Ayer la bolsa se dio un buen castañazo. El Ibex cayó más de un 2% y el resto de europeas lo hicieron aún más. El hecho de que fuera festivo en Estados Unidos, por ser allí el día de acción de gracias, contribuyó a que nadie pusiera el freno. ¿Por qué esta bajada? La respuesta a lo de ayer es sencilla, y se relaciona con una palabra fonéticamente muy bonita y que trae reminiscencias de exotismo árabe, de encanto palaciego y de leyendas de la antigüedad, pese a ser un lugar en el que lo moderno ha generado una de sus mayores exageraciones.... Dubai.
Ayer se hizo público que el consorcio público que rige los trabajos de obras que se llevan en la ciudad, su gobierno en otras palabras, ha pedido el aplazamiento del pago de su deuda, estimada en unos 60.000 millones de dólares, cero arriba o cero abajo, que da lo mismo ante esas cifras. Dubai es una ciudad sita en la costa del golfo pérsico, es un emirato que, junto con otros, forma un país llamado Emiratos Árabes Unidos, EAU, cuya capital está en el emirato de Abu Dabi ciudad cercana a Dubai. El emirato de Dubai, al contrario que sus convecinos y el resto de países de la zona, no tiene petróleo, y durante mucho tiempo su ciudad fue un puerto de pescadores de cierta importancia pero poco más. Hace algunos años los emires decidieron modernizar a golpe de talonario la ciudad, y endeudándose mucho empezaron a desarrollar un gigantesco proyecto con vistas a convertir a Dubai en la sede del turismo de lujo en la zona, en el parque de atracciones del Golfo Pérsico. La cosa empezó poco a poco, diseñando y creando bulevares y edificios de oficinas gubernamentales de porte muy airoso entorno al llamado Dubai Marina, o paseo costero. La primera vez que Dubai entró en la vida de nuestros hogares seguro que tuvo relación con el fastuoso hotel Burj al Arab, ese precioso edificio con forma de vela erigido en una isla artificial frente a al costa de al ciudad, dotado de siete estrellas de categoría y un enorme helipuerto en su parte superior que ha sido usado para jugar partidos de tenis y otros eventos publicitarios. A partir de ahí vino un disparo de la inversión en la zona, con el desarrollo de proyectos cada vez mayores, y en muchos casos, dotados de pura fantasía, creando una especie de Disneylandia de la arquitectura.. El hormigón mezclado con ingentes dosis de dinero es una combinación similar al consumo de esteroides con sobredosis de viagra.... todo crece hasta el infinito. Hoteles soberbios, centros comerciales infinitos, islas artificiales frente a la costa con formas de palmeras o de un mundo a escala en las que chalets y adosados se situaban en u nuevo concepto de primera línea de costa, la que se había fabricado para ellos. El sumun toda esta orgía de inversión y arquitectura ha sido la construcción del complejo del Burj Dubai (Burj en árabe quiere decir torre) un enorme complejo de torres de apartamentos y hoteles alrededor de una lago artificial frente al que se enclava la torre del Burj Dubai, con más de 800 metros de altura, y que es desde hace más de un año, y por mucho, el edificio más alto del mundo. He seguido las obras de esta torre por Internet desde hace años, y nunca he dejado de asombrarme con las fotos que mostraban como este mastodonte de dimensiones fantasiosas crecía, se retranqueaba y, en medio de una arenal sucio y desolado, superaba día tras día las marcas de altura de todos las estructuras creadas a lo largo de la historia. 800 metros son las dos torres gemelas del WTC una encima de la otra, más de tres veces cualquiera de las cuatro torres del CTBA de Madrid....... alucinante.
¿Y de qué esta llena esa soberbia torre, y las que le rodean? De apartamentos, caros y lujosos, dedicados al rico mercado occidental, especialmente el anglosajón, con cuya venta se iban a financiar esas construcciones, y que la crisis occidental amenaza con dejar tan vacíos como algunos extrarradios de las ciudades españolas, sólo que aquí no contamos con esas moles de edificios. Algún día debiera crearse la “ruta mundial de al burbuja” que llevara a los turistas a los lugares emblemáticos, como los barrios de adosados de Atlanta, el centro vacío y semiabandonado de Detroit, la urbanización de Paco el Pocero en Seseña, Marina D’or en Castellón, y como escala final, Dubai, el lugar en el que los sueños financieros se hicieron realidad en forma de hormigonada pesadilla.
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