Parece un noticia principios de la década, en medio de la vorágine de Internet, pero no. Google, nuestro santo y querido Google, se ha gastado 1.300 millones de Euros en comprar el portal de Internet YouTube, famoso por contener millones de vídeos divertidos, hilarantes, bromistas o de cualquier otro tipo, elevados a Internet y al estrellato por millones de usuarios que los hemos visto y disfrutados. Éxitos como el de la canción de “Amo a Laura”, el reciente robo del escaño de Zapatero en el Congreso, o las superventas de El Koala y su “Opa” (todo tiene que tener su reverso oscuro) han sido los casos más sonados en España.
Para celebrarlo con propiedad, los creadores de este portal, Chad Hurley, Steve Chen han colgado su propio video explicando el porqué de la venta y que les parece a ellos el precio pagado. La verdad es que muy tristes no se les ve, no. Y quién lo estaría después de embolsarse semejante cantidad de dinero. La historia de estos dos personajes es muy típica, pero no deja de ser sorprendente. Trabajadores de empresas informáticas, vieron que era complicado pasarse los vídeos de sus vacaciones o aficiones por correo electrónico o similar, dado el volumen de los archivos, y se les ocurrió en un garaje de California (donde, sino en un garaje soleado) un sistema de fragmentación de archivos de vídeo, y que podían montar un portal donde subirlos y visionarlos vía web, a una baja resolución, y todo libre. El boca a boca funcionó y el éxito ha sido fulgurante. Todos hemos visto montones de extractos de archivos, famosos o no, y la página se ha convertido en una especie de canal de televisión alternativo autogestionado por el usuario, que busca entre sus más de cien millones de archivos lo que más le interesa. ¿Dónde está el negocio en todo esto? ¿De dónde se saca el dinero? De donde siempre, de la publicidad, de los enlaces y banners de los patrocinadores, y por lo visto es una forma de captar mercado lo suficientemente interesante para que los de Google, una de las empresas con más visión del mundo, hayan aflojado suficiente cantidad de dinero como para marearnos a cualquiera. ¿Quiere ser millonario? Pues estos locos por el video ya lo son, y de VERDAD.
¿Podría haber nacido YouTube en un garaje, o lonja de Chamberí, Madrid, o Ibarra, Elorrio, o en un taller en Villanueva de las Peras, Zamora? En teoría sí, por técnica y acceso a la red sí, pero al final es curioso ver que todas estas cosas triunfantes siguen naciendo donde siempre, en California y sitios similares. ¿Por qué? Quizás porque hay una tradición en el desarrollo de la innovación que hace que las ideas surjan, pero yo creo que hay dos factores que, por su dificultad de implantar con dinero, debiéramos copiar, porque los de la tecnología son igualables. Uno es el de la imaginación, básica para crear cosas como estas, que no existían antes (son totalmente nuevas, no se basan en cosas antiguas) y otra es el valor, la capacidad de decir.. Venga!!!!, porque coño no lo hacemos???? Y si sale mal, a otra cosa!!!!! Ya sabemos que si sale bien el premio puede ser suculento. ¿Qué haría usted con 1.300 millones de euros en su bolsillo??
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