Compareció ayer David Vegara, dimitido Secretario de Estado de Economía, para hacer balance del primer dato de inflación negativa de la historia, y quiso dejar claro que su marcha no se debía a un despecho por no haber sido nombrado ministro, cosa que muchos preveíamos y en la que, evidentemente, nos equivocamos. Hizo un discurso ortodoxo, de apoyo a las medidas del gobierno, y ni ahora que está ya libre de responsabilidad y de culpa se atrevió a decir algo de lo que, vuelvo a arriesgarme en el posible error, opina realmente sobre la política económica del gobierno. Su silencio fue clamoroso, y me atrevería a decir que, hasta cierto punto, cobarde.
Quién si que habló muy claro fue Miguel Ángel Fernández Ordóñez, conocido popularmente como MAFO, el Gobernador del Banco de España. MAFO es un hombre del PSOE de toda la vida, fue Secretario de Estado en el primer gobierno Zapatero y su trayectoria económica y política siempre ha ido ligada al partido. Hubo un tiempo en el que sonó como sustituto de Solbes, un relevo casi natural. Sin embargo algunas de sus últimas declaraciones, en las que apuntaba a la necesidad de reformas en el mercado laboral y a eliminar el optimismo que pregonaba el gobierno, llamando crisis a al crisis antes de que pudiera usarse ese término en público, le apartaron de la carrera por el gobierno. No está muy clara su postura respecto a lo sucedido en Caja Castilla la Mancha, porque algunos afirman que deseaba intervenir antes de cuando se hizo mientras que otros le acusan de dilatar esa intervención para favorecer a gobierno. Quién sabe. Lo cierto es que ayer MAFO, en su comparecencia ante el Congreso, hizo un discurso como pocos he escuchado en España sobre la necesidad de adoptar reformas fuertes y urgentes en nuestra economía. Lo que más trascendió de su discurso es el riesgo de déficit al que se enfrentan las cuentas de la Seguridad Social ante esta crisis, y la alerta que eso supone para nuestras futuras pensiones. Pero no sólo habló de eso MAFO, no. Habló de la necesidad de no caer en un endeudamiento sin fin que ahogue el futuro de la economía española, y señaló que el paro es un problema dramático en España, y volvió a incidir en la necesidad de reformar el mercado laboral. Dijo que otros países presentan tasas del 3% a 7% en condiciones normales, y que nosotros no llegamos a esos dígitos ni en bonanza. Señaló que debemos estudiar qué hacen esos países, no suponer que nos lo sabemos todo, y copiar lo bueno que funciona en ellos. Cuando lo oía por la tele me daba la sensación de no creérmelo. Un gobernante español asumiendo que no somos los mejores del mundo, que poseemos un problema gravísimo en el desempleo y que debemos hacer algo YA no para dar subsidios, sino para crear puestos de trabajo..... esto no puede ser, me dije, este hombre delira, chochea, se cree que le habla a un “think tank” de esos, y no a los parlamentarios españoles.... las nubes que luego cubrieron el cielo y el resto de declaraciones políticas de la jornada me volvieron a traer de vuelta a esta España indolente ante la crisis, a un país que no reacciona, a un gobierno desarbolado, una oposición perdida y una sociedad que cada vez está más asustada, nerviosa y preocupada... y con razón.
Desde luego con estas declaraciones MAFO nunca va a conseguir puesto alguno en este gobierno, ni en otros. La pregunta que me queda es si es él el único responsable de la administración, el único alto (o muy alto) cargo que así piensa. Si como muchos dicen la recién nombrada Ministra Elena Salgado está allí para aplaudir con las orejas el endeudamiento sin fin y la política de gestos, ¿quién más acompaña a MAFO en su cruzada? ¿Nadie? ¿Alguno de los que se va opina como él? ¿Por qué no dicen nada? Sí, demasiadas preguntas, pero es que no tengo respuestas para ninguna..... ¿y ustedes?
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