No es de extrañar que EE.UU. sea el lugar de nacimiento de la pasión por la meteorología y del, permítaseme, friquismo con el tiempo. Y es que la belleza de los cielos que podemos contemplar día a día genera afición en todo el mundo, como es mi caso, pero la violencia desatadas de ciertos fenómenos que se produce en el gigante norteamericano es la fuente de la pasión que se necesita para crear la legión de fanáticos. Allí los huracanes son inmensos, las sequías eternas, las inundaciones infinitas y los tornados no se ni como calificarlos.
Y son esos tornados los que, en su temporada 2011, están causando destrozos y víctimas sin límites. Esta vez ha sido la ciudad de Jopin, Missouri, la que ha sido arrasada por un inmenso tornado que la atravesó como si de un cuchillo se tratase. Los habitantes de esa localidad, de la que seguro no se había hablado nunca desde la muerte de la mítica Janis, contemplan ahora como gran parte de la misma ha sido destruida por completo. El balance de fallecidos supera los cien, cien muertos, y es difícil evaluar las pérdidas que han podido registrarse. Se puede achacar a la debilidad de las construcciones, la mayor parte de madera y poco más, el que la mayor parte de las viviendas hayan sido destruidas, pero es evidente que una potencia como la que desarrolla un tornado de los que allí se han vivido no deja muchas cosas en pie. Esta impactante galería de fotos muestra que el nivel de destrucción alcanzado es, simplemente, total, y puede apreciarse como ha quedado el edificio de hormigón correspondiente a un hospital, cuya estructura ha aguantado, sí, pero sin ninguna ventana intacta y con el interior del edificio probablemente arrasado. Se sospecha que el embudo que atravesó Joplin alcanzó vientos sostenidos por encima de los 300 kilómetros por hora, y aunque se supone que fue muy elevada, no se sabe cuánta era la diferencia de presión existente entre el centro del tronado y las paredes del mismo, pero en todo más que suficiente para generar el estallido de viviendas, refugios y vehículos. ¿Por qué se sabe tan poco de lo que sucede en un tronado? El fenómeno en sí mismo es muy aleatorio y concentrado. A unos cientos de metros de donde se sitúa la boca de ataque del fenómeno hay mucho ruido y viento, pero no más que en una tormenta normal, por lo que es muy difícil que un tornado pase exactamente por encima de una estación meteorológica. Además, si es una estación normal, el tornado la destruirá sin lugar a dudas. Por ello el objetivo de algunos cazatornados y profesionales de la meteorología es introducir medidores en el interior mismo del tornado, para lo que hay que acercarse mucho, jugándose el pescuezo, y contar con la suerte de que el medidor esté en la trayectoria del embudo. Todo esto es muy peligroso, porque fenómenos como el de Joplin pueden hacer volar a los coches y arrojan una enorme cantidad de restos destruidos como si fueran metralla. Es imposible acercarse mucho sin correr riesgos, y sin ello no se pueden aumentar las probabilidades de éxito, lo que da como resultado el peligro continuo y el más que probable fracaso en objetivo de medir lo que pasa en el tornado. La película de Twister jugaba a todo esto, desde una manera algo frívola, mezclándolo con el típico romance que aderezaba un poco la acción. Lo sucedido en Joplin tiene poco de película, nada de romance y mucho de tragedia.
Justo en relación a Twister tuve hace unos años un debate con un muy buen amigo, PBN, que se reía de la película (no, no es buena) diciendo que es imposible que un tornado haga volar vacas o camiones como allí se muestra. Cierto es que, todo sea por las palomitas, la película muestra todos esos fenómenos a la vez y de una manera que hace parecer todo como si se tratase de un videojuego, pero la fuerza de uno de esos tornados sí puede levantar camiones si se encuentran a su paso. Desde luego viendo lo sucedido en Joplin cualquier cosa debió ser posible en los terribles minutos en los que esa fuerza desatada de la naturaleza pasó por allí y arrasó con todo lo que se encontraba a su paso.
1 comentario:
Vale, hay zonas propensas a tornadas.
Es un demonio de la naturaleza y no se puede controlar.
Pero también hay que valorar la mierda de casas que tienen en algunos pueblos de USA. Casas unifamiliares sin cimientos. Casas muy baratas que se plantan (LITERAL) en las parcelas.
Viene el tornado y las hace papilla.
Yo lo he visto en las afueras de Chicago, en New Orleans y otras ciudades. Viene agua, viento, y las hace mierda....
Saludos
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