Este fin de semana he visto dos muy buenas películas, cosa que es de agradecer dado el desorbitado precio al que se ha puesto esto del cine. 6,40 euros, más de 1.000 de las antiguas pesetas, y eso sólo la entrada, nada de palomitas, refrescos, etc... A estos precios hay que empezara pensarse lo de ir al cine, y si vas, desde luego se debe escoger muy bien la película. Al menos esta vez creo que he acertado. Vi “Crash” reciente ganadora del Óscar a la mejor película, y “Syriana”, por la que George Clooney ha sido premiado con el Óscar al mejor actor secundario. Como he dicho, las dos me han parecido muy buenas y, juntándolas con la de “Buenas Noches y Buena Suerte” creo que componen una curiosa trilogía muy actual sobre la realidad de los Estados Unidos, como se ve parte del imperio así mismo.
Y la conclusión es que no se ve nada bien. “Crash” ofrece una visión de Los Ángeles horrorosa, llena de conflictos raciales, violencia, desesperación, inseguridad, miedo y angustia. Frente al centro urbano, poblado de rascacielos, oficinas y poder (que sólo es posible intuir en la última imagen, con “Stereophonics” como pocas veces se ha usado en el cine) toda la película se desarrolla en suburbios más o menos acomodados, en los que la vida plácida y tranquila brilla por su ausencia. Comparaba al ver la película la imagen de mi barrio aquí en Madrid (Moratalaz) no de clase alta, precisamente, pero sí un remanso de paz y sosiego en el que se puede pasear de día o de noche sin temores, y me daba envidia vivir aquí.... Por otro lado “Syriana” ofrece, frente a la anterior degradación interior del país, la degeneración de su política exterior y de alto nivel (financiero, legal, diplomático, etc) por el dominio y control del petróleo, el maldito oro negro que tiene acogotado a occidente y esclavizado a todo el resto del mundo. La imagen de corrupción en las altas esferas, de degradación de las sociedades árabes, y la maldad que todo lo invade es inmensa, mancillando el honor de familias, príncipes, abogados, senadores, empresarios y de todo lo que se ponga por delante. Lo que le dice el personaje de Matt Damon al jeque árabe (hace 100 años no erais nada y dentro de 100 seguiréis sin serlo) y la frase del ejecutivo sobre la necesidad de la corrupción al abogado son demoledoramente ciertas. Asimismo, el proceso de captación de jóvenes para las redes de Al Queda y el final rememorando el ataque al destructor SS Cole es terrible, pero muy ilustrativo.
Frente a ellas, “Buenas Noches y Buena Suerte” intenta contraponer la decencia del individuo, la defensa de sus convicciones morales frente a los poderes y la adversidad, que no dejan de enseñar en todo momento su lado oscuro, y muestra como el espíritu con el que se creó la nación americana puede aún hacer nacer héroes que intentan luchar por su libertad y (sobre todo) por la de los demás. En definitiva, tres visiones muy distintas, reales y actuales de una sociedad que, para lo bueno y lo malo, es nuestro referente, y que de una manera especialmente aguda, exponen, critican y destapan sus vergüenzas (que son muchas y muy grandes) con un gusto y estilo admirable, que para si quisiesen los miles de europeos que no dejan de meterse con ellos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario