Como todos los años, ya ha comenzado la carrera por quién será el aspirante a representar a España en Eurovisión, ese extraño festival que supone uno de los clásicos de la temporada y en el que España siempre pierde. Cada año que pasa Televisión Española organiza un concurso cada vez más raro y con mayor polémica en el que trata de escoger al candidato más peculiar pero que sea controlable por la casa. No se quienes son los finalistas de esta edición ni voy a ver las galas, pero estarán de acuerdo conmigo en que es un evento curioso, antiguo y que no deja de sorprender. Hay mucos que proponen su supresión, pero yo desde ayer, no.
¿Por qué? Porque Eurovisión es quizás el único ámbito de eso que llamamos la Unión Europea en el que no mandan Francia y Alemania. El plan de rescate de Grecia que se presentó ayer en Bruselas fue una muestra muy clara de cómo funciona este negocio. Aquí hay dos países, la Alemania de Merkel y la Francia de Sarkozy, que son los ricos, que tienen dinero y por tanto poder, y deciden lo que quieren, y el resto de países, como satélites, se deben acomodar, mejor o peor, a sus criterios. En cierto modo es lógico que así sea, porque el pagador no se va a dejar gobernar por el subvencionado, sobre todo cuando ambos son de distintos países. La foto de ayer fue explícita, y desde luego mucho más que la del plan griego, porque realmente no hay tal plan. Se hizo una declaración de intenciones loables y misericordiosas, pero sin llegar a las plegarias del desayuno de oración americano, no se puso ni dinero ni reformas encima de la mesa. Mis sospechas se centran en que si no se aportaron fondos es porque no los hay. Se hablaba ayer de que el coste del rescate griego puede situarse en torno a los 50.000 millones de euros, una cifra mareante, y el anuncio de que Alemania saldría al rescate de Atenas ha tenido como consecuencia que el diferencial de la deuda de los países malos, como España, Portugal y compañía respecto a la alemana se ah reducido... porque ha empeorado el ratio del bono alemán!!!! ¿Es eso una muestra de que el mercado duda de que Alemania fuera capaz de sacar a Grecia del pozo? Quizás. De momento, buenas palabras., muchos gestos, pero el mensaje principal a los griegos es de “cúrrenselo ustedes, sino acabarán como sus templos”. También lo de ayer puede ser un fiel indicativo de lo que pueda suceder en algunas semanas o meses si otros países entran en riesgo, y en ese punto todos pensamos en nuestra maltrecha España. La economía nacional es entre cuatro y cinco veces la griega, y su desplome sería capaz de arrastrar al fondo del agujero a todo el sistema euro. En ese caso podemos esperar más buenas palabras, pero dudo que haya fondos capaces de aportar lo que necesitemos para sanear nuestras cuentas. Llegados a ese punto la preocupación principal de Merke y Sarkozy supongo que será el mantener la cotización del euro y que no se vea muy arrastrada frente al dólar, aunque no les viene mal que esté bajando como ahora, dado su perfil exportador. Pero la verdad es que quién sabe. Si tiene el lector la sensación de que todo esto es muy complicado y que hay cosas que no llega a comprender, no se preocupe. Es verdad. Estamos es una situación de lo más compleja, que cada vez se enreda más, y en la que, al menos a mi, cada vez se me escapan más factores del análisis. Al final puede suceder cualquier cosa.
Lo que más risa, o pánico, me produjo del encuentro de ayer fue oírle a Zapatero afirmar que, llegado el caso, España ayudará a Grecia, comprando o avalando título de deuda helena. Casi se me caen las galletas de la mano mientras cenaba al escuchar algo así. “Pero si no tenemos un duro como diablos vamos a prestarlo” creo que dije en alto, quizás con algún improperio más elevado. Si la sólida Alemania se lo piensa y no aporta euros no creo que los lisiados españoles podamos hacer otra cosa, pero quién sabe, quizás ZP haya visto la luz tras su oración y nos guié hacia la tierra prometida. De momento seguimos transitando por el desierto.
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