Hoy empieza el Debate sobre el Estado de la Nación. No lo tuvimos el año pasado, al no celebrarse, por principios, en los años electorales. Tras el previsiblemente plúmbeo discurso de Zapatero, aderezado con algún conejo sacado de la chistera milagrosa (2007 fue el debate del cheque bebé) por la tarde tendremos la ingeniosa pero probablemente vacía réplica de Rajoy, crítica en lo debido, pero carente de solución alguna y de propuesta. Tras ello vendrá un toma y daca dialéctico que dejará perlas jugosas, pero me temo que escaso contenido práctico.
El tema central de este año es la crisis, o mejor dicho la situación de catástrofe nacional que vive España con cuatro millones de parados y creciendo. En este momento de la coyuntura algunos analistas empiezan a sumarse a la expresión de los “brotes verdes” a la que hizo mención la ministra Elena Salgado la semana pasada. Ven síntomas de estabilidad financiera y de incipiente reactivación, especialmente en Estado Unidos. Algún valiente se ha atrevido a afirmar que el dato de paro registrado de Abril (+ 40.000) es indicativo de un cambio de tendencia. Sinceramente no lo se, pero me da miedo que se den esperanzas a la población en medio de un abismo en el que, como queramos pisar, nos hundimos. Leo bastante cada día, artículos y opiniones diversas, y los expertos en al materia, que saben bastante más que yo, se muestran dispersos, perdidos y desorientados. Se dice que las medidas de reactivación puestas en marcha por los gobiernos y los bancos centrales han tenidos efectos, pero eso es una obviedad que poco ilumina, porque los bancos centrales llevan bombardeando el sistema financiero desde hace más de un año, cada uno a su ritmo. Sería imposible que eso no generase efectos, algunos de ellos imprevisibles. A mi me da en la nariz que el problema de esta crisis va para muy largo, porque cada semana se anuncian nuevos planes de rescate por tropecientos mil millones de euros, o dólares, o baths tailandeses, da igual, que nunca se muy bien de donde van a salir, y todo destinado a unos bancos y cajas que, nuevamente es mi sensación, son una especie de coladero, donde metemos montañas de dinero y desaparece subsumido en no se sabe muy bien donde. Así llevamos ya más de un año, y en él los bancos siguen sin prestar y el sistema financiero parece adolecer los mismo problemas que existían en el pasado. Sigo con mi idea de que muchas instituciones son zombis, que están medio muertos y no lo saben, y lo mejor que se puede hacer con ellas, en vez de darles transfusiones a gogó, es seccionarles la cabeza y liquidarlos (esto es una imagen gráfica, no vayan por ahí decapitando a nadie, eh???) pero no todos los analistas opinan lo mismo. La subida de la bolsa de estos dos últimos meses ha dado esperanzas a muchos, aunque creo que volverá a caer, pero quien haya hecho el negocio en estas últimas semanas desde luego que no se va a arrepentir en lo más mínimo.
¿Qué quiero decir con todo esto? Pues que estamos todos metidos en un problema de unas dimensiones y complejidad enormes, aderezado en España con un fracaso del modelo productivo y con un desempleo atroz. Ante esto el simplista y maniqueo discurso actual del gobierno y de la oposición, que probablemente sea lo que se escenifique hoy en el Congreso, no os va servir de mucho. Urge un entendimiento entre el PSOE y el PP para hacer frente a la situación que, espero equivocarme, continuará deteriorándose a lo largo de este 2009. A ver si me sorprenden hoy esto señores desde sus tribunas.
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