miércoles, febrero 08, 2017

Se calienta el mercado inmobiliario en Madrid

Ayer, hablando con una compañera de la oficina que empieza a plantearse el comprar una vivienda en Madrid, y dejar el alquiler en el que reside ahora mismo con su marido e hijo, muy cercano al trabajo, volvimos a caer en la cuenta todos los que hablábamos sobre el tema de cómo están subiendo nuevamente los precios de alquileres y compra en Madrid, tras años de desplome. Cierto es que la zona en la que está mi lugar de trabajo es de las muy caras, y los pisos en este barrio además son de un tamaño medio muy grande, pero el fenómeno de la subida de precios se está generalizando en toda la ciudad. Si en su entorno se habla de ello y de la posibilidad de lanzarse al mercado, ahí tiene el signo inequívoco de que las cosas se están animando.

Varios son los indicadores de precios que reafirman esta sensación, especialmente en lo que hace al alquiler, que sube más que la propiedad. Sólo en el pasado mes de enero el aumento en los precios de las rentas fue de un 1,84%, un dato que deja atrás al IPC interanual, del 3%, y a la bolsa, que empezó enero con ganas pero que se está desfondando (ayer volvimos a pérdidas anuales). Esto hace que el negocio del alquilar vivienda sea de lo más lucrativo en un entorno en el que la demanda de alquileres no deja de crecer tras el derrumbe inmobiliario y la mala prensa que posee la compra en ciertos sectores de la población. Pero también la adquisición de pisos empieza a coger vuelo. Las ofertas rompedoras de hipotecas a tipo fijo han convulsionado un mercado acostumbrado al variable, que es de lo más rentable para el comprador con el euríbor en negativo como nos encontramos ahora mismo, pero que siempre tiene el riesgo de lo que pueda pasar en el futuro. Frente a ello, las hipotecas fijas suponen una carga segura hoy, mañana y en el futuro, y pese a que salen más caras inicialmente, aportan un valor de fiabilidad que ha convencido a muchos a lanzarse a por ellas. Los carteles de “se vende” o “se alquila”, que hace pocos años se pudrían en oscuras habitaciones de interior vuelven a asomarse en balcones y alféizares, y si uno llama a esos teléfonos se dará cuenta de que no es el único que lo ha hecho. Empiezan a verse grúas en el panorama de la ciudad, tímidas, pero que destacan en medio de los eriales en los que se convirtió el mundo de la construcción hace unos pocos años. ¿Se está cocinando una burbuja o algo similar? Creo que es muy precipitado y exagerado usar esos términos. Tenemos que tener en cuenta que venimos de años “extraños” en los que el mercado inmobiliario se derrumbó de una manera tan estrepitosa y profunda como dolorosa. Cualquier aumento que parta de esa inexistencia de compraventas que se dio en los años dolorosos adquirirá unos porcentajes de crecimiento muy elevados. Quizás hacia donde nos encaminamos es a la normalización del mercado, sin los extremos disparados de la burbuja ni los páramos del desplome, pero una normalización a medias, en todo caso. Tengan en cuenta que les estoy hablando de Madrid. En Barcelona y otras zonas de interés el fenómeno de subidas de precios también se da, pero en gran parte del país esta noticia no tiene sentido alguno, porque el mercado sigue depresivo. Los stocks de vivienda construida hasta el 2010 – 2011 se agotarán en breve en las zonas “calientes” sí, pero perdurarán mucho tiempo en amplias extensiones de España, que sí fueron afectadas por la burbuja (¿hubo algún punto del país que se libró de la misma?) por lo que realmente nos encontramos ante un mercado dual, de zonas que renacen frente a zonas que siguen deprimidas. Pero en todas ellas se quiere, poco a poco, volver a una situación estable, en la que las transacciones sean habituales, ágiles y la competencia entre propiedad y alquiler, intensa, aplaque ambos mercados.

Además, en este 2017 entrarán en marcha varios “frenos” que debieran moderar las ya citadas subidas de precios. Parte de los vientos de cola que animaron mucho la economía española en 2016 cesan, en especial el regalo de la bajada de los carburantes. Pero sobre todo, los continuos reveses de la banca con las hipotecas (clausulas suelo, costes de escrituración, etc) van a provocar una subida de los precios de las hipotecas, sobre todo vía diferenciales y mayores tipos fijos, que frenará a algunos compradores. ¿Será 2017 un año de estabilización de precios? Quizás, aunque visto lo visto a ver quién se arriesga a hacer predicciones sobre cualquier cosa.

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