Tuvo mucho mérito el hallazgo que realizaron unos trabajadores del equipo de documentación de RTVE en sus inmensos archivos, sacando a la luz una portada del diario YA de 1973 en la que se relataban noticias idénticas a las que ahora vivimos. La crisis de Gaddafi en Libia, la reducción de loa límites de velocidad, al carestía de petróleo, los graves problemas de la economía española… realmente muy curioso. Sólo uno de los grandes asuntos que nos ocupan no estaba en ese ejemplar histórico, y es la quiebra de Rumasa, la nueva Ruinasa, aunque es un fenómeno que, en sí mismo, retrotrae a un pasado muy lejano y que, sorpresa, también tiende a repetirse.
Lo de Ruinasa sería para estudiarlo en las consultas de psiquiatría, y no en los gabinetes de abogados o financieros. El tinglado organizado por José María Ruiz Mateos era, hace ya un año, un ejemplo de sociedad extraña, opaca y oscura. Sus anuncios, con tanto bombo como aspecto rancio, mostraban un grupo empresarial inmenso, que hacía de todo, y que aparentaba ser muy rico, algo necesario si querías vender pagarés a 50.000 euros la unidad. Prometía un 8% de rentabilidad, a veces hasta un 10%, cifras que se me antojaban imposibles, y que lamentablemente la realidad así lo ha demostrado. Muchas empresas y miles de empleos, así como el ahorro de inversionistas, dependen de que realmente ese tinglado valga algo, no lo que ellos decían, que es imposible, sino simplemente algo. Los rumores sobre el estado financiero del grupo empezaron a circular en Navidad, y con el nuevo año no han hecho más que crecer, hasta que hace dos semanas se solicitó el preaviso de quiebra, que parece se va a materializar ya en algunas sociedades como Clesa y Dhul. Ante este panorama, la familia Ruiz Mateos, mejor dicho, los miembros varones de la misma, dieron una surrealista rueda de prensa en la que aseguraban que todo estaba bien, pero que tenía una pinta de ser poco más que una chusca opereta. Esta semana la familia sigue con la idea de que la quiebra no es tal, pero que están asfixiados por el Banco Santander, Botín, el sucesor de Boyer como archienemigo (este “Ruizma” tiene obsesión con los apellidos empezados por BO). Para demostrar su idea de que es el Santander el que les ha llevado al borde del precipicio mandaron ayer a la prensa algunas cartas remitidas por los Ruiz Mateos a Botín y otros directivos del banco. Esas cartas son una joya, y llevan directamente este caso de los tribunales de justicia a los psiquiátricos. Es cierto que visionar la correspondencia privada de cada uno de nosotros generaría una imagen exterior muy distinta de la que poseemos, pero nos guardamos nuestras intimidades, entre otras cosas, para protegerlas. Aquí no. Los textos, que aconsejo que lean para creérselos, muestran a unos personajes de caricatura, peloteros hasta el extremo con el banco cuando este accede a sus pretensiones iniciales, dudosos a medida que el Santander empieza a mosquearse por las cuentas del grupo, y claramente amenazantes cuando el banco ve que se ha metido en una trampa y quiere salirse de allí. Todo esto aderezado con una imaginería religiosa de pacotilla, una fe obscena en uno mismo, estudios psicológicos de alguno de los miembros del clan y unas expresiones que, si Berlanga estuviese entre nosotros, le hubiesen hecho muy feliz, y quizás hubiera rodado otra película más, pese a no desearlo.
¿Las finanzas, empleos, inversiones, activos, de todas las empresas del grupo han estado durante años en manos de esta panda de enajenados? Después del hundimiento de su primera pirámide, Ruiz Mateos ha logrado crear una segunda, al puro estilo Madoff, convenciendo a entidades como el Santander con misas, vírgenes y orantes, y de paso se ha llevado el dinero de bastantes incautos sin que eso le suponga remordimiento alguno….. Sinceramente, hay cosas que hay que leer para creérselas.
2 comentarios:
Me he leído las cartas por encima y como bien indicas, son de flipar en colores. Vale que son privadas y que están leídas fuera de contexto pero apestan a servilismo barato y rancia subordinación al que te puede dar algo que te interesa. ¿Cómo acabará esto?
Pues visto como termino el asunto la primera vez, pinta bastante mal. Queda el consuelo de que, a 50.000 euros el pagaré, no habrá muchos inversores privados involucrados, pero no me gustarí estar en el pellejo de los trabajadores y proveedores del grupo. Sospecho que acabarán trgándose este indigesto y amargo pato :-(((((
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