Vamos a analizar algunos resultados electorales en pueblos del País Vasco que tienen cierta enjundia. Me fijaré en tres: Uno de Vizcaya, Abadiano, y dos de Guipúzcoa, Lizarza y Elduain.
En Abadiano, siete mil habitantes, sito entre Elorrio y Durango, han ganado los independientes, cinco concejales, frente a los cuatro obtenidos por ANV y los cuatro del PNV, siendo éste le tercer partido en número de votos. Desde tiempos inmemoriales Abadiano ha estado regido por el PNV y por Javier Uriarte, que han sido lo mismo. Un individuo con pinta de señor absoluto, típico regidor de pueblo pequeño, cuya imagen no se me olvidará tras asistir a la comunión de mi primer sobrino, dado que mi hermana vive allí. A la salida de misa los niños bailaban en la plaza, pero no hacia el pueblo o los familiares, no, sino frente al alcalde. Y éste, sentado en un sillón, ofrecía una estampa berlanguiana de caciquismo triste y antigua a más no poder. Aquello no era la imagen de un servidor público, no, sino de un público al servicio de uno. En mi opinión, muy merecida derrota del PNV.
Lizartza, Guipúzcoa, quinientos habitantes, es la localidad natal de Joseba Egibar, dirigente del PNV, que ganó la alcaldía hace cuatro años. Hostigado por las tropas batasunas, ilegalizadas del todo en aquella ocasión, acabó por diluirse en el Ayuntamiento y no presentar candidatura en esta ocasión. Dado que allí ANV sí ha sido ilegalizada, la única lista válida era... la del PP. El resultado es de risa: 154 abstenciones, 142 blancos (la recomendación del PNV), 186 nulos (los de ANV Batasuna) y 27 votos al PP, que se hace con los 7 concejales del Ayuntamiento. Qué curioso, verdad??? A ver quienes son los valientes del PP que se atreven a asistir a los plenos en ese ambiente. Otra pregunta sería si la actitud de ANV, con sus votos nulos, ha sido la más correcta para sus intereses.
Y la respuesta es que sí, pero por los pelos, porque hay un caso que riza el rizo. Elduain, 200 habitantes. Nuevamente, en esta localidad, y en virtud de las ilegalizaciones y del miedo, la única lista presentada era la del PP. Los resultados son, con una abstención de 87 personas, 83 votos nulos (ANV), 24 votos en blanco (PNV) y un único y solitario voto al PP, que hace que se lleve los tres concejales del Ayuntamiento. Pero ese solitario voto (fíjese el lector que ni los tres concejales de la lista del PP se votaron a si mismos, porque seguramente sean de fuera del País Vasco) representa el 4% de los votos válidos, y creo que la Ley Electoral no considera válidas las elecciones si las gana un porcentaje de votos válidos menor del 5%. Eso quiere decir que en Lizartza, de haber votado en blanco ANV, el PP habría bajado del 15,9% al 7,6%. Seguiría en la alcaldía, pero por los pelos. Y todo esto es lo que algunos denominan “normalidad democrática”. Para salir huyendo, como habrán hecho los del PP (ya algunos más) el Lizartza o Elduain.
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