Dubai, esa extraña ciudad del desierto árabe, no sólo es lugar de turismo, edificios exóticos y residencia de jeques, potentados y millonarios de distintas procedencias. A veces incluso es fuente de noticias. La última que ha llegado de allí es todo un guión de Hollywood que en diestras manos daría lugar a una emocionante película de tiros, persecuciones y asesinatos. Sin embargo, todo es cierto, y eso hace que sea aún más grave e increíble. Nuestros personajes son el Mosad Israelí, Hamás y algunos turistas europeos.
Resulta que el Mosad, el servicio secreto de Israel, tenía puesto el ojo al dirigente de HAmás Mahmud al Mabhuh, Mahmud para los amigos, que no son los del Mosad, precisamente. Sabiendo que este señor iba a pasar unos días en Dubai, no se si de compras por sus centros comerciales o de vista al rascacielos Burj, un equipo del Mosad se trasladó a la ciudad, alquiló una habitación en el mismo hotel en el que se alojaba Mahmud y, en una de estas, cuando regresó a su habitación, irrumpieron en ella y le mataron. Dicen algunas crónicas que fue mediante una inyección venenosa, aunque también he leído por ahí que luego se le disparó y ahogó en la bañera para cerciorarse de que estaba muerto del todo. Hasta aquí todo más o menos normal, otro de los llamados asesinatos selectivos que Israel practica de vez en cuando contar algunas figuras de los movimientos terroristas que actúan contra su población. Sin embargo esta vez hay matices muy curiosos. El más singular es que, para burlar los controles de seguridad que las autoridades de Dubai imponen para acceder a su emirato, Israel falsificó los pasaportes de varios ciudadanos occidentales vivos, con el objeto de que su comando de espía suplantara esas personalidades. Entre los suplantados hay varios ciudadanos de la Unión Europea, lo cual quiere decir que, llegado el caso, y como le sucedió a Llamazares con el caso del Photoshop, pudiera ser que un miembro del Mosad israelí estuviera buscando perfiles en el facebook de personas a las que usar, y coja la de este servidor, o la de usted, querido lector, se entere de sus datos personales privados, cosa cada vez más sencilla en este conectado mundo, y fabrique un pasaporte con su identidad, por lo que pudiera usted estar implicado en algún asesinato en cualquier parte del mundo sin tener ni la más remota idea de ello. El crimen perfecto... o no. En este caso ha funcionado en el sentido de que el objetivo del asesinato se ha llevado a cabo, pero ha habido un fallo muy grave, que es lo que hace muy especial a este caso de espías. Se supone que todo esto era una operación secreta, no?? Y entonces, ¿qué hace la prensa, o yo mismo, hablando de ello como si fuera la última declaración de ZP o Rajoy? En este caso el mérito hay que debérselo a la policía de Dubai, que se encontró el cadáver en la bañera (puede que no, pero queda más dramático, jejeje) empezó a tirar del hilo y halló al otro extremo a unos ciudadanos que nunca habían estado en Dubai. “Aquí pasa algo raro” me imagino que sospechaba alguno de los policías implicados en el caso.. y que razón tenía.
Así, la presunta operación secreta israelí se ha convertido en noticia de prensa en medio mundo y ha abierto una grieta en las relaciones entre el estado hebreo y la Unión Europea. Esta última ha protestado enérgicamente por el uso fraudulento de la personalidad de algunos de sus ciudadanos, y pese a que no consta que en Israel estén asustados antes estas duras medidas lo cierto es que el Mosad ha quedado al descubierto ante medio mundo, y eso, que te descubran el pastel, es lo peor que le puede pasar a un espía. Una historia así no se le había ocurrido ni a James Bond ni a sus guionistas, aunque lo cierto es que a Bond, de hacer algo así, habría acabado con la chica en la cama y nunca le hubieran pillado..............
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