miércoles, mayo 09, 2018

Trump rompe el pacto nuclear con Irán

Con Trump no funciona la seducción. Me temo que lo único que le va es el impulso y el sexo duro. Hace unos días comentaba cómo Macron había desplegado todas las habilidades francesas, que en este campo son inmensas, para atraerse a Trump a su terreno y lograr concesiones, bien económicas o geoestratégicas, y el mantenimiento de EEUU en el pacto nuclear iraní era uno de los objetivos que buscaba el presidente francés. Posteriores vistas a la Casa Blanca de Merkel y Boris Johnson, ministro de asuntos exteriores del Reino Unido, trataban de lograr lo mismo. Todos han fracasado. Trump dio la razón a la presentación de powerpoint de Netanyahu de la semana pasada y ayer, en un discurso muy duro, anunció la ruptura del acuerdo.

El acuerdo con Irán, suscrito en 2015, levantaba las sanciones económicas que acorralaban al régimen de los Ayatolas a cambio de la renuncia a su programa de enriquecimiento de uranio, que ellos vendían para uso civil, y que ninguno dudaba que era para otros fines muy distintos. Fue firmado por los países más relevantes del mundo, encabezados por EEUU, China y Rusia, sabedores de que una escalada nuclear en oriente medio es la receta perfecta para el desastre global. En la zona sólo Israel posee el arma atómica, y el enfrentamiento constante entre Irán e Israel hace que la idea de que los dos estén dotados de semejante armamento sea demasiado loca. Así mismo, la disputa eterna entre el chií Irán y la suní Arabia Saudí implica que si uno se hace con la bomba el otro la conseguirá, y entonces…. El acuerdo buscaba, sobre todo, ganar tiempo, retrasar en lo posible una carrera armamentística que, quizás, sea inevitable, en la esperanza de que la estabilidad regional y la prosperidad económica fruto de la inexistencia de sanciones aportasen crecimiento y estabilidad a la sociedad iraní y con ello una esperanza de mejor futuro. Los pocos años transcurridos desde la firma del pacto han alumbrado un nuevo mundo, aunque quizás no el esperado por muchos. Irán es, con la ayuda de Rusia, el gran ganador de la guerra regional de Siria, sus milicias de Hezbolá controlan el Líbano y los resortes del poder en Damasco, Irak es, en la práctica, un aliado tan estrecho como acorralado, y la fuerza militar de DAESH está casi liquidada. Tres años después Irán es mucho más fuerte de lo que era, y los vecinos suníes e Israel están cada vez más alarmados. Sus voces, sin duda, han presionado mucho a Trump para que rompa el acuerdo y mande una señal de dureza al régimen de Teherán, para tratar de contenerlo. ¿Es la estrategia adecuada? Creo que no. Esta decisión puede tener muchas implicaciones, casi todas malas, tanto para la imagen de EEUU en el mundo como para la estabilidad de la zona, pero lo que supone, desde luego, es un argumento para los más duros del régimen de Teherán, que siguen tratando de hacerse con el control del país frente a los moderados. La rúbrica de Trump de ayer es una traición a esos moderados, que lograron con el acuerdo mostrar a su país que era posible una vía de entendimiento con occidente que les permitiera alcanzar la prosperidad que demanda la población iraní, tremendamente joven y con un bajo nivel de vida. Ahora los radicales pueden decir en alto que occidente no es de fiar, que traiciona a Irán, que ofrece algo pero que, a las primeras de cambio, lo retira, que no es alguien en quien se pueda confiar. Es darles un argumento de peso. De hecho es deprimente que haya sido precisamente EEUU, el forjador del pacto, el que se haya retirado del mismo, cuando muchos suponíamos que, de romperse, lo haría por el díscolo extremo iraní. Pero claro, no contábamos con Trump….

De entre las miles de piezas que se ven afectadas por la decisión de ayer, algunas bailan en la península coreana. A pocas semanas del encuentro entre Trump y King Jon Un, ¿cuál es el mensaje que lanzó ayer Washington? ¿Es fiable su firma en un acuerdo nuclear? ¿Sirve lo de ayer para meter miedo al dictador norcoreano de cara a la negociación o le muestra que ese procedimiento no es fiable? ¿Compensa renunciar a un arma, que Corea del Norte ya tiene, cuando el país más poderoso del mundo cambia de opinión como una veleta y no respeta los acuerdos internacionales que suscribe? La decisión de ayer, a mi modesto entender, es un grave error, y no soy capaz de imaginar cuántas consecuencias puede llegar a acarrear.

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