En este apasionante juego en el que se ha convertido ver las cotizaciones de la bolsa, ayer tocó un día de pérdidas suaves, debido a esa coyuntura internacional que todo lo toca. El Ibex cayó un 1,43% y soporta a duras penas el nivel de los 13.000. Los bancos fueron penalizados por los datos de la banca USB, y arrastraron a todos los valores. Ya antes de iniciar la sesión las bolsas asiáticas se habían pegado un fuerte golpe, aquí fue más suave y al final de su sesión Wall Street acabó por subir suavemente, dejando al resto de mercados con el culo al aire, por decirlo de una manera.
En el párrafo anterior he calificado la caída de ayer de “suave”, pero eso va por barrios. Para los que poseemos acciones de Iberdrola Renovables lo de ayer fue un desastre en toda regla. Con un desplome cercano al 7% el valor cerró a unos tristes 4,27 euros, lejos de los 5,3 de apertura y los 5,5, valores ambos para los que poseo paquetes de acciones. Si fuera un buen economista debiera hacer gala de ese dicho que dice que un economista es un señor que te explicará mañana porqué la predicción que hizo ayer no se ha cumplido hoy. Pero como hoy es hoy me encuentro un poco desbordado. ¿A qué viene este desplome? Aparentemente la coyuntura juega a favor. Es cierto que los beneficios presentados por el grupo no han sido una maravilla, y para el caso de las renovables se han quedado algo por debajo de las expectativas, pero aún así no son malos del todo. Además el petróleo ha vuelto a zona de máximos. Ya no se codea con los 100 dólares (qué pesadilla) sino que los ha superado en el mercado de Texas con una pasmosa facilidad. Ante estas noticias las fuentes de energía renovables se convierten en una inversión cada vez más rentable, y eso debiera notarse en el precio. ¿Por qué no sucede así? Pues no lo se, y es lo que contesto a los amigos que me hicieron caso y se metieron en este negocio bursátil, y que en días como ayer se van a la cama con un enfado monumental contra el mercado, los tipos, la FED y ese individuo que les dijo que esto era una inversión casi segura. Quién me iba a decir que yo iba a acabar un Miércoles a las 22:40 de la noche hablando con un gran amigo no de nuestras vidas, ilusiones, inquietudes o conquistas amorosas (bueno, de eso a lo mejor no habría mucho de que hablar) sino de Bernanke, del efecto de las “subprime” y las ”monolines” sobre los molinos eólicos, de si los temporales de Tarifa pueden ejercer algún efecto en las aspas y las cotizaciones o de porqué narices nos pasa esto.
En estos momentos habrá que aplicar esa máxima ignaciana de que en tiempos de zozobra no se aconseja hacer mudanza. Habrá que esperar, dejar que el valor gotee sangre, parte de la nuestra desde luego, y confiar en que en unos meses subirá. Al menos hasta el verano no tengo ni idea de que rumbo va a tomar todo esto. Intuyo que nos esperan caídas y repuntes, todo aderezado con esa pseudoOPA de EDF sobre Iberdrola, que sin duda nos afectará, pero puede ser para bien o mal, según a quién se le pregunte. Mi consejo: pregunten a cinco economistas, tendrán ocho opiniones distintas, hallen la media y lo más probable..... es que no ocurra nada de eso. ¿A que es divertido? :-(((((
No hay comentarios:
Publicar un comentario