jueves, septiembre 18, 2025

La FED baja los tipos en EEUU

Ayer, cumpliendo previsiones, la FED, el Banco Central de EEUU, bajó los tipos de interés, un 0,25% Es la primera bajada desde hace mucho tiempo y, probablemente, vaya seguida de recortes similares en las próximas reuniones de la institución. Uno de los miembros del FOMC, organismo colegiado que dirige la institución, votó a favor de una rebaja mayor, del 0,5%, pero al final el deseo de este acérrimo partidario de Trump no se cumplió y el descenso estuvo dentro de lo esperado. La reacción de los mercados fue bastante insulsa, con unas caídas suaves tras conocerse la decisión que acabaron siendo bastante contenidas. Hecho muy descontado, por lo que parece.

En su comparecencia, Powell, el presidente de la FED, uno de los personajes a los que Trump más manía tiene, afirmó que la decisión de reducir los tipos venía motivada por las señales de desaceleración en el mercado laboral y por la, por ahora, contención de la inflación. El nuevo escenario económico en el que nos ha situado la política trumpista altera gran parte de las certezas que teníamos hasta hace no demasiados meses, y nos obliga a todos a revisar datos y posiciones. Por la parte de los precios, su contención es el primer mandato de la FED, es de esperar que los aranceles se traduzcan en subida, pero por ahora son leves. Se ha producido un efecto de acopio de importaciones en los meses que transcurrieron desde el anuncio de las tarifas y su puesta en marcha, por lo que hay stock acumulado a precios no tasados que va a sostener ligeramente los precios durante un tiempo. Además, hay empresas que, por ahora, están internalizando la subida de precios, de tal manera que no la trasladan por completo al consumidor, pero eso es algo que, se supone, será temporal. Por ahora, en todo caso, la presión inflacionista es moderada, dentro de un orden, pero Powell sabe que no se le puede desmadrar. Lo que sí ha empezado a dar señales contractivas es el mercado de trabajo, con unos niveles mensuales de creación de empleo mucho más discretos, y la creación de empleo es el segundo mandato de la FED (no es así en el BCE y resto de autoridades monetarias, centradas sólo en la inflación). Powell achacó está debilidad en los datos laborales a tres posibles causas, todas ellas muy interesantes. Una general, debida a la posible ralentización de la economía por la acumulación de incertidumbres fruto de las erráticas políticas de Trump (esto último, la causa de la incertidumbre, es cosecha mía) y eso frena las contrataciones. Un segundo motivo es el freno a la llegada de inmigrantes, por las agresiva políticas de control de la inmigración en frontera y las redadas que se han producido en varios sectores y regiones. La inmigración es determinante en muchos sectores de baja cualificación e intensivos en mano de obra, pensemos en muchas labores relacionadas con la industria agroalimentaria, y el freno a la entrada de inmigrantes drena la oferta laboral, que la demanda de las empresas no logra cubrir. Esto se puede acabar traduciendo o en caídas en la producción o en aumento de los costes, o en ambas, por lo que también actuaría como freno del crecimiento económico general. El tercer factor que mencionó Powell tiene un carácter más prospectivo e incierto, pero es muy relevante. Se refirió a los primeros datos sobre le impacto de la IA en el mercado laboral y el aumento detectado de despidos en sectores de media y alta cualificación. Frente al caso anterior, la IA es capaz de suplir algunas labores que se desarrollan en oficinas y centros de trabajo de alto nivel, y eso, aunque aún es un fenómeno en ciernes, empieza a ser relevante. Hace unos días un artículo en prensa mencionaba que las Big Four, las cuatro grandes auditoras internacionales, estaban empezando a frenar la tradicional contratación de “juniors” al inicio del curso porque la IA empezaba a realizar algunas de sus funciones. El cómo se va a desarrollar esta tendencia es algo bastante desconocido y de un enorme interés.

Powell sigue al frente de la FED, pero sabe que su mandato, asediado por Trump, agoniza, y que en cuanto pueda el magnate va a colocar a un títere que le baile el agua y haga todo lo que se dicte desde la Casa Blanca. En su defensa de la independencia de la institución frente al acoso gubernativo, Powell debe combinar las acciones técnicas propias de su profesión y trabajo con un perfil sereno pero combativo. Sabe perfectamente que la credibilidad de la institución que todavía preside es una de las principales bazas con las que cuenta para que sus medidas sean efectivas. Y es que, en cierto modo, los bancos centrales hacen algo de magia.

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