Menudo jaleo que se ha organizado con el debate de TVE1 sobre las elecciones al ayuntamiento de Madrid, en el que, con idéntico formato al celebrado hace una semana en Telemadrid, participaron Ángel Pérez de Izquierda Unida, haciendo el papel de ausente, Miguel Sebastián, por el PSOE, en el papel de denunciante anónimo y Alberto Ruiz Gallardón en su papel de ente áureo y deslumbrante. La acusación de Sebastián, implicando a Gallardón en al operación malaya, tratando de paso de destapar lazos íntimos de la vida privada de Alberto ha sido muy comentada y criticada por todo el mundo, incluidos sus “compañeros” del PSOE.
La verdad es que no se de que se asombra el personal. Sebastián es un hombre oscuro y gris, encantado de haberse conocido, y que muy probablemente practique una suerte de onanismo compulsivo cada vez que se mira al espejo. Aunque muy sólido en su formación intelectual, con un prestigio y cualidades docentes intachables, y de eso tengo pruebas de primera mano porque una compañero mío de trabajo fue alumno suyo, su irrupción en la política pasará a la historia por ser el más que probable colofón de una desgraciada cadena de sucesos que han dejado al PSOE en Madrid sumido en una situación vergonzosa. Hace cuatro años Trinidad Jiménez, Trini la de la chupa, hizo una campaña seria, honesta y sólida, pero no pudo ganar ante Gallardón (y quién es capaz de hacerlo en España, me pregunto?). tras varios años en la oposición municipal, se le concede una Secretaría de Estado en el Ministerio de Asuntos Exteriores y se la hace desaparecer. Entonces empieza el baile de nombres, futuros candidatos, incluso se organizan rifas y tómbolas a ver quien se va a llevar el marrón de ser el jefe de la oposición en el Ayuntamiento de Madrid. Al final ZP, angustiado, se saca a Sebastián, el amigo que dirigía su ya muy oscura oficina económica de Moncloa, y lo presenta como la salvación del PSOE en Madrid, en medio de la cara de sonrojo de Simancas y de al militancia local. Los pocos que le conocían se agarraron la cabeza, pero el sentimiento unánime de casi todos fue, pero ¿éste quién es?, ¿de donde sale?
Y mira por donde que resulta salir de un negociado especializado en la difusión y falsificación de informes para derribar a dueños de empresas con los que mantiene enconos personales desde hace tiempo. Estas acusaciones son lo bastante graves como para que Sebastián recapacitara su papel político, pero este país lo aguanta todo, y el individuo permanece al ataque, ahora pasándose al lado del tomate y usando para su lucha armas de muy corto alcance y capaces de salpicar mucha ponzoña. Ahora todo el mundo sabe quién es Sebastián, y de donde sale, y la venta de gorros y asideros de manos para auparlas a la cabeza se dispara en Ferraz y en el PSOE, donde ven como la antología del disparate, el culmen de la incompetencia política, aparece todos los días en la pantalla.
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