Ayer tuvo lugar un Consejo de Ministros extraordinario, cuya intención era hacer un balance de las medidas anticrisis puestas en marcha en el marco del Plan E. Una reunión de este tipo, anunciada desde hace ya varias semanas, genera expectativas, y bien lo sabe quien la convoca, que ha dejado a al prensa especulando sin fin sobre si en esta reunión se iban a tomar medidas adicionales o nombramientos o ceses. Tras el Consejo tuvo lugar una rueda de prensa con las dos Vicepresidentas, De la Vega y Salgado, y¿cuál fue el balance del encuentro?
Ninguno. Viendo ayer en televisión las declaraciones de ambas y los resúmenes que ofrecían las cadenas esa es la única palabra que se me ocurre. Nada. Comentó Salgado que el gobierno está satisfecho con el efecto del plan E, a excepción de lo que sucede con el paro, y no deja de ser curiosos que se diga que todo va bien excepto el empleo al valorar un plan cuyo nombre es “Plan Español para el Estímulo de la Economía y el Empleo”. Pues vaya, si llegan a la conclusión de que todo es aceptable excepto el empleo y el estímulo económico a lo mejor debieran haber tirado el citado Plan E a la basura. Sinceramente, al reunión de ayer, como muchas otras actuaciones de las últimas semanas, me pareció un precioso ejercicio de marketing político, con le único objetivo de ganar tiempo (ahora es otra semana hasta el debate sobre el estado de la nación) y tratar de que la tormenta económica escampe por sí sola. Las dos señoras que ayer aparecían en las televisiones, cuya competencia no discuto, eran la imagen de un gobierno desbordado, que dirige un barco sumido en una tormenta y que no sabe que hacer. Fíjense que no digo si quiera que lo estén haciendo mal, sino que están perdidos, desbordados por los acontecimientos. En una situación como la actual se ha llegado a decir en boca de algunos señores de responsabilidad pública y sueldo fijo e inamovible que el dato de paro de Abril, de cerca de 40.000 personas (si lo desestacionalizamos se acerca a las 100.000) no es tan malo, y que muestra síntomas de recuperación. Lo más duro de asumir es que algunos de nuestros más altos responsables políticos, económicos y sociales piensen esto, y es que no hay que olvidar que en este desastre no está solo la demostrada incompetencia del gobierno. Le acompañan la inutilidad de los agentes sociales, de numerosas organizaciones económicas, sociales y culturales, la oposición, igualmente desnortada.... en definitiva, toda una tropa de individuos perdidos y que., aterrados ante la que cae y sin saber que hacer, no disponen el valor necesario (alguno diría huevos) para decir lo que hay que decir, y si no se está de acuerdo, irse. En otro ejemplo de falsedad y desidia profesional, ayer fue cazado el presidente de la CEOE, el inefable Díaz Ferrán, con un micrófono abierto en el que echaba la culpa de la crisis a Zapatero. Bien rápido sacó la CEOE la típica nota en la que se echa la culpa a la prensa y a la falta de contexto para ocultar la cobardía de no reconocer las palabras propias. Otro marinero de cubierta que se escaquea de sus obligaciones mientras la nave se hunde.
¿Y sobre la capitanía del barco? Qué bien lo dice hoy el editorialista de El País al calificar las palabras de ayer de las “vices” de “discurso condescendiente y confuso” y añade el concepto de sedante al sentido de la comparecencia. A ver si, como en el cuento del emperador sin traje, resulta que el gobierno está tan perdido que no sabe que hacer y empieza a notársele. No se quién hará el papel de niño gritón en esta historia, pero la idea de que ZP y su gobierno caminan desnudos en medio de la crisis empieza a calar, y personalmente no se que es mejor, si preocuparme por suponerlo o aterrarme por confirmarlo. Por favor, ZP, sácame de dudas...
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