lunes, febrero 15, 2010

Brrrrrrr

Este febrero no sólo está logrando enfriarnos el ánimo económico con noticias que nos sobresaltan y congelan los bolsillos. También nos está poniendo tiesos... de frío. Del de verdad, del que mide el termómetro, no del metafórico. Ha pasado otro fin de semana de intenso y continuo frío, en el que en Madrid el sol era un decorado puesto por el Ayuntamiento porque brillaba pero no calentaba nada, y en el que un viento que se colaba pro todas las esquinas te hacía maldecir en cada paso que dabas, cuando sentías su golpe traicionero. Sí, esto es puro invierno.

Para colmo hoy volvemos a tener alerta de nieve sobre Madrid ciudad, aunque por lo que veo la cosa se retrasa un poco, porque debiera haber empezado a caer sobre las 3 de la mañana según decían los pronósticos. De hacerlo y cuajar será la tercera nevada de este invierno, lo que no se si es un record local, pero a todo el mundo se lo parece. Otras ciudades como Burgos o Vitoria cuentan este invierno por los días en los que no ha nevado, que son los menos, y sus habitantes empiezan a tener complejo de nórdico. Es una pena que a las afueras de Vitoria no haya un Ikea, porque ver una silla “gronfsjaaal” (o algo así) en medio de la nieve debe ser una estampa de lo más típica en los alrededores de Estocolmo, y ya si sale mi querida Lisbeth por una esquina.... Donde hemos visto las imágenes más impactantes de nieve en esta temporada ha sido en la costa este de los Estados Unidos
. La nevada de la semana pasada dejó casi un metro de nieve en las calles de Washington DC, Baltimore y otras localidades. Un metro de nieve es una barbaridad. Con esa capa empieza a desdibujarse el perfil que tienen los objetos que se encuentran sepultados y al superficie blanca se empieza a aplanar, se suaviza el paisaje. Curioso para verlo desde casa, el único sitio donde poder hacerlo porque con una nevada así no se puede abandonar el hogar. En los barrios residenciales que rodean a las ciudades americanas tardarán varios días en deshacerse los bloques de nieve que, amontonados, cubrían las calles. El Gobierno Federal y las actividades diarias del DC han estado cerradas durante tres días, algo difícil de imaginar, pero también se hace raro pensar en un metro de nieve en nuestras calles. ¿Se lo imaginan? Pongan la mano en su ombligo, o un poco más o menos según los casos, miren la calle a su alrededor y supónganla con esa capa de nieve. Coches, árboles, bancos, aceras, setos, todo bajo esa manta. ¿Cómo funcionaria una de nuestras ciudades bajo esas condiciones? Podemos pensar que los ayuntamientos limpiarían el centro urbano, puede ser, pero piense en su barrio, quizás sito en uno de esos ensanches de extrarradio llenos de manzanas idénticas y calles aún por rellenar de comercios y vida, con poco tráfico, o en una urbanización de adosados en medio de la nada, o en un piso en una barrio común y corriente, pero con una pequeña cuesta que el hielo y al nieve convierten en una trampa para cualquier cosa con ruedas. Imagíneselo y piense por un momento.. Madrid cerrado, Barcelona bloqueada, Bilbao inaccesible. Ministerios, edificios municipales, transporte colectivo, colegios, universidades... todo suspendido por un par de días, todo el mundo en casa.

¿Apocalíptico? Pues me parece un escenario...... delicioso. Un silencio sepulcral, todos los coches detenidos, miradas de asombro que se lanzarían por los cristales de unas casas convertidas en refugio y fortaleza. Sí, es cierto que habría problemas serios, empezando pro los inevitables cortes de luz y como hacer funcionar a los hospitales en esas condiciones, pero es lo que ha sucedido en Washington, y se lo confieso, qué pena me da habérmelo perdido. No sucederá, pero ojala caiga hoy un metro de nieve sobre Madrid.

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