Ayer se organizó un revuelo en la red al respecto de la chapuza que hizo Microsoft en uno de sus anuncios, correspondiente en este caso a la delegación polaca de la empresa, aficionada pro lo que se ve al retoque con Photoshop. Los polacos manipularon la imagen en la que originalmente se veía a una mujer, un asiático y un negro, y sustituyeron la cabeza del negro por una blanca y caucásica testa, dotadas de manos negras. El contraste entre las dos imágenes era obvio, y el revuelo ha hecho que Microsoft estudie que hacer en su delegación polaca y que medidas tomar ante una manipulación de diseño burda, pero con mucho mensaje, y no sólo en el plano racial.
Y es que este no es el primer caso que se conoce de imágenes manipuladas. Fue muy sonado en España el de la felicitación navideña de los reyes de hace algunos años que consistía en pegar niños ausentes todos a una, en posturas inverosímiles, y cada vez que se habla de estos asuntos me pregunto cuantas de las imágenes que vemos diariamente son reales y cuantas son retocadas. Doy por supuesto que todas las correspondientes a vallas publicitarias, anuncios y cartelería promocional NO son reales, y la modelo o grupo de personas que allí aparecen han sido falseadas. Mi duda entra al ver fotos en periódicos y, sobre todo, revistas. Los sábados compro El País y el ABC y con este último regalan una revista del corazón que llevo a mi madre cuando subo a Elorrio. Suelo echarle un ojo y en ella hay montones de fotos de modelos, señoritas preciosas, bellas y apuestas a cualquier hora del día. ¿Son reales esas imágenes? ¿Están trucadas? La verdad es que no me extrañaría que así fuera, y sería de agradecer que en cada imagen se indicase, con estrellas o el símbolo que se quiera, hasta que punto la cosa es falsa o no. Algo así como una estrella a las imágenes reales y seis estrellas a las “falsas” de solemnidad. Todo esto tiene su parte divertida, pero también oscura, y es que muchos adolescentes, al ver esa imágenes desean ser así, y cuesta mucho, a veces la vida, descubrir que lo que hace el ratón sobre las curvas no o puede hacer dieta ni ejercicio alguno. En una sociedad de culto a la imagen como la nuestra admirar esos rostros y cuerpos retocados es tan falso como insultante. Y lo malo es que la obsesión por el cuerpo, la imagen y al estética cada vez se adentra más en el mundo de la infancia. Cuerpo perfecto a los 10 años.... pero qué tontería es esta!!!! Si uno tiene curvas, poco pelo y no es muy agraciado, y conste que no me estoy autorretratando... o sí, lo que debe hacer ante todo es llevarse bien consigo mismo. Las curvas femeninas son preciosas, bellas y, ante todo, femeninas. Sí, sí, la mayor parte de las modelos que aparecen en las pasarelas me resultan directamente feas, aunque se que mi gusto por las féminas no va a revolucionar la vida de ninguna de ellas. Enclenques, pálidas.... el tener que hacer un pesado como antes de una carrera de caballos para ver si alcanzan el handicap me parece un síntoma del grado de estupidez y “fealdad” al que estamos llegando entre todos.
Me alegra por tanto ver que hay una modelo de veinte años que ha salido en una portada con un michelín al aire y dice que es real, y la imagen no está retocada. La modelo, norteamericana, se llama Lizzi Millar, tiene 20 años, y por lo que veo parece que se decanta por una de las cosas más valiosas y escasas que nos rodena hoy en día, y no sólo en el mundo de la moda. La naturalidad. Habrá mujeres de cuerpos esbeltos, cintura de avispa y piernas largas, y otras de anchas caderas y senos prominentes, y miles de combinaciones variadas, y en esa variedad, en ese matiz es donde está gran parte de la belleza verdadera. Créanme, no hagan el tonto mirando imágenes falsas. Mirémonos en el espejo, veamos nuestra realidad, y luchemos contra esa corriente de photoshop que trata de amargarnos la vida.
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