viernes, abril 23, 2010

El día del libro y la rosa

Hoy la actualidad es desbordante. De seguir así las cosas la bolsa volverá a bajar y Grecia avanzará otro paso más hacia su tumba financiera, con lo que enterrará un poco más el euro y hará que las garras del “default” se centren en otros objetivos como Portugal y España. En Reino Unido tuvo ayer lugar otro debate electoral brillante, rápido y que da envidia en todas partes, y aquí más, y en España tendremos nuevas discusiones sobre asuntos obtusos que a muy poca gente importan y que nos distraen de lo importante.

Pero no, no quiero hablar de eso. Hoy es 23 de abril, y como todos los años se celebra el día del libro, cuyo principal aliciente es el descuento de un 10% en el precio de los mismos. Además en Cataluña el San Jordi une los libros con las rosas, lo cual es una idea muy buena, porque como las flores, llenas de belleza y espinas, así los libros también nos transmiten ratos de placer, cultura y diversión, y a veces nos espolean e incomodan como espinas clavadas por el mensaje que nos transmiten, que no tiene que coincidir con nuestros gustos e impresiones. El asunto de la rosa se ha extendido más allá de las Ramblas y en Madrid y otras ciudades de España distintas librerías también regalarán rosas, o al menos flores, que la rosa es cara y me da que no está la cosa para muchos dispendios.
En la capital se celebra la llamada noche de los libros, en la que milagrosamente no va a llover. La idea es que las librerías permanecen abiertas hasta las doce o una de la mañana del sábado y se realizan conferencias, charlas, exposiciones y conciertos en ellas. Trataré de darme un paseo esta tarde noche por el centro para captar un poco el ambiente y comprar algo (cuando mi madre lea esto no le va a hacer gracia...sí, sí, más libros todavía). Siempre hay títulos interesantes por adquirir, cosas que uno debiera haber leído y aún no lo ha hecho, ejemplares anotados que ya es hora que se adquieran y cosas que llaman la atención y se cogen a ver que tal resultan. Si quieren alguna recomendación o sugerencia, mencionaré para no agobiarles sólo dos títulos que he leído hace poco y que son muy interesantes, además en este caso de autores españoles. Como novela, prueben FIN, de David Monteagudo, una novela sorprendente, con una trama tan nimia y vacía como atrayente, y que alcanza un grado de suspense e intriga muy elevado. Como libro de ensayo, ¿Mercado o Estado? de Ediciones Deusto. Un libro breve de sencilla lectura escrita a dos manos por Jordi Sevilla y Lorenzo Bernardo de Quirós. Desde una perspectiva socialdemócrata y enfrente la liberal se analiza la crisis por la que pasa la economía mundial y al española, qué hemos hecho bien, qué hemos hecho mal y cómo podemos salir de esta. Además este libro tiene el valor de presentar dos posturas enfrentadas, que comparten algunos diagnósticos y puntos de vista, pero difieren mucho en sus planteamientos, opciones de salida y tareas a realizar. Como ejercicio de debate es una “rara avis” en el mediocre panorama intelectual español y un meritorio ejercicio por parte de sus dos autores, que demuestran la validez y el valor del debate, la confrontación de ideas y el pensamiento, eso tan bonito que en el fondo es uno de los homenajeados en este día de los libros, y que tan poco cultivamos y tanto despreciamos a lo largo de todo el año.

No quiero acabar la entrada de hoy sin referirme a un gran autor que nos ah dejado esta semana sin que haya recibido la atención de los medios.
Manuel Fernández Álvarez, uno de los mejores historiadores de España, murió el Lunes a los ochenta y nueva años. Especialista en la historia de la España de los Austrias, sus trabajos sobre Carlos I, Felipe II, la Princesa de Éboli y otros monarcas son clásicos absolutos. Su último libro, España, biografía de una nación, es de este mismo año 2010. Trabajó hasta el final y nos enseñó hasta que no pudo más. Sea en su homenaje las rosas y hojas impresas que hoy se distribuyan por las calles. Que lo disfruten.

2 comentarios:

MMO dijo...

Conociéndote, yo, si fuera tu, dejaría la tarjeta de crédito en casa..igual vuelvas con n libros siendo n > 10 :) :) :) :)

Disfruta

David Azcárate dijo...

pues vaya, sí que fueron más de 10 :-))))