Cristóbal Montoro, Ministro de Hacienda, sabe mucho de cuentas públicas, impuestos, fiscalidad y otro tipo de materias que le son propias, pero no sabe dar una rueda de prensa. Su comparecencia de ayer, voluntariosa, fue un perfecto ejemplo de desmadre informativo, en el que por momentos el compareciente pierde el control de la sala y la prensa, desmadrada, logra hacerse con el dominio de la situación. En medio de un mundo de comunicados cerrados sin preguntas ayer los periodistas se vengaron delante del primero que les dio la oportunidad. Para la siguiente vez, Cristóbal, di dos párrafos con lo sustancial y que la rueda la gestione otro.
Pero bueno, vayamos a lo importante, que es el valor del déficit público con el que se cerraron las cuentas el año pasado. Un 8,51% fue al cifra ofrecida ayer por Hacienda, claramente superior a la estimación inicial del 8% – 8,2% que se barajaba desde hace unas semanas y en las antípodas del 6% que se comprometió a cumplir el gobierno de ZP con Bruselas en el plan de estabilidad de 2011. Vamos, que nos hemos lucido con respecto a lo que dijimos que íbamos a hacer. La cifra tiene dos derivadas importantes. La primera es descomponer ese 8,51% en factores para saber qué administraciones han aportado más, o se han desviado más respecto a sus objetivos, y es que estos matices son importantes. Pueden verlo en este PDF que les enlazo. Resulta que algo más de cinco puntos de déficit corresponden a la Administración General del Estado, que es la que más aporta, se desvía un punto respecto a lo previsto, cerca de un 20%. Los ayuntamientos pesan poquísimo y se desvían poco. La Seguridad Social se preveía superavitaria y ha acabado con un muy preocupante déficit de dos décimas de punto del PIB, lo que vuelve a poner sobre la mesa la sostenibilidad a futuro del sistema de pensiones, y las Comunidades Autónomas, que se estimaban deficitarias en algo más de un punto porcentual lo han sido casi en tres. Así, de los dos puntos y medio de desviación acumulado, uno y medio corresponde a las Comunidades. Su comportamiento individual es de lo más dispar, con extremos que van desde la Comunidad de Madrid, la única que cumple con el límite del 1,3% hasta Castilla la Mancha, que presenta un 7,3% de dimensiones que podemos calificar como griegas. Todas superan el 1,3%, y cifras por encima del 3% se repiten con asiduidad. Hizo bien Montoro en no cargar las tintas sobre las Comunidades, y presentar un discurso patriótico sobre la necesidad de reducir entre todos el déficit porque nos afecta a todos, pero de las cifras presentadas no hace falta ser un genio para descubrir que el sistema autonómico, tal y como está montado, empieza a hacer aguas a toda velocidad, y que de seguir así las cosas durante un tiempo algunas comunidades serán financieramente inviables. Tres cuartos de lo mismo, pese a que no hay datos publicados por Hacienda, se puede afirmar de muchos ayuntamientos. Sólo aportan el 0,48% del déficit nacional, pero dada la precariedad de sus ingresos corrientes ese volumen de deuda debe estar asfixiándolos sin piedad. La medida de la semana pasada del Consejo de Ministros de obligar a publicar las facturas impagadas trata de poner negro sobre blanco qué supone este déficit a nivel municipal, pero nuevamente la solución se desconoce.
La otra derivada de estas cifras es su papel en la elaboración del presupuesto, de aquí a cuatro semanas, y el objetivo de déficit que allí se prevea, consensuado previamente con Bruselas. El PIB español permite simplificar las cuentas, de tal manera que cada décima del mismo equivale a mil millones de euros, un punto son 10.000 millones, y recortar desde el 8,5% hasta el 4,4% previsto supone, a los teóricos 15.000 millones de recorte efectuados antes de fin de año, sumarles otros 26.000 millones más. En un estado recesivo como el actual es imposible. Montoro ayer no lo dijo, no podía, pero su presentación estaba más dirigida a Bruselas, a exhibir la causa del incumplimiento de lo pactado, que a los medios reunidos en el caserón de Alcalá, y es que la tensa negociación con la UE (léase Alemania) continua….
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