lunes, agosto 06, 2012

¡Curiosity ha aterrizado en Marte!!


Fíjense en esas imágenes oscuras, pálidas, en las que es difícil distinguir qué es lo que se está enfocando. Parece la prueba fallida de una cámara vieja, pero poseen un valor incalculable. Son la versión gráfica de la llamada que hacemos a casa cuando llegamos a nuestro punto de destino para tranquilizar a nuestros padres, solo que en este caso la llamada la hace un robot desde millones de kilómetros de distancia, aunque el mensaje es el mismo: “¿Es la NASA? Soy Curiosity, he llegado a Marte y estoy bien. La alegría y el júbilo en Houston y en el JPL de Pasadena deben ser totales.

Ahora mismo cientos, miles de personas que durante todos estos años han trabajado sin descanso para lograr este éxito deben sentirse los más felices del mundo, y orgullosos por todo lo que han hecho, y desde aquí quiero dedicarles un abrazo y darles, a parte de la enhorabuena por su trabajo, las gracias. Si algo hubiera salido mal en la trayectoria de descenso la misión en su conjunto habría fracasado, y el éxito actual se convertiría en fracaso, llantos y rabia, pero el esfuerzo dedicado en todo ese tiempo habría seguido estando ahí, y merecería el reconocimiento igualmente. Ahora todo es alegría, felicitaciones y orgullo, porque se ha logrado una proeza difícil de imaginar. Colocar sobre la superficie de otro planeta lo que sea es algo tan difícil que cunado empiezas a leer cosas sobre ello y todo lo que puede salir mal te entran ganas de dedicar tus esfuerzos y dinero a jugar a la lotería. Y a medida que las misiones se hacen más y más complejas las dificultades crecen. Ya comenté el pasado viernes que las dimensiones de Curiosity, del tamaño de un coche, hacían de la entrada en Marte un proceso sumamente complejo y peligroso, lleno de etapas clásicas, como el uso de paracaídas, y de innovaciones como la grúa sky crane que parecían más propias de un visionario que de un departamento de ingeniería. Un fallo en cualquiera de las fases, en esos siete minutos que transcurrían desde la entrada en la atmósfera marciana hasta tocar la superficie, y todo se hubiera ido al traste. Pues todo ha salido a la perfección, el programa automatizado ha hecho exactamente lo que de él se esperaba y ahora mismo, YA, Curiosity está sobre su seis ruedas en el fondo del cráter Gale, a millones de kilómetros de distancia de aquí. Es fascinante, cuesta creerlo, y resulta maravilloso poder escribir esto casi a la par que está sucediendo. Ahora mismo Internet es un hervidero de fanáticos, apasionados e ilusionados soñadores que ven como una nave espacial humana llega a otro planeta y se posa sobre él. No tengo acceso ni a twitter ni a facebook en el trabajo, así que no puedo comentarlo, pero me imagino que miles de comentarios correrán por esas redes, y otras, contando la experiencia del momento. Ya ayer la expectación era máxima, y prueba de ello es que la web de la NASA TV se ha colapsado por la afluencia de internautas que querían ver en directo la primera imagen de ese amartizaje. Ahora, minutos después de haber sido publicada, esa foto circular que mañana debiera ser portada de todos los periódicos de papel del mundo llena blogs, portadas de diarios digitales y miles y miles de espacios. ¡¡Lo hemos conseguido!!

Ahora viene una parte aburrida de la misión. Curiosity tiene que autochequearse, ver que todo está en orden tras el viaje y al abrupto descenso, calibrar sus instrumentos y tras ello empezará su programa de trabajo en el planeta. La potencia del instrumental con el que carga, algunos de ellos de diseño y elaboración española, garantiza cientos, miles de horas de investigación exhaustiva como nunca se había podido desarrollar con anterioridad. Aquí tienen un detallado resumen de qué es lo que puede hacer y va a investigar el robot. En fin, abramos el champán y disfrutemos, porque hoy, en medio de la desolación que vivimos en nuestro día a día económico y social, tenemos algo muy grande e importante que celebrar. Esto es histórico!!!!!

4 comentarios:

peich dijo...

gracias por sugerir mundos fuera del nuestro y dejar aparcada la economía por un ratín.
que tengas muy buena semana

David Azcárate dijo...

Pues si la de ayer te gustó, la de hoy te encantará, jeje gracias a ti

peich dijo...

cierto, cierto, cierto

peich dijo...

cierto, cierto, cierto