jueves, noviembre 26, 2009

Marchando una de espectáculos vacíos

Que vivimos en una época de pura imagen y envoltorio es una obviedad. Las chicas de las revistas son tan preciosas como falsas, los decorados y diseños de las tiendas enmascaran que en casi todas ellas se vende lo mismo y los mensajes que los partidos políticos lanzan al cielo son un mero conjunto de eslóganes llenos de ideas banales, contrapuestas y pueriles, pero eso sí, con mucho adorno. En esto el PSOE ha sido el último en escalar el siguiente peldaño de la escalera que lleva desde la política show al espectáculo sin ningún sentido.

La fiesta, cuyo lema era “nuevas energías” que organizó este Domingo, sin que nadie supiera muy bien cuales eran las causas que hay en España para ser celebradas, contaba con un escenario inmenso y una alfombra roja ante al que se apostaban miles de simpatizantes. A una llamada del maestro de ceremonias, un señor contratado al efecto, iban entrando ministros y altos cargos del partido como si fueran estrellas de cine y recibían vítores y aplausos de las masas fieles allí congregadas. Previamente, en la trastienda del escenario, y con conexiones televisivas al salón principal, esos políticos eran “entrevistados” por otras personas contratadas para hacer de periodistas, en una imitación de lo que suele ser la zona mixta de un estadio de atletismo, o el “Pit lane” que tanto utiliza Lobato en la Fórmula uno o los momentos previos a la recepción de un premio por un actor en la gala de los Óscar. Los pseudoperiodistas formulaban a los líderes unas preguntas difíciles, comprometidas, llenas de rigor y pegadas a la actualidad más candente del país, del tipo “¿a que el PSOE es el partido ideal para salir de la crisis?” a lo que los interpelados, por otra parte miembros del PSOE, contestaban “claro”, “por supuesto” o tonterías similares. ¿Es esta la imagen que tiene el PSOE, u otros partidos, de la prensa? Desde luego es la que les gustaría, y al moda que ya se ha convertido en receta de la rueda de prensa sin preguntas deja a las claras que como no quiero contestar a lo que me van a pedir, directamente no permito que los periodistas hablen, salvo que sean actores contratados y digan lo que yo quiero que digan. Vomitivo. El momento culminante del acto llegó con la aparición del presidente, ZP, arropado por todos, porque uno de los lemas del acto era “Zapatero, no estas sólo” una de esas frases que confirma de manera oficial la existencia de fisuras graves en el gobierno tras la mala gestión del secuestro del pesquero Alakrana o su incapacidad de lucha contra la crisis. En esto la cosa me recordaba a lo que hizo Rajoy en la convención del PP de hace unas semanas, otra sobredosis de confeti y pastiche, no tan exagerada como la del PSOE, pero que todo el tiempo lanzaba el mensaje de que Rajoy es el líder del PP. Ambos partidos pueden tirar de ese refrán que dice dime de que presumes..... El discurso de ZP se centró en al nueva Ley de Economía Sostenible, que mañana aprueba el Consejo de Ministros, y que nadie sabe lo que contiene y corre el riesgo de ser el parto de los montes. Desde luego el acto del Domingo no sirvió para aclarar qué es esto y qué contenido va a tener.

En general ver todo esto me produjo el Domingo una cierta sorna, y algo de vergüenza ajena ante semejante teatro de lo absurdo, pero reiteró lo anterior. Por encima de la nulidad del acto, del vacío de contenidos y de la estafa que supone a la sociedad en tiempos de crisis está el abuso que el PSOE y el resto de partidos hacen de la figura del periodista, del opinador, del entrevistador. Se contrata a unos figurines y que interpreten el manso papel que les corresponde y que vayan aprendiendo esos que buscan la verdad y se creen lo que cuentan las películas de periodistas. Qué gran “acento” publicó El País el Martes ante semejante burla infringida a toda esa digna y necesaria profesión.

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