Si ayer me refería a lo que sucede en el seno de la Unión Europea como una partida de póker, o de mus, un símil parecido puede emplearse a la relación que mantiene Irán con la comunidad internacional a cuenta del desarrollo, acelerado, de su programa nuclear. Ayer asistimos a una nueva escena dentro de ese juego, cuando por la mañana Irán anunció que, unilateralmente suspendía las exportaciones de crudo a varios países occidentales, entre ellos España, y a las pocas horas se retractó y dijo que eso no era cierto. ¿Farol? ¿Lucha interna? ¿Juego de nervios?
Lo cierto es que la tensión en la zona no deja de crecer, y la guerra fría que allí se mantiene se está calentando poco a poco, despacito pero sin pausa. Esta semana por ejemplo la batalla que mantienen el espionaje israelí y el iraní ha tenido un nuevo episodio violento. Tras el asesinato de varios expertos nucleares iraníes, a manos sospecha todo el mundo de agentes del Mosad, Irán ha pasado a la contraofensiva y ha tratado de atentar contra personal diplomático israelí sito en sus embajadas de India, Georgia y Tailandia. Fueron los efectos del frustrado atentado de Bangkok, que ocasionó graves heridas a quien lo iba a cometer lo que ha permitido que la noticia salga a la luz, aunque seguramente mucha gente ni se haya enterado. El balance demuestra que, al menos en este tipo de ataques, Israel le lleva mucha ventaja la régimen de los ayatolaes, porque no ha muerto ningún representante de los consulados judíos en los atentados. Ideal, verdad? En este contexto es normal que día sí y día también las webs que anuncian que Israel atacará en primavera crezcan como las flores en dicha estación, y la actitud desafiante del gobierno de nuestro gran amigo Ahmadineyad no contribuye a apaciguar los ánimos. Ayer, junto al amago de corte de suministro, “Ajma” y el resto de su tropa se pasearon ante la televisión oficial visitando otro centro de reprocesamiento de uranio, y presentando al mundo otras tres mil centrifugadoras, diseñadas no para convertir a Irán en una potencia en lo que hace al secado de ropa, no, sino pensadas para seguir aumentando la pureza del uranio y al cantidad reprocesada del mismo. Si como dice el régimen ha superado el grado del 20% de enriquecimiento (el material de una central requiere un 3% y la bomba cerca del 99%) es normal que todo el mundo se pregunte no ya si Irán busca la bomba, sino cuándo va a ser capaz de tenerla. La reacción norteamericana ha sido decir que “Ajma” le ha dado mucho bombo a su visita “científica” de ayer, como queriendo bajar la presión sobre el asunto y tratando de hacer ver que en parte, y es cierto, Irán juega tanto a la propaganda como a la confusión. La posición de Estados Unidos en este asunto es, de momento, incómoda. Embarcado en año electoral, una guerra en el Golfo Pérsico podría ser devastadora para la carrera presidencial de Obama, tanto por presentarse a las elecciones en medio de otra guerra en oriente Medio como por la influencia que tendría ese conflicto en el precio del petróleo y el agravamiento de la crisis que supondría su disparo. Parece que por ahora la Casa Blanca trata de frenar las ansias de ataque de Israel, mostrándole además que no posee los medios técnicos necesarios para acabar con el programa iraní, tal y como lo han protegido los técnicos persas.
En definitiva, un lío de los gordos. Por de pronto el farol de ayer puso el barril de Brent, referencia europea, en los 118 dólares, precio muy elevado, y con un euro a 1,3 dólares y bajando más cuanto más se líe lo de Grecia lo que es seguro es que ya pagamos en el surtidor parte de la tensión que se está cocinando entre Teherán y el resto del mundo. Está por ver al final que plato sale de ahí y a cuánto asciende la factura. Sospecho que el sabor del menú será amargo, y el importe muy elevado, pero aún quedan muchas jugadas hasta llegar a ese punto. Habrá que seguirlas con atención.
Me cojo vacaciones mañana viernes y el Lunes 20. Hasta el martes 21 si no hay sorpresas. Sean felices.
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