el PP votará que no pero Junts puede que lo apoye, a cambio seguramente de un edifico similar en otra de las avenidas parisinas de renombre, que el gobierno tendría que buscar, para que así el pobre Puchi tenga donde recalar por si algún día se le ocurre ir de visita desde la lujosa casa que algunos cómplices le siguen pasando en Bélgica a las galerías Lafayette para comprarse algunas cosas modestas y de bajo precio. Resultaba divertido escuchar ayer las excusas que se inventaba el desgobierno para salir al paso de la derrota absoluta y, en paralelo, oír a los portavoces de Junts, ese grupo de chuletas mal educados y trumpistas hasta el fondo, acusar al PSOE de trilero, engañador, mentiroso, chulesco y otras cosas similares. Viniendo de auténticos profesionales en el arte de todas esas maldades de las que acusan a los demás, los que un día se llamaron socialistas debieran hacérselo mirar.

En un país normal, tras lo de ayer, Sánchez dimitiría, pero hace tiempo que esto no es un país normal y que Sánchez no va a dimitir pase lo que pase, no vaya a ser que no revalide el puesto que le obsesiona y le sirve de parapeto ante sus causas judiciales. Es desolador comprobar hasta qué punto el panorama político ha degenerado y ya no queda nada, sólo ruido y espectáculo banal. El Congreso se ha convertido en un mero circo de chantajistas puigdemoniacos, chantajeados exsocialistas, comparsas varias, y un PP que, en medio de semejante panorama, no logra mayoría absoluta en las encuestas de verdad, no en las manipuladas. Esto es lo que tenemos.

miércoles, enero 22, 2025

Tic tac Tik Tok

Una de las primeras medidas presidenciales de Trump ha sido la de levantar la prohibición ratificada por el Tribunal Supremo sobre la red Tik Tok. Hace ya meses la administración Biden inició un proceso para prohibir el uso de esa red en EEUU alegando que su empresa matriz, la china ByteDance, colaboraba con el gobierno de Beijing y la información que la aplicación recolectaba era accesible para los servicios de inteligencia de esa nación. Por un motivo de seguridad nacional, la norma que aprobó el Congreso daba la oportunidad de, vendiendo el negocio en suelo norteamericano a una empresa local, mantenerse, si no, el cierre. Trump, en su momento, apoyó esta forma de actuación.

¿Se imaginan cómo sería su vida si, de repente, la red social de la que tanto disfrutan, y a la que están enganchados, se cierra? Esta pregunta se la pudieron responder los usuarios de Tik Tok en EEUU desde las cero horas del pasado domingo, cuando entró en vigor la prohibición y la app se fue a negro en todos los dispositivos. Cerca de la mitad de la población de ese país, unos 170 millones, son usuarios de esa red, y su expansión global es absoluta, siendo ahora mismo, probablemente, la red social más usada del mundo (whtasapp es otra cosa, creo yo). Su éxito entre la población infantil y juvenil es total y el formato de vídeo corto, chorra y vertical ha arrasado en todas partes. Según los expertos, es la que tiene el algoritmo mejor depurado para conseguir enganchar al usuario de la manera más eficaz posible y en el menor tiempo, que es el objetivo último de este tipo de empresas. El usuario, cautivo por su propio deseo, es una fuente de datos valiosísima para negocios paralelos en los que la publicidad y las ofertas comerciales de todo tipo tiene una enorme importancia. Así mismo, como otras redes, hay miles, millones si me apuran, de usuarios y empresas que se han organizado en torno a ella para generar negocios, creando contenido, cobrando suscripciones y demás alternativas que ofrece el mundo de las redes. Tik Tok es una máquina de generar riqueza tanto para su empresa matriz como para los que la utilizan como un activo en sus negocios, por lo que el cierre de este tipo de servicios genera efectos económicos potentes en sectores de lo más diverso. Una red social no es sólo un sumidero de tiempo personal, que también, sino un negocio enorme que vive de la imbricación de los millones de usuarios que posee, y que crece en capacidad financiera a medida que la red se expande. La masa vale en sí misma. En el mundo actual probablemente Tik Tok es la reina en lo que hace a usuarios e Instagram lo es en lo que hace a negocio, habiéndose convertido en una herramienta obligatoria para cualquier empresa. Otras redes se encuentran en retroceso, como es el caso de Facebbok, por la cada vez mayor edad de sus participantes, o Twitter, antes X, metida en polémicas sin fin en las que el comportamiento desquiciado de su dueño no hace sino agravar. El caso de Tik Tok es especial porque se trata de la única empresa no norteamericana, para más inri china que ha conseguido triunfar en el mundo global de las redes. Todas las demás han sido desarrolladas en California, en Silicon Valley, por lo que la red china es un competidor ajeno, y muy fuerte. En el mundo en el que la atención del usuario es lo fundamental, los minutos que se pasan en Tik Tok no se usan en Instagram u otras plataformas, por lo que es obvio que las empresas norteamericanas consideran un competidor muy serio a la entidad china, y han aplaudido con las orejas durante todo el procedimiento legislativo que estaba encaminado a su prohibición. ¿Buscan simplemente el monopolio? ¿Las alegaciones de seguridad nacional son una excusa para quedarse con el mercado de un rival poderoso? No son pocos los que opinan que detrás de estos movimientos existe simplemente lo de siempre, la lucha económica y la colaboración de un estado, en este caso, el norteamericano, con sus empresas para que una empresa extranjera no sea competencia. Si finalmente la app se permite en aquel país pero es gestionada por una matriz norteamericana, las excusas sobre la defensa de la privacidad de los usuarios quedarán convertidas en papel mojado, y el que la gestione pegará un gran pelotazo económico. ¿Será Musk quien se haga con ella?

Ahora que no nos oye nadie, querido lector, es obvia la certeza de la acusación sobre los datos de los usuarios, porque claro que el gobierno chino se queda con ellos y los usa para espiar, al igual que lo hace el gobierno de EEUU con los datos que recolectan sus empresas. El único que no espía con datos es el que no tiene acceso a ellos, así de simple. A partir de ahí el problema es una mezcla de poder, influencia global y negocio económico, en la proporción que ustedes deseen. A la espera de saber cómo acaba esto, piense en su vida sin su red favorita ¿Cómo lo llevaría?

martes, enero 21, 2025

Trump ya es el emperador

Pues sí, Trump ya ha jurado su cargo y preside los EEUU, el país más poderoso del mundo y el que más influencia tiene en todo lo que sucede a lo largo y ancho del planeta. Por ahora, se podría añadir, pero de momento así es, y más vale que seamos conscientes de ello. En una ceremonia atípica, en el interior del Capitolio, por el gélido temporal de frío que se abatía sobre la capital, en medio de numerosas apelaciones a Dios, a la grandeza de América (léase EEUU) y el destino manifiesto como creencia común de todos los presentes, JD Vance como vicepresidente y Trump como emperador juraron su cargo y accedieron al poder duro más efectivo que se conoce. A partir de hoy, parte de nuestro destino está en sus manos.

El discurso de Trump posterior a su firma no contuvo muchas sorpresas, si no consideramos como tales que algunas de las extravagancias que había dicho días atrás las repitiera, ahora ya no como uno más sino como presidente envestido. Fue una alocución de obvio toque nacionalista, identitario, en la que se puede probar a cambiar las referencias a EEUU por Cataluña y podíamos estar escuchando a un doblador en inglés de Puigdemont. Trump sigue anclado en la mentalidad ochentera, considera que esa fue la época dorada de EEUU (no es cierto) y promete volver a ella, a un pasado que ya sólo existe en la memoria de quienes lo vivieron. Mientras decía esas cosas, a pocos pasos del atril, se encontraban los dirigentes de las mayores empresas tecnológicas del país, o lo que es lo mismo, las mayores empresas del mundo, con el desquiciado Elon Musk a la cabeza. Hablaba Trump de un presunto pasado glorioso y la gran empresa norteamericana jamás ha dominado el mundo ni alcanzado los niveles de capitalización y beneficio que registran los gigantes de Silicon Valley. Para que se hagan una idea, los cutres amaños de poder que ayer les comentaba de nuestro desgobierno en Telefónica se producen en una empresa que capitaliza en bolsa más o menos el 1% de lo que lo hace Nvidia, o Microsoft o Apple, por nombrar a las más gordas. Es una dimensión de poder económico sin parangón. Escuchar, con ese auditorio, un discurso mercantilista propio del siglo XIX por parte de un sujeto que no sabe de economía mucho más allá de lo que puede aumentar de valor un suelo cuando se recalifica para construir una de sus torres es desalentador, pero, como antes les señalaba, es lo que ahí, y más vale que lo asumamos. El conjunto de decisiones que vaya a tomar Trump, algunas extrañas, otras aberrantes, muchas sorprendentes, va a estar marcado tanto por esa visión suya de un mundo que ya no existe sino en sus recuerdos como con la idea de que todo es un juego de suma cero, una visión que comparten muchos desde posiciones ideológicas presuntamente opuestas, pero que son idénticas, aunque se vistan de ropajes distintos. El mundo como una suma cero en la que lo que yo gano es lo que tu pierdes y viceversa, una competición en la que las pérdidas y ganancias se autocompensan, un mundo en el que no existe el crecimiento. Para Trump no hay socios o amigos, sino rivales para sus intereses y colaboradores necesarios para lo que surja. Si alguien le es útil para sus fines le premiará, sino le castigará, pero con el interés propio por bandera, sin tener en cuenta en ningún caso ni el interés colectivo de la humanidad ni otro tipo de asociaciones, sean de tipo militar, económico o de cualquier otro. Esa visón trumpista, falsa, errónea, incompleta, va a condicionarlo todo, y para naciones débiles como somos las europeas va a suponer un reto colosal, al enfrentarnos a un mundo en el que nosotros no somos capaces de competir de tú a tú contra los grandes. En una liga en la que EEUU y China pueden ser líderes mundiales, la necesidad de alianzas para cada uno de ellos puede verse como una carga para algunos de los estrategas de ambos imperios. Es esa palabra, imperio, una de las que más vamos a escuchar en este tiempo que empieza, en el que los designios de Washington ya no van a ser la expresión de un deseo compartido, sino órdenes ejecutivas fundamentadas en su propio, exclusivo y, mal entendido, único interés.

En una de sus última decisiones, traicionando nuevamente a su legado, el ya expresidente Biden extendió un indulto preventivo para toda su familia, en previsión de las causas legales que les puedan afectar y lo que Trump tuviera planeado. Tras ello, el que el nuevo presidente haya decidió indultar ya a más de mil implicados en el asalto al Capitolio de hace cuatro años, promovido por él, sigue resultando humillante, pero desde el lado del partido demócrata no es tan criticable como antaño. Más similitudes entre Trump y el sedicioso “Puchi”. Para la democracia liberal, ayer fue un mal día, y me temo que vendrán otros peores.

lunes, enero 20, 2025

El asalto a Telefónica

Esta semana, coincidiendo con el inicio de la presidencia de Trump, se celebra el foro de Davos, esa reunión de dirigentes políticos y empresariales que se celebra en el enclave suizo en el que Thomas Mann situó, quizás premonitoriamente, su montaña mágica. Entre los asistentes españoles que han confirmado su presencia está Pedro Sánchez y algunos conocidos dirigentes empresariales, como Ana Patricia Botín o Ignacio Sánchez Galán. Uno de los habituales en estos encuentros ha sido Jose María Álvarez Pallete, responsable de Telefónica, la que antaño fuera la gran empresa multinacional española, de paca caída desde hace un tiempo. Ya no viajará.

No lo va a hacer porque este fin de semana, de manera sorpresiva, se ha procedido a su cese fulminante y sustitución por parte de Marc Murtra. El golpe palaciego ha sido desarrollado por la SEPI, el principal miembro del consejo de administración de la entidad tras su entrada para compensar la aparición de los saudíes de STC. La SEPI es el brazo inversor del gobierno, por lo que es obvio que el peso de Moncloa y sus designios es elevado en la manera de dirigir la empresas, y todo el mundo daba hecho que, cuando llegase el momento de revelar al directivo de la empresa, los designios de Sánchez tendrían relevancia, pero nadie esperaba ni esta velocidad en el movimiento ni la desfachatez absoluta con la que se ha hecho, con una llamada directa desde presidencia del gobierno a Pallete para que se presentase el viernes en el complejo presidencial para saber que iba a ser despedido al día siguiente. Las formas y el fondo de la decisión han sido similares a las maneras en las que Ferraz cambia a algunos de los dirigentes orgánicos del partido en una federación de segundo orden, con unas formas despóticas propias de tiempos pretéritos y la sensación de que el gobierno ha actuado con la sensación de estar manejando un cortijo propio. No ha habido pudor alguno para escenificar la ejecutoria del poder, todo se ha hecho desde un despotismo absoluto y con aires franquistas, sí, franquistas, en una empresa que fue del gobierno y que ya no lo es, pero lo sigue pareciendo. El elegido por Sánchez para dirigir la empresa, Murtra, tiene como principal aval el ser pata negra del PSC, y eso es lo único que le ha permitido fraguar una carrera en la que los cargos públicos en la Generalitat catalana y Ayuntamiento de Barcelona han sido su campo de entrenamiento. De ahí ha llegado hasta la presidencia de Indra, una de las principales empresas tecnológicas españolas, que tiene contratos de todo tipo con la administración y una gran vinculación con sectores muy en auge en estos momentos como la defensa. A Indra Murta llegó tras una discusión muy intensa entre el gobierno e inversores privados de la empresa, y también en ese caso el sanchismo logró imponer a su candidato, y el principal aval era también que venís de un PSC, que lo manda todo en el PSOE actual. La capacidad empresarial de Murta es escasa, bastante desconocida y requiere que haya numerosos artículos bien pagados por parte de Moncloa en los medios propios, públicos y privados, en los que se viste su trayectoria de una manera que le equipara a un ejecutivo de Silicon Valley (esa frase de El País que lo califica como “primer espada” del Ibex35 provoca sonrojo). Con estos antecedentes es de esperar que la gestión de Murtra sea noticiosa no tanto por las decisiones de negocio de la compañía como por lo que decida hacer en temas como la financiación de empresas anexas al sanchismo (piense usted en la insostenible deuda de PRISA) o las posibilidades de colocación que se abren en el consejo de administración y en los cargos directivos de la entidad para poder afectos y amiguetes varios que se vena necesitados de un ingreso, dadas sus nulas capacidades de crear valor por sí mismos. En este sentido el PSOE como agencia de colocación es realmente imbatible, y visto desde fuera entiende uno que muchos acudan a los partidos políticos gracias a las posibilidades de enchufismo que supone ascender en sus estructuras. Uno puede llegar a ser asesor de alguien (puesto que garantiza ingresos y nada de trabajo) o miembro de una gran empresa en la que se pueden crear huecos improductivos muy bien remunerados sin que se note.

La expresión “capitalismo de amiguetes” es algo más que una frase hecha, y lo sucedido este fin de semana es un perfecto ejemplo de esa tradición tan carca, propia y extendida, de hacer chanchullos con el dinero propio y ajeno utilizando para ello los resortes del poder político. El mayor profesional de este oscuro arte en nuestro entorno es el PNV, que coloca de manera magistral a todos los suyos y que maneja el ecosistema institucional y empresarial vasco como un cortijo decimonónico, pero tanto PP como PSOE han sabido aprender a hacer de su capa un sayo y, del dinero de todos, el suyo. Hasta hace algunos años se guardaban ciertas formas sobre estos movimientos. Ahora, a mayor gloria de un sanchismo desatado, no hace falta.

viernes, enero 17, 2025

Hay que huir de los puros

Lo que pasó ayer en el gobierno de Israel es un buen ejemplo de una tendencia a la degeneración que se da en todas las ideologías y, en general, formas de pensamiento, y que curiosamente, en los tiempos en los que vivimos, se fomenta. Netanhayu, que es nacionalista israelí, sionista, y de derechas, es visto como un duro entre los suyos, entre otras cosas porque lo es. Para poder gobernar fraguó una alianza con ultranacionalistas de derechas, que son extremistas, y que ayer se rasgaban las vestiduras por el acuerdo alcanzado para que la guerra en Gaza se extinga. Amenazan con abandonar el gobierno y, puede, hacer que Netanyahu pierda el poder.

Al igual que en la vida siempre siempre nos vamos a encontrar con alguien más listo que uno mismo (en mi caso muchos) en todos los demás aspectos de la vida siempre va a haber alguien que sea más amante de las esencias de las cosas. En política es muy fácil de ver. Hay gente que tiene aprecio al lugar en el que vive, su pueblo, región, país, o la unidad que considere como natural para sus intereses. Es normal, pero siempre habrá alguien que muestre más amor a ese concepto espacial, inventado, que no existe sino en la cabeza de los humanos, y que se declare patriota. A partir de ahí empiezan los problemas, porque entre los patriotas aparecen aquellos que son patriotas de verdad, frente a los patriotas melifluos, y surge el nacionalismo, momento en el que aconsejo tomar distancia de quien así se proclama y mantener las formas, pero no interactuar demasiado. Y entre los nacionalistas no faltarán los que consideran que su visión es la verdadera, y no la de los que no le ponen el suficiente ardor, y el ultranacionalismo empieza a crecer en su nicho, y se acaban creando aberraciones como Junts, Bildu, Esquerra, Vox y cosas por el estilo, auténticas basuras morales e intelectuales de las que hay que huir lo más rápido posible. En este proceso de profundización, de degeneración para mi gusto, cada grupúsculo suele ser inferior en tamaño al anterior pero más obseso en la defensa de sus principios, y con una paranoia creciente respecto a todos los demás, empezando por los que antes de su creación eran compañeros de viaje ideológico. Como en la física, este proceso de hundimiento puede seguir de manera indefinida, creando un agujero negro que es capaz de argumentar a favor de la eliminación de los enemigos del grupo, donde enemigo es cualquier otro y eliminación es lo que ustedes creen que significa. Pero evidentemente este proceso no se da sólo en política, ni mucho menos, sino en todo lo que una persona es capaz de sentir o entender como afición o gusto. Entre los que les gusta eso de pegar patadas a un balón hay forofos y ultras en todos los grados imaginables, y en ese espectro se observa la misma secuencia de hundimiento en los abismos que no tiene mucho sentido pero que parece dotárselo a los que comparten el nicho. En el amor también se produce algo así, y es lo que explica en muchas ocasiones que de la adoración se pase a la violencia de género, en un acto que me parece una de los más incomprensibles que existen ¿Cómo se puede dañar a lo que se ama? ¿Cómo herir a alguien a quien se quiere? Quizás el caso más estudiado de todos estos procesos es el de la religión, en la que el integrismo es un concepto asentado en todas las creencias que en el mundo ha habido y que, durante milenios, ha causado problemas y tragedias sin fin, en cada caso con un Dios o panteón distinto como excusa. En las religiones monoteístas ese proceso ha sido amparado por el propio corpus doctrinal, donde la adoración ferviente al Dios único está por encima de todo, también de todos aquellos que no lo secunden. De pequeño no entendía cómo quienes se decían más amantes de Dios y de sus hermanos causaban matanzas a sus hermanos y a otros en nombre de ese Dios al que adoraban, y sigo sin entenderlo. El integrista debiera de ser el más bondadoso entre todos, pero resulta que es todo lo contrario.

En fin, consejo práctico. Además de huir como de la peste de los excesivos, huya en sí mismo del concepto de la pureza absoluta, de la búsqueda de lo más excelso, de la creencia total en algo o alguien. Es bueno tener convicciones, aficiones, gustos y deseos, pero lo mejor es mantenerlos a raya, moderarlos, domesticarlos, que aporten pero no obsesionen, que no cieguen, porque a partir de ahí nos convierten a nosotros, y a quienes nos rodean, en esclavos, en instrumentos. Los puristas son un peligro para ellos mismos y para quienes les rodean. Sean flojos, débiles, de gustos y creencias, pero con dudas. Cuídense mucho de aquellos que no dudan, no estén muy cerca de ellos.

jueves, enero 16, 2025

Tregua en Gaza

Ayer se hizo público el acuerdo alcanzado por Israel y Hamas que pone, por fin, un punto y a parte a la guerra de Gaza, declarando un alto el fuego que entrará en vigor a partir de este domingo 19 de enero. El acuerdo recoge la entrega de los rehenes que Hamas mantiene en la franja, en tres fases, y la excarcelación de cientos de presos palestinos que están detenidos en Israel, además de la retirada de las IDF del territorio de la franja, con vistas a que sea la Autoridad Nacional Palestina la que pueda ir haciéndose con el control de la zona, con vistas a su administración futura.

Transcurridos quince meses desde los atentados salvajes de Hamas, que causaron una conmoción absoluta en la sociedad israelí, la situación en el vecindario de Israel nada tiene que ver a como era el día anterior a la ejecución de esa matanza yihadista. Israel ha emprendido una política militar despiadada contra todas las terminales chiíes comandada por Irán y, a lo largo de estos meses, las ha convertido en una sombra de lo que eran. En Gaza, la situación es horrenda. Más de un año de guerra abierta han arrasado por completo el territorio, convirtiéndolo en una escombrera. El número de víctimas de palestinas se cifra en casi cinco decenas de miles, aunque puede ser más alto, y la situación del resto de habitantes, entorno a los dos millones, es de indigencia absoluta y de imposibilidad de volver como tal a una residencia dado el nivel de destrucción alcanzado. Hamas, como fuerza militar, se encuentra sumamente devaluada y es mucho más inofensiva que antes. La inmensa mayoría de sus arsenales militares están destruidos y, pese a que la actuación israelí haya podido crear un sentimiento favorable a la resistencia palestina, es obvio que el mundo del miliciano en la franja ha desaparecido como tal. Es casi seguro que la mayor parte de sus fuerzas paramilitares de élite yacen ahora bajo toneladas de escombros y no hay nadie capacitado para montar una resistencia militar activa. Otro factor, trascendental, que va a hacer que Hamas no pueda recuperarse a corto y medio plazo es la situación de debilidad en la que ha quedado irán, su valedor, financiador y suministrador de armas. El régimen de Teherán es uno de los grandes perdedores de toda esta guerra, habiendo sido derrotado de manera indirecta en Gaza, Líbano y Siria, perdiendo en los tres territorios la gran parte de sus capacidades militares y viendo diezmadas las fuerzas que alimentaba en cada uno de ellos y le servían para mantener bajo control. En definitiva, la guerra de Gaza ha arrasado el territorio y destruido al enemigo de Israel, pero deja muchas preguntas sobre cuál va a ser el futuro de ese territorio y de sus habitantes. La actitud israelí hacia los palestinos durante esta guerra, tanto en Cisjordania como en Gaza, ha sido de desprecio profundo, y la posibilidad de crear dos estados viables se ha casi deshecho dados los daños causados en Gaza y el asedio constante al que los colonos han sometido a las poblaciones de Cisjordania, el único territorio viable a partir del que se podía construir una nación palestina como tal. La acción de Hamas desquició a la población israelí y ha hecho que muchos de los más radicales se hayan colocado al frente no sólo del gobierno, sino de gran parte de los centros de influencia. El expansionismo israelí, reforzado por la dimensión de sus victorias militares, ha hecho del país una fuerza hegemónica en la zona, y ha mostrado a todos sus enemigos que su capacidad militar de respuesta, y el deseo de usarla, está mucho más allá de lo que nadie hubiera imaginado. Volver a embridar a Israel en una política de colaboración con el resto de fuerzas de la zona va a ser complicado, y eso es un factor nuevo que antes no existía. El sionismo es poderoso en el país, y el saldo de las guerras le ha otorgado un prestigio del que carecía. La división política en el país se mantiene, se ha profundizado si me apuran, pero el poder ahora mismo lo llevan los halcones.

¿Es el acuerdo anunciado ayer el primer fruto de la llegada de Trump al poder? En parte creo que sí. Cierto es que el texto pactado no deja de ser una versión muy similar a la que Biden propuso ya en mayo de 2024, pero creo que ha sido la presión de Trump sobre Netanyahu la que ha forzado a Israel a acordar ahora lo que ha rechazado durante meses. Trump es el aliado más fiel con el que puede contar el sionismo israelí y, también por ello, al que más caso va a hacer, aunque le sugiera cosas que no le gusten. Me da que Trump quiere que la zona deje de ser noticias, avalará a un Israel dominante, y se centrará en conflictos que considere de primera división (léase Rusia y China). No olvidemos que el pacto empieza a regir un día antes de su jura presidencial.

miércoles, enero 15, 2025

Falta vivienda, sobra demagogia

A medida que los precios de la vivienda se han ido disparando e impidiendo su acceso a cada vez más capas de la población se ha hecho inevitable que PP y PSOE, onanistas ellos, se acaben fijando en ese problema para que el magma social que genera no les abrase. Créanme que es por autodefensa por lo que ahora sacan presuntas medidas para facilitar el acceso a la vivienda. No porque les preocupe el tema, que les da igual, sino porque puede suponer para ellos un serio problema de cara a sus expectativas electorales. En lo que hace a residencias, los responsables y altos cargos de esos partidos ya han demostrado ser capaces de conseguirlas, para ellos y sus amigas especiales, sin problema alguno.

Lo de la vivienda es un problema difícil y de solución lenta. Resumidamente, faltan pisos y la demanda se ha disparado. Hay muchas zonas de España donde el mercado inmobiliario está semi paralizado, porque no hay gente que quiera vivir allí, pero en las ciudades conseguir piso se ha vuelto imposible. Los visados de obra son escasos, cada vez hay más gente que acude a vivir de localidades pequeñas a las más grandes, y el enorme aumento de población registrado en España desde el fin del covid, fruto de la inmigración, ha hecho que la demanda de viviendas se haya vuelto enorme frente a una oferta restringida. Además se está produciendo un hecho significativo, que es el disparo del número de separaciones, y donde antes un piso acogía a dos ahora dos pisos son necesarios para que ambos puedan vivir. Sea por lo que sea, la demanda está desatada. Pro el lado de la oferta, se construye mucho menos de lo debido, y sobre los pisos existentes, ha salido una alternativa económica que hace la competencia al alquiler de toda la vida, que es el alquiler turístico, capaz de generar ingresos mucho mayores en un momento de boom en el sector de los viajes y estancias. Eso ha hecho que el parque de pisos en alquiler para uso residencial también haya caído notablemente, por lo que el precio de los que quedan, con una demanda disparada, no hace sino subir como un cohete de Elon Musk. En definitiva, para el que busca comprar o alquilar en grandes ciudades, que es donde la gente quiere vivir, las alternativas son muy malas o peores. Esto se da en Madrid, Barcelona, Málaga, Bilbao, Sevilla, Valencia… ciudades grandes gobernadas por distintos partidos políticos, que venden presuntas ideologías contrapuestas, pero que se enfrentan a una misma situación en sus cascos urbanos. Todos los partidos han propuesto, entre sus soluciones, la de incentivar la compra subvencionando más o a mayores edades a aquellos que quieren acceder a un piso, y eso es un enorme error que sólo genera el incremento del precio de la vivienda y el traslado de esa subvención directamente desde el bolsillo del comprador al del vendedor. Las órdenes que se han dictado para limitar los precios de los alquileres se traducen, en numerosas ocasiones, en un precio oficial fijado y en un mercado negro en el que se pagan suplementos que no tributan, de tal manera que todo queda más o menos como antes, salvo algo de propaganda que endulza oídos agradecidos. Una de las medidas anunciadas por Sánchez es imponer un impuesto del 100% a la compra de vivienda por parte de los no comunitarios, lo que incluye, ojo, a los ingleses. Por lo que se ha publicado tras este anuncio, aproximadamente un 5% de las viviendas vendidas en España el año pasado fue a este tipo de compradores, por lo que no parece que sea algo que pueda alterar mucho el mercado, salvo quizás en ciertas zonas turísticas de costa. Lo cierto es que no hay soluciones mágicas. Una de las que sí hay que hacer, y ya, dado lo lento que es el proceso, es disparar la concesión de licencias de obra, de tal manera que se empiecen a construir muchos más pisos. En la época de la burbuja se construían cerca de 600.000 al año, lo que era disparatado, y ahora estamos en poco más de 100.000, lo que es claramente insuficiente. De la resaca de aquello tenemos la insuficiencia de ahora. Hay que revertir eso y comenzar un proceso de construcción densificada en las ciudades, pública y privada, para que haya opciones.

Las pocas medidas intervencionistas que me parecen adecuadas tienen relación con la regulación de los pisos turísticos. No es posible que un propietario saque un rendimiento desatado de una vivienda mediante alquileres no regulados, que no tributan, que son realmente un negocio encubierto, y que genera externalidades negativas no sólo en el mercado inmobiliario sino, directamente, en la convivencia en la comunidad de vecinos. Registrar esos pisos, gravarlos, regularlos en definitiva, es algo que urge y que requiere la coordinación de ayuntamientos, comunidades y administración central. Pero que nadie espere milagros en semanas o meses. Mientras el ciclo siga al alza y al demanda suba, no habrá mucho alivio.

martes, enero 14, 2025

En Los Ángeles también arde la unidad de EEUU

Sigue el incendio en la ciudad de Los Ángeles, aumentando la cicatriz urbana en forma de destrucción y propiedades arrasadas. Se espera que los vientos resecos del interior soplen nuevamente con fuerza, tras la tregua de este fin de semana, y aviven aún más las llamas. Eso hará que los daños sigan creciendo y, a pesar de los esfuerzos cada vez mayores destinados a contener el fuego, éste siga siendo un enemigo formidable y para nada contenido. Miles y miles son las personas que lo han perdido todo, que no tienen a donde volver, porque lo que fiera una vez su casa no existe en ningún sentido, más allá de la negruzca parcela en la que están sus restos arrasados.

Em está asombrando, a la vez que enojando y entristeciendo, que en el desastre de Los Ángeles se están dando muchos paralelismos con lo sucedido en la DANA de Valencia. En ambos casos el origen primario del horror es algo ajeno, un incendio forestal en la temporada en aquel caso, un diluvio histórico en el nuestro, y a partir de ahí se observa una secuencia de comportamientos por parte de las autoridades y responsables diversos que es, en ambos casos, un cúmulo de negligencias e irresponsabilidades. No hay información sobre lo que pasa a la ciudadanía, no se corre a tomar medidas, no existe una sensación en las personas responsables de que estamos ante un desastre de enormes dimensiones y de graves daños, personales y materiales. Hay una escasa respuesta de los medios de extinción en un caso y rescate en otro, y poco a poco, de manera remolona, se ve cómo los efectivos acuden, pero como si lo hiciesen a disgusto. En California no se ha visto la intervención del ejército de EEUU, el más poderoso del mundo, y aquí costó Dios y ayuda que lo hiciera. Ha habido fallos de coordinación, técnicos, logísticos, de todo tipo. Ambas son zonas proclives a los desastres que han sufrido, no les ha tocado algo que no les sonase, y pese a ello la respuesta ha sido muy deficiente. Y, para rematar, en algo muy repugnante, sí que ha habido una total coincidencia entre ambos desastres, y es su uso en la bronca partidista local y nacional. Aquí está más que debatida y, para mi, no admite discusión la necedad mostrada por Carlos Mazón al frente de la Generalitat Valenciana (cada día que sigue es un insulto a toda la ciudadanía) y el aprovechamiento del desastre por parte de Sánchez para hundir a un gobierno del PP (si necesitan ayuda, que la pidan) obstaculizando el envío de recursos. En California, gobernada por los demócratas, el gobernador Gavin Newson está siendo blanco de graves acusaciones por parte de unos y de otros ante la inacción de los recursos del estado, los fallos que se han visto en los puntos de suministro de agua y retardante y, en general, la escasez de medios mostrada. Ante esto, los republicanos, con Trump a la cabeza, se han lanzado a mandar mensajes en las redes sociales donde muestran poca afección ante las víctimas y sí mucho ímpetu para criticar a los demócratas y, en especial, a Newson. En su momento el gobernador de California sonó como posible rival de Trump en el caso de que Biden lo dejase y, tras la retirada del candidato presidencial y la elección apresurada de Kamala como candidata, sus aspiraciones presidenciales parecieron verse atenuadas, pero para muchos era el auténtico tapado tanto en el caso de que Kamala ganase, como posible relevo, como sobre todo si perdía, como posible esperanza para el partido. Este desastre puede ser la tumba política de Newson, aunque se toma lecciones de Mazón y se atrinchera en el cargo por encima de los muertos y la catástrofe puede acabar sobreviviendo. Eso le exigiría arecer de escrúpulos y de cualquier tipo de ética, pero bueno, eso es lo que se lleva en estos tiempos en la inmensa mayoría de los que se presentan a cargos políticos.

Sí, tanto en Valencia como en California, el desastre ha sido visto por unos y otros como una nueva herramienta de enfrentamiento político, como una oportunidad para atacar al contrario. Aquí y allí, las víctimas de la tragedia han sido, para ambos, un estorbo, coste, una contrariedad a la que hay que evitar, despreciar, orillar. Si se puede, como en el caso de Margarita Robles, abroncar. Es como si cada partido rezase para que se produzca un horror semejante cada cierto tiempo en una región controlada por el otro para usarlo como munición en el enfrentamiento mutuo. El agua y el fuego pueden ser destructivos, sí, pero son poca cosa frente al odio humano, al cinismo político, al cálculo de los que escriben “relatos” y viven de las cenizas y fango que la naturaleza es capaz de diseminar por un territorio. Pobres de nosotros.

lunes, enero 13, 2025

Los Ángeles sigue ardiendo

El cine de Hollywood nos ha acostumbrado a escenas de destrucción de dimensiones cada vez más aplastantes en las que las grandes ciudades, muchas veces del propio EEUU, sucumben ante catástrofes naturales o destructivos actos terroristas de lo más sombrío. Edificios arrasados, fallas, ruinas y demás clásicos de la catástrofe se suceden mientras algunos héroes, que protagonizan el relato, se salvan por los pelos o auxilian a desvalidos. Ya saben, la historia de superación en medio de la adversidad que infunde ilusión al espectador, azorado por descubrir cómo los protagonistas lograrán escapar de un destino tan destructivo.

En la realidad, ese destino parece ser inexorable. Aún es pronto para descartar que no llegue a suceder, pero el propio cartel de Hollywood ha estado a punto de sucumbir ante las llamas que asolan desde hace siete días a la gran ciudad norteamericana, una de las mayores del país. Los incendios, de origen forestal, avivados por los fortísimos vientos resecos del interior que suelen soplan en esta época, los llamados vientos de Santa Ana, se han extendido sin control por varias de las barriadas que forman la urbe, aunque realmente esos barrios son en sí mismo enormes ciudades residenciales formadas por miles y miles de viviendas unifamiliares que cubren gigantescas extensiones de terreno en un continuo urbano en el que es difícil determinar dónde empieza y termina cada uno. Si la ciudad norteamericana es una construcción desequilibrada en la que un centro compacto de rascacielos y edificios de gran volumen, destinados al negocio y la administración, están rodeados por enormes extensiones residenciales a las que sólo se puede acudir en coche, Los Ángeles es la versión exagerada de este modelo, con un centro poco definido y difícilmente visitable sin coche, y unos suburbios en los que los barrios, de nombres que se han hecho famosos en todo el mundo gracias al cine, se suceden unos tras otros hasta convertir a la urbe en una marcha poblada de dimensiones inabarcables. Pues bien, ahí es donde se está cebando el incendio, en un lugar para nada diseñado para que los bomberos y demás equipos de extinción puedan trabajar. Miles y miles de calles residenciales estrechas, llenas de casas unifamiliares y gran cantidad de vegetación, no dotadas de sistemas de abastecimiento de agua para incendio porque es imposible hacerlos en una estructura urbana tan liviana y extensa, en la que los camiones de bomberos apenas pueden circular. Sumen a esto el hecho de que, de tanto en cuanto, se sitúan elevaciones sobre el terreno en las que la vegetación, reseca, actúa como combustible para propagar un posible fuego descontrolado (Hill en inglés es colina, y todos los barrios que terminan en “Hill” acaban serpenteando por laderas más o menos abruptas) por lo que podrán hacerse una idea de las dificultades a las que se enfrentan unos medios de extinción completamente superados. A esta hora son dieciséis los fallecidos confirmados, se busca a varios desaparecidos, el número de evacuados supera ampliamente el centenar de mil y se cuentan por miles las viviendas que han sido destruidas por completo, desde las modestas hasta mansiones de las que quitan el hipo, pasando por cientos y cientos de casas de clase media suburbial que ahora no son sino ceniza y ruina. Con la previsión de que los vientos vuelvan a arreciar a partir de hoy, tras una tregua que ha durado el fin de semana, es difícil dar un pronóstico sobre cuándo se va a conseguir apagar el que ya es el mayor desastre en la historia de la ciudad. Los medios destinados a combatir el fuego son enormes pero, aun así, no son suficientes, y al sensación de que las autoridades del estado y las federales no están haciendo todo lo posible se extiende entre una población cuya angustia no deja de crecer.

La cicatriz urbana que estos incendios está causando en el tejido de Los Ángeles se mide ya en decenas de kilómetros cuadrados calcinados. El balance económico de lo que está sucediendo es devastador, con cifras en las que el centenar de miles de millones de dólares empieza a ser una unidad de cuenta, y las consecuencias a futuro para todos aquellos que han perdido su casa serán absolutas. Nada arrasa tanto como un incendio, nada destruye como el fuego. Propiedades, recuerdos, vidas y paisaje se han perdido para siempre en una ciudad tan de película, que ahora sí que está viviendo una catástrofe de verdad. Y no, aquí los héroes no son famosos ni logran salir indemnes.

viernes, enero 10, 2025

Viva Venezuela libre, abajo la dictadura

Hoy está prevista la jura de la presidencia de Venezuela tras las elecciones celebradas allí en verano. El régimen de Maduro se encargó de inhabilitar a un montón de candidatos que pudieran hacerle la sombra, especialmente a la líder opositora, María Corina Machado, y finalmente fue Edmundo González, un diplomático jubilado, el que pudo presentarse como representación de la democracia real frente al tirano y sus secuaces. El amaño del recuento electoral, la farsa de la proclamación de Maduro como ganador sin mostrar las actas y todo lo que vino después no fue sino la constatación de que la dictadura chavista, ahora madurista, sigue en pie.

Ante un robo de esas dimensiones sólo hay tres opciones posibles. La resistencia armada, que nunca es aconsejable, la resistencia civil o la huida. Machado optó por la segunda. Tras el fraude en las elecciones el aparato del régimen empezó a inventarse causas contra ella de tipo penal y, sabiendo que no tenía garantía alguna de poder defender sus derechos ante tribunales y administraciones golpistas, optó por esconderse en la clandestinidad, dentro del país. Edmundo González, el candidato opositor, un señor ya mayor y con una pinta de salud endeble, se vio igualmente acosado por las estructuras del poder chavista y poco a poco el cerco del régimen se estrechó contra él. Las opciones que le quedaban eran escasas, y casi todas pasaban por la cárcel. Finalmente usó la tercera vía que antes les comentaba y huyó para salvar su pellejo, recalando en España, donde ha sido acogido con la parcial indiferencia de nuestro desgobierno, uno de cuyos socios comulga claramente con la dictadura de Maduro. Desde entonces Edmundo ha declarado que su estancia en España es temporal, y que el 10 de enero de 2025, fecha prevista para la jura presidencial, acudiría a Caracas para ser investido como legítimo ganador de las elecciones. Ese día ha llegado, es hoy, y desde hace unos días Edmundo realiza una gira por países latinoamericanos para recabar apoyos diplomáticos y respaldo a su figura. También ha sido recibido en la Casa Blanca por el ya saliente presidente Biden, y sigue con la intención de entrar hoy en Venezuela, a un país en el que la seguridad del régimen ha amenazado con actuar sin muchos miramientos ante esa posibilidad. Ayer mismo se produjo una masiva manifestación en las calles de Caracas de opositores a la dictadura y reapareció María Corina Machado, tras meses en la clandestinidad, para ser detenida de manera violenta por parte de algunos sicarios del régimen, y posteriormente ser puesta en libertad, en un episodio mafioso que no tiene otro mensaje que el de meter miedo a Edmundo y a cualquier otro opositor que intente plantar cara ante las formas del régimen. Hubo disparos en el incidente de ayer, el número de armas que hay en Venezuela es muy alto y el régimen se ha encargado de que muchos de los que le apoyan, que se organizan mediante bandas de motociclistas, estén perfectamente dotados de pistolas, munición y objetos contundentes para sembrar el pánico. Vamos, lo de siempre, el poder de las armas del dictador frente al de la palabra del opositor. ¿Quién gana? En demasiadas ocasiones lo que parece más obvio, y el cadáver del opositor suele dar testimonio de una entrega que ha terminado de manera criminal. Si hoy Edmundo González entra en Venezuela las opciones de que acabe siendo un “Navalny”, detenido, encarcelado y asesinado por la fuerza represiva de la dictadura, son muy altas. El riesgo que corre es evidente y, sinceramente, deseo que siga vivo y luchando, por lo que espero que no entre en el país. Pero el valor que han demostrado los opositores ante la infamia de Maduro y los militares que le sostienen va más allá de cualquier frío cálculo, y alguien cobarde como yo sólo puede expresar su admiración ante semejante muestra de gallardía. Ellos son un ejemplo de lucha por la democracia, cuando ésta lleva tiempo secuestrada.

Esta semana ha comenzado el desgobierno de aquí una vacía y cutre campaña de marketing sobre el medio siglo transcurrido desde la muerte del dictador que rigió España durante casi cuarenta años. Mucho alto cargo bien pagado en un acto vacío a mayor gloria del actual presidente del gobierno. La nada absoluta. Mucho postureo ante un dictador infame que lleva medio siglo muerto y nada, ningún gesto ni declaración de todos los allí presentes ante un dictador vivo, Nicolás Maduro, que oprime a una nación hermana, Venezuela, y que no dejará el poder nunca por su propia voluntad. Así se escribe la historia, y deja cada uno testimonio de sus hechos cuando los realiza, y cuando no.

jueves, enero 09, 2025

Elon Musk parece estar desquiciado

Cada uno de nosotros posee diferentes aspectos y perfiles para las múltiples facetas y habilidades de la vida. Es un error muy generalizado hoy en día simplificar las cosas, en este mundo de lo instantáneo, y catalogar a alguien de una manera, y que esa idea fuerza sobre él sea la que rija en todos los aspectos. Un literato o actor no es un intelectual, puede saber de cosas más allá de su profesión o no, y su criterio al respecto puede ser certero o disparatado, o no saber. Una persona puede ser un genio en algunos aspectos, pongamos los profesionales, y ser a la vez un cero a la hora de hacer otras cosas y un ogro en su casa y alguien maravilloso con los amigos, y todo a la vez. Es lo normal, somos complejos y poseemos múltiples perfiles.

Elon Musk, una de las personas más importantes de nuestro tiempo, ha dejado claro que es tan brillante en la ingeniería como sociopático en lo personal y extravagante en lo público. Sus empresas, especialmente Tesla y SpaceX, han revolucionado por completo las industrias en las que se han asentado, automovilística y espacial respectivamente, y hay un antes y un después de su llegada que es incuestionable. Se ha convertido en un genio de los negocios con un componente de fábrica algo ajeno al mundo del puro software que impera entre las mentes de Silicon Valley, y se ha hecho rico, inmensamente rico. Es, desde hace un tiempo, y gracias al valor de sus acciones en sus compañías, el hombre más rico del mundo. En lo personal posee una vida completamente alocada, con un montón de hijos, creo que más de diez, fruto de su relación con varias mujeres, con algunos matrimonios, divorcios y relaciones abiertas. Su padre parece que era el típico autoritario que pega a su familia y eso, ya se sabe, crea traumas. Los hijos de Elon, a los que ha denominado en algunos casos con combinaciones alfanuméricas tipo XA17 y cosas por el estilo, tienen una relación complicada con él. Algunos mantienen el contacto y otros no. Uno, creo, ha transicionado para cambiarse de sexo cuando ha llegado a la adolescencia. Necesitado de un reconocimiento social, algo que es casi lo más normal en el mundo narcisista de las redes que impera hoy en día, Musk tuiteaba antaño a lo loco hasta que decidió comprarse la red Twitter para tuitear como el jefe loco. Eso ha hecho que la red, que redenominó como X, (sí, tiene una obsesión con esa letra) se haya convertido en una jaula de grillos aún más alocada de lo que ya era, con sectarios de todo tipo deambulando a sus anchas en medio de cosa de gran valor que no destacan como es debido. Coincidiendo con este movimiento empresarial, Musk ha tenido una epifanía política y, de ser un defensor de los demócratas se ha convertido en un adorador de Trump, de tal manera que la intensidad de sus tuits en apoyo al líder mesiánico de lo que antes era el republicanismo ha ido creciendo sin cesar. Esto no tiene mucha importancia cuando Musk no es sino un empresario muy rico y un creador de opinión influyente, que no es poco, pero que puede ser obviado simplemente no participando en el mundo de las redes sociales (mi madre no sabía quién era Musk hace año y poco) pero ya no es lo mismo cuando el empresario se mete en la campaña de Trump, acude a sus mítines con ardor y aspecto alocado y contribuye notablemente a la victoria del magnate, llegando así al poder político en la nación más poderosa del mundo. Musk, actual consejero en jefe de Trump, va a ser agraciado con la concesión de un departamento externo al gobierno federal para que éste sea simplificado y reorganizado, con lo que su poder va a afectar directamente a la gestión de la vida de los norteamericanos. Eso hace que si Trump pone un tuit en el que se cisca en alguien, aparte de ser un acto de mala educación, se convierta en la declaración de alguien con poder en Washington, capaz de transformar ese tuit, que no es nada, en una declaración de intenciones políticas que puede ser transformada en normas, leyes, decisiones de gobierno. Dado que la carga de locura de los tuits que Musk suelta sin cesar no deja de ir creciendo, es normal que la alarma de medio mundo también lo haga ¿Está en sus cabales el hombre más rico del mundo y el, actualmente, principal consejero de quien va a ser el presidente de los EEUU? ¿Musk es una versión tecnológica de Rasputín?

Walter Issaccson, autor de su biografía, que ya se ha quedado vieja, comentó en las entrevistas de presentación del libro que Musk tiene un componente que lo acerca al autismo en su relación con las personas, que de vez en cuando sufre brotes de ira que descarga en quienes tiene a su alrededor y que, durante ese tiempo, se convierte en un ser oscuro y despiadado. No es muy tranquilizador que un personaje así, tan proclive a dispararse, este cerca del enorme poder que la presidencia de EEUU puede desplegar, pero es lo que hay. Ahora mismo Musk es una fábrica de sorpresas, bulos, broncas y declaraciones que a uno le dejan perplejo. Y esto tiene pinta de ir a peor. ¿Cuánto tardarán Musk y Trump en enfrentarse¿ ¿Cuánto nos va a costar eso al resto del mundo?

miércoles, enero 08, 2025

¿Una invasión en Groenlandia?

Curiosamente, conozco a una persona, CGM, que estuvo el año pasado de vacaciones en Groenlandia. Ella, amante de la naturaleza y los lugares fríos, fue con su marido a pasar varios días en esa enorme isla, en la que se visitan algunos de sus glaciares, montañas y villorrios, dada la muy escasa población que reside de manera permanente en ella. Volvió contenta con lo que había visto, aunque no con ganas de hacerse con la isla para sus dominios. Lejana y difícil de acceder para alguien que vive a este lado del Atlántico. Y aunque a mi amiga le guste lo del frío, supongo que estar todo el año con capas de hielo perpetuas puede agotar a cualquiera.

A Trump le gusta Groenlandia, y no precisamente para residir, porque él está más cómodo en su residencia de Florida (en esto le tengo que dar la razón). Durante su primer mandato soltó la posibilidad de comprarse la isla y se dirigió expresamente al gobierno de Dinamarca, nación que controla la soberanía del enclave. La cosa no fue a más y los chistes y las gracietas se sucedieron por todas partes, aunque sospecho que para los daneses la intención del magnate no sería nada divertida, y saberse que una parte de su país, lejana, forma parte del deseo de alguien como Trump no es tranquilizador. Tras su marcha del poder todo eso pasó al conjunto de anécdotas de la alocada presidencia de Donald, pero con la llegada de nuevo al poder del personaje empezaron los rumores. Y no tardaron en convertirse en certezas. Trump ha dejado claro en bastantes mensajes por escrito en su propia red social que posee aspiraciones territoriales expansionistas, así, como suena, que las fronteras de su país es algo sobre lo que él decide, y que se le quedan cortas. En orden de locura, sus ojos se han puesto en el canal de Panamá, Groenlandia y Canadá, la inmensa nación vecina del norte, a la que quiere incorporar como un estado más. Eso me parece un disparate monumental, y está por ver si decide hacer algo al respecto (ojo al chantaje comercial que les puede llegar a plantear) pero los otros dos objetivos, el canal y la gran isla, no son tonterías, no. El primero forma parte de la infraestructura global de comunicaciones del mundo, clave para el comercio y la logística, y EEUU ya ha tenido concesiones y poder efectivo sobre el mismo hace ya algunas décadas. La gran isla del norte, casi vacía de gente, está llena de recursos minerales de enorme valor, capaces de hacer la competencia a China en el control de las llamadas tierras raras. Además, por su posición, es un lugar clave en las posibles rutas comerciales marítimas que pueden abrirse a medida que el calentamiento global permite la circulación de barcos por el polo norte con una mayor seguridad, lejos de banquisas heladas. Ambas localizaciones forman parte de la soberanía de dos naciones distintas, Panamá y Dinamarca, que apenas comparten vínculos, pero que son entes reconocidos en el contexto global, poseedores de derechos legales. La alternativa de que puedan vender territorios o activos se antoja confusa, improbable hasta el extremo. Por eso que el nuevo gobierno de Trump recurra a ofertas comerciales, por disparatadas que sean, no va a cambiar las cosas. De ahí que, ante la pregunta que ayer le hizo un periodista sobre si descartaba el recurso militar Trump contestase con un rotundo no, todo el mundo levantó la ceja y se puso a especular sobre si es realmente posible que, con el magnate ya en el poder, se produzca una intervención militar por parte del ejército de EEUU y tome por la fuerza esos dominios. Suena disparatado, inverosímil, lo que ustedes quieran, pero dado cómo es Trump no resulta, ni mucho menos, descartable. Si considera que sus intereses están por encima de todo lo demás y decide actuar unilateralmente, ¿qué opciones tenemos el resto del mundo para evitarlo?

Sólo plantearse el hecho de que algo así pueda suceder nos pone encima de la mesa una de las grandes cuestiones que estamos viviendo en este tiempo y que nadie quiere afrontar. Durante gran parte de las décadas pasadas, principalmente desde el fin de la IIGM, hemos vivido en un mundo de reglas, de soberanías nacionales y de respeto a las fronteras soberanas, en gran parte por que las grandes potencias, con EEUU a la cabeza, lo han impuesto. Si esto se desmonta y EEUU, China o Rusia actúan sin cortapisas y sólo en función de sus intereses, la gran pregunta que nos toca responder a las naciones que no tenemos capacidad militar no es ya cómo vamos a gestionar esta situación sino, directamente, cómo nos defenderemos. Ahora mismo en Dinamarca esa pregunta no es nada retórica. Es de una crudeza inquietante.

martes, enero 07, 2025

Cuatro años del asalto al Capitolio

Hace cuatro años, mientras la tormenta Filomena se abatía sobre el centro de España y dejaba a Madrid y otras localidades sepultadas bajo una de las mayores nevadas que se recuerdan, en EEUU se produjo el infame asalto al Capitolio por parte de una tropa de histéricos alentados por el entonces presidente Trump, que estaba a un par de semanas de dejar de serlo. Vimos aquellas escenas con una mezcla de miedo y estupefacción, sin creérnoslas del todo, pensando que era una película de muy mal gusto y que, en cualquier momento, los títulos de crédito nos recordarían que estábamos ante una ficción, pero no, fue cruelmente real. Los muertos que causó también.

Hoy, cuatro años después, en Madrid ha hecho un día de invierno normalito y es Washington la ciudad sepultada bajo la nieve, aunque allí eso en invierno no sea demasiado raro. Y en el Capitolio se ha repetido la liturgia mediante la que las cámaras recuentan los votos electorales y dan validez a la elección del próximo presidente del país, que vuelve a ser Trump. Esta vez, como casi siempre, la facción perdedora de las elecciones ha acatado el resultado, como debe suceder en toda democracia, y no ha organizado turbas de amenazadores que impidan que el acto previsto se llevara a cabo. Kamala Harris, vicepresidenta aún durante dos semanas, presidenta por ello del Senado, y rival derrotada en las elecciones de noviembre, es la que ha certificado, junto a Mike Johnson, presidente de la cámara de representantes, republicano, que Trump consiguió 312 votos electorales, una enorme mayoría en el colegio electoral, siendo su victoria indiscutible. Si hace cuatro años era la de Biden la victoria que no tenía apelación posible, ahora vuelve a ser Trump, tras su pretérito triunfo de 2016, el que se va a hacer cargo del despacho más famoso del mundo. No hubo amaño electoral en EEUU ni en 2016 ni en 2020 ni en 2024. No ha habido robos, estafas, trampas ni cosas por el estilo en el sistema electoral de aquel país, sólo victorias concedidas a unos y otros como resultado del juego electoral y la decisión de los votantes, así de simple y sencillo. La gran diferencia entre unos y otros es que en 2020 Trump no acepó su derrota e intentó subvertir el proceso electoral justo al final, cuando la legalidad da forma a lo que las elecciones han determinado. La lógica de Trump es muy sencilla. Si gana él, el proceso es limpio, si pierde, está amañado, porque sólo contempla que pueda ganar él. Esta idea fuerza, propia de un crío de un par de años, es la que ha determinado la política estadounidense en los últimos ocho y, en el fondo, está en la base de la mayor parte de dictaduras que en el mundo son y han sido. La creencia, por parte de algunos, de que sólo ellos tienen el derecho al gobierno, y que si algún otro se hace con el poder es una usurpación ilegítima que debe ser revertida, por la fuerza si es necesario. Desde 1776, fecha de su independencia, en EEUU se ha respetado la norma fundamental referida al traspaso del poder en una democracia, una norma tan simple como profunda, que es la de que el que pierde acepta la derrota y deja al ganador gobernar. Mientras que en Europa hemos tenido insurrecciones, golpes, guerras y desastres de todo tipo a cuenta de unos y otros, que consideraban el poder como algo propio, EEUU se ha mantenido al margen y nunca, nunca se había producido un levantamiento en contra de una elección democrática. Esa es la principal razón por la que, cuando desde España, por ejemplo, nación en la que llevamos en democracia desde hace menos de cincuenta años, se dan lecciones de pluralismo y libertades a otros países, y sí, también a EEUU, me entra la risa floja. No hay nada más audaz que la ignorancia y el atrevimiento, y que nuestras naciones muestren esa superioridad moral ante la cuasi eterna resistencia de la libertad en EEUU es, como pocp, patético.

En el párrafo anterior, cuando he dicho que no se habían producido insurrecciones en EEUU he tenido que emplear, tristemente, un verbo conjugado en pasado, porque sí, en 2021 se dio un proceso golpista en toda regla, alentado y apoyado desde el poder ejecutivo, con una toma del legislativo tan chusca como la de los espadones españoles del siglo XIX. Fracasó, afortunadamente, pero es ya una de las principales manchas en la historia de aquel país. Dentro de dos lunes, el 20, Trump jura el cargo y se convertirán en presidente, y una de sus promesas es la de amnistiar a los golpistas de ese asalto al Capitolio. La vergüenza, si lo hace, puede ser enorme.

viernes, enero 03, 2025

Una tontería televisiva

Como no ha pasado mucha cosa en Navidad, y antes de que la actualidad, que viene muy fuerte, nos arrase, les comentaré algo sobre el cutrerío que nos domina, y que tiene una de sus máximas expresiones en la retransmisión de las campanadas de Nochevieja, momento televisivo de gran audiencia, disputa de las cadenas y, para mi, sonrojo general ante la bodriez que supone retransmitir el pausado avance de un reloj. Todos los años las escenas son las mismas, la gracia también, ninguna, y no acabo de entender la emoción que se le ve al ritual de las uvas, que no practico. Por las ventas de los días anteriores, sin embargo, tiene mucho éxito.

Este año he pasado la nochevieja en casa de mi hermana, lo que es una novedad significativa. A la hora de las campanadas zapeó de manera bastante compulsiva entre todas las cadenas y pude ver retazos de lo que en ellas se había organizado. La disputa principal se daba entre una emisora pública y otra privada. En la primera se estrenaban como presentadores los responsables del programa estrella de la temporada, un presunto show de entretenimiento al que no le veo ninguna gracia, y que cuesta un pastizal de dinero público. En la competencia la audiencia había sido cebada, como todos los años, por el presunto secreto del vestido que iba a lucir la presentadora, más bien que le iba a dejar deslucida una vez que apareciese con él, en algo así como un ritual que se lleva repitiendo varios años y que no se a quién le puede interesar. Contemplar la disputa entre ambas cadenas con semejantes mamarrachadas era la mejor manera de lograr que alguien como yo, que bebe pero no se emborracha, se cogiera la gran cogorza. La presencia de mi madre y el hecho de que tuviera que coger el coche para volver a casa me quitaron de la cabeza ese plan, pero les aseguro que es de las mejores alternativas que se me ocurren para pasar esos momentos de sonrojo, de vergüenza ajena, que provocaban semejantes propuestas televisivas. Había también otras cadenas, alguna regional incluida, que no innovaban mucho y se pasaban un rato pretendiendo hacer gracias con un reloj de fondo sin lograrlo en lo más mínimo. En los momentos en los que los presentadores se encontraban aburridos de sus propios chistes recurrían a la moralina barata, hablando de ciertas necesidades sociales, del precio de los pisos y de otro tipo de consignas que quedan bien y son loadas por los pelotas que, en las redes sociales y no sólo, buscan algo de beneficio por adorar a los famosos y a sus muy lustrosas cuentas corrientes, pero que no son sino parches obligados, más falsos que la impostada emoción que pretendían fingir subidos a los balcones de la Puerta del Sol. Casi eran preferibles las gracias carentes de ellas que los discursos elevados. Algo antes de las campanadas mi sobrina estaba dormida en el sofá. No se preocupen, salió en nochevieja y estuvo hasta altas horas, como corresponde a su edad, pero en el momento del cambio de año afloró algo de la genética paterna y, acurrucada en el sofá bajo una manta, se libró de soportar uno de los mayores bodrios que echan las televisiones a lo largo del año, y fíjense que el listón está cada vez más alto. No podía dejar de pensar en ese aforismo de Javier Gomá, que afirma que la hija indeseada de estos tiempos de libertad e igualdad es la vulgaridad. Y sí, vulgar era lo que veía y se repetía. Afortunadamente llegó la hora exacta, sonaron las famosas campanas, en alguna cadena con más publicidad sobreimpresa que escena del propio reloj, y llegó el año nuevo, con lo que el sentido de esos programas de presunto entretenimiento se acabó. Una buena noticia para comenzar 2025.

Al día siguiente era patético ver como la actualidad del país se dividía entre quienes adoraban unas campanadas y otras, les encontraban gracia, les daban sentido estético o social, a lo que no habían sido sino patéticas puestas en escena carentes de gracia. Escuchaba uno un poco algo de la música de los Strauss y, de vez en cuando, intercalados, los comentarios de Martin Llade, y se daba cuenta que en cualquiera de las palabras del periodista de Radio Clásica o en los acordes de la Filarmónica de Viena había bastante más gracia, estilo, profesionalidad y, sí, belleza, que en todo lo que las cadenas nos soltaron en los programas de las campanadas. Qué contraste, madre mía, qué contraste más exagerado.