viernes, agosto 24, 2007

Arte moderno

Maldita Sea!!! Se levanta uno de la cama tan tyarquilo,e n una mañana nubosa que anuncia bellas tormentas y espectáculo, pone la tele y se encuentra con que ETA ha puesto un coche bomba en el cuartel de la Guardia Civil de Durango, causando dos heridos y destrozos en los alrededores. En la cuesta de Montorretas, la salida de Durango a Elorrio, donde si no he pasado miles han sido millones de veces. Otra vez volvemos a la misma porquería de siempre, por culpa de una cuadrilla de iluminados. Ya no sólo es deprimente el tiempo en el País Vasco.

Y hoy tenía pensado hablar de arte...... pues lo voy a hacer, que narices, al menos estos no van a causar destrozos en esta página (de momento). Este pasado Miércoles visité las exposiciones temporales que aloja ahora el
Museo Thyssen. Las tenía pendientes, pero vino una visita relámpago y aprovechamos para verlas. Son bastante distintas entre sí, pero muy recomendable ambas. A la que va más gente es a la de Van Gogh, motivo por el que las entradas se venden por horas, y cogimos a las 22:00 (el museo en Julio y Agosto abre hasta las 23:00). Es una recopilación de sus últimas obras, y de otros contemporáneos y amigos suyos, producidas en los escasos dos meses que pasó en el pueblo de Auvers-sur-Oise, muy cercano a París, antes de su suicidio. La otra exposición, que concita menos público y se puede ver sin limitación de horario, está dedicada al pintor fotorrealista Richard Estes. Algo había visto yo de este hombre, pero al visita del Miércoles supuso todo un impacto, tanto para mi como para mis acompañantes. Estes dibuja, retrata, calca la realidad en sus cuadros y la hace aún más real que la vida misma. Especializado en imágenes urbanas, encandilado, como no podía ser de otra manera, por Nueva York, sus cuadros reflejan la realidad y llenan de brillos, matices, sombras y luces el lugar en el que se encuentran. Hay tres o cuatro vistas de Times Square, tomadas desde Broadway y la Séptima Avenida que son deslumbrantes. También son bellísimas sus composiciones de tiendas, escaparates y esquinas callejeras, que consiguen hacerte sentir la sensación de que estás allí, paseando por las calles y viendo una tienda de verdad, no ya un mero decorado. La verdad es que la exposición de Estes será una de las cosas más bonitas que he visto en museos desde hace mucho tiempo, superando incluso a la soberbia exposición de Patinir que ahora cuelga el Museo del Prado, mano maestra del paisaje que también desconocía y ahora admiro.

Sin embargo, toda esta belleza hoy no será portada de las noticias, no. Lo serán los destrozos, los cristales rotos y las ventanas arrancadas en Durango. Además no me va a hacer ninguna gracia ver todo eso, porque justo en los bloques sitos frente al cuartel, unas casas de los años cincuenta, modestas y más bien ajadas, vivían mis abuelos maternos, y muchas son las veces que, cuando era niño, iba allí con mis padres, a Montorretas, de visita. Desde su balcón se veía el pabellón de Estancona, la cuesta y el cuartel. Hoy quizás sobre ese balcón sólo haya polvo y cristales reventados..... Definitivamente, se acabó el verano.

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