Tras la remodelación del gobierno de ayer uno se queda frío. Al menos yo. Alguna ara nueva, sí, pero poco peso, alguna proveniente de mi época de universitario, o anterior incluso, y en medio de la crisis, el Presidente toma el control directo de la gestión...... del deporte. Asombroso. Para no aburrir con detalles que hoy cuenta la prensa mejor de lo que yo lo pueda hacer, voy a cerrar esta semana con una última reflexión sobre las giras internacionales de la semana pasada y el fin de semana, y con el evidente triunfador de las mismas, por amplia goleada, como diría el presidente y ahora cronista deportivo ZP.
El ganador ha sido, obviamente, Obama. Se la jugaba mucho al ser su primer viaje oficial como presidente de EEUU a Europa, donde la crisis está revolviendo los ánimos y algunos, especialmente Sarkozy, están empezando a sacar las garras de algo que suena a proteccionista y muy conservador. Con unas masas entregadas y unos dirigentes algo mosqueados, Obama desplegó toda su artillería mediática, de diseño y de pose, y arrasó. Fue aplaudido por la prensa tras su comparecencia posterior a la reunión del G20, y me atrevo a decir que había una especie de envidia y admiración por parte de los presidentes europeos ante su figura. Me apuesto cafés a discreción de que, en caso de unas hipotéticas elecciones en cada país europeo entre obama y el actual presidente de ese país, en casi todos saldría elegido Obama. Como remate apoteósico, el Domingo obama dio un mitin en la plaza del castillo de Praga ante el que se congregaron varaos decenas de miles de personas. Algunas de ellas habían dormido toda la noche para ocupar un sitio, y cuando al estrella salió al escenario no era un cantante de rock, ni un divo de la ópera, ni el último producto de marketing de una discográfica que se vende las adolescentes, no. Era el Presidente de los Estados Unidos. Toma ya. Y todos quedaron encandilados. Independientemente de lo que dijo en el discurso, con algunas cosas interesante y varios brindis al sol, se llevó al auditorio de calle. Arrasó. Y no me imagino (o sí..) lo que pensarían el resto de dirigentes europeos al ver, desde las ventanas del castillo, a una masa de ciudadanos enfervorizados no ante ellos, sus teóricos dirigentes, sino ante el presidente de un tercer país que está muy lejos y que ni ha sido elegido por sus votos ni lo será nunca. Envidia, celos, admiración, temor.... serían algunos de esos sentimientos, creo que muy justificados. Seguro que algún avispado empresario americano ya ha tenido la idea de que, para este verano de crisis, festivales suspendidos y conciertos a medio gas, se puede organizar el “Obama Tour”. No se quién podría ser el telonero, ni si sería necesario, pero el lleno en plazas, auditorios y estadios estaría garantizado, y los ingresos probablemente también. Hasta que deje de ser prescíndete Obama no podrá hacer nada de eso, pero virtualmente ya ha empezado a ser no una estrella mundial, no, sino LA estrella hacia la que todos miran.
Y es que el Domingo, en la plaza de Praga, Obama tenía, frente a las masas que le escuchaban, lo más parecido que uno pueda imaginarse al poder absoluto. Blando, sí, como diría Stephen Nye, pero un poder enorme. Alguno se escandalizará al leerlo, pero no he visto algo similar desde que el anterior Papa Juan Pablo II congregaba a las masas. Capacidad de convocatoria, intensidad, emoción, determinación, fuerza de enviado... Obama está en una posición de privilegio de cara a liderar lo que quiera. No espero milagros ni fantasías de él, pero a poco que encamine correctamente sus esfuerzos puede lograr cosas enormes. Al tiempo.
Me cojo el Lunes 13, y hoy subo a Elorrio. Feliz Semana Santa, procesiones, rezos y ocio, que de todo habrá entre nosotros. Ser felices.
No hay comentarios:
Publicar un comentario