martes, mayo 16, 2006

Pirámides para desayunar

Aprovechando que ayer era festivo en Madrid ciudad, y con las ventajas que da un fin de semana de tres días, puede levantarme un Lunes sin prisas ni agobios, y aproveché la mañana para ver las tertulias políticas de la tele, especialmente “La Mirada Crítica” de Tele5 y “Ruedo Ibérico” en Antena3. No voy a hablar aquí de su contenido, aunque la actualidad está más que sustanciosa, sino de algo que rodeaba a estos programas por todas partes, cada vez que cortaba y emitían anuncios. La publicidad a estas horas es un mundo desconocido y no tiene pinta de ser muy bonito.

De cada cuatro anuncios tres (por lo menos) eran del siguiente formato. Sale una persona, casi siempre mujer, que, agobiada por sus problemas financieros, llama a alguna de las empresas publicitadas, que le ofrece, en un corto plazo de tiempo, cantidades que oscilan entre los 3.000 y 6.000 euros, y no sólo el dinero, sino también la confianza, seguridad, cariño y abrazo de un líder europeo en la materia (todos son líderes). Se supone que, junto a todo eso, le entregarán también unas cestas para poder depositar los enormes intereses de semejantes préstamos, pero, como no, el anuncio no decía nada de eso. Y ante semejante bombardeo me preguntaba yo si esos negocios son legales, si están regulados por alguna norma, sino será mañana cuando descubramos que empresas de ese tipo son intervenidas por estafar a la gente como en el asunto de los sellos. Y aunque fueran legales, ¿sabe alguien al cantidad de intereses que tiene que pagar para devolver el préstamo? ¿es consciente la gente de que se está empantanado aún más? El que se dirijan a mujeres, muchas de ellas amas de casa a esa hora de la mañana y, generalmente, no muy dotadas de recursos económicos, hace más sangrante aún el panorama de latrocinio que se esconde bajo esos futuros tan esperanzadoramente prometidos.

Por que luego ya se sabe. Todo el mundo estaba enterado de que todo era un timo, pero pese a ello ni lo denunciaban ni huían con sus ahorros. También está la versión contraria. Nadie sabía nada, y todo parecía legal, y de eso pueden hablar mucho todos los gobiernos que se han forrado con el desfase urbanístico de Marbella (cuando yo compre mi pisito en Madrid pagué impuestos a todo el mundo, ¿quién se ha llevado el dinero de los impuestos ilegalmente cobrados por las 30.000 viviendas ilegales de Marbella?). En fin, una crisis financiera al quinquenio y no aprendemos.

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