jueves, agosto 02, 2007

Campos de oro (Sting era un visionario)

Resulta que esa metáfora que se suele hacer habitualmente que asocia al oro las interminables extensiones de los campos de castilla, repletos de cereales crecidos, va a dejar de ser un juego de palabras y convertirse en realidad. Se anuncian subidas serias, de hasta un 20%, en el predio de alimentos básicos tales como el pan, e indirectamente la leche y los huevos. Lo primero es lógico, pero que les afecta a los segundos una subida en el precio de los cereales? Pues que los piensos agrarios se ponen por las nubes, y las vacas y gallinas no suelen padecer de anorexia.

Pero por qué suben los cereales? Hasta hace pocos años se dejaba oír una queja que señalaba que el cultivo de secano era ruinoso, y que los campos de cereal era mejor que se quedaran yermos para no perder tiempo y ahorros en ellos. Las causas principales parecen ser dos. Por una lado el éxito de los biocombustibles obtenidos a través de la fermentación de los cereales, especialmente del maíz, trigo y cebada. La tendencia a imponer porcentajes de combustible ecológico como aditivo de la gasolina hacen que sea muy codiciada la producción,
sobre todo con un petróleo a los psicodélicos precios en los que está. Por otro lado se encuentra la otra causa que, a parte del cambio climático, lo explica todo en este mundo. Los chinos (pruébenlo en cualquier discusión sobre un tema con los amigos, aludan que es el calentamiento global o los chinos la causa de, por ejemplo, la falta de aparcamiento en el barrio y seguro que todo el mundo asiente convencido). Pues bien, los chinos no sólo crecen económicamente, sino que también comen, y demandan productos basados en unos cereales que o bien no producen o no lo hacen en la cantidad adecuada. Es decir, dos nuevas fuerzas aparecen tirando de la demanda casi al unísono, y los precios, como en todo buen manual de economía, suben parta ajustarse ante este empuje de la demanda. Esto son las explicaciones técnicas y de fondo que un economista puede dar sobre porqué suben los precios. La cuestión es si eso se refleja en un 20%, un 8% o pi/3, y ahí la respuesta es más complicada. No sería de extrañar que al calor de las justificaciones la empresa metan márgenes adicionales más o menos generosos que, sobre todo en productos de primera necesidad y por ello de demanda muy inelástica (la gente reduce su consumo de leche a una velocidad mucho menor a la que esta incrementa el precio). Además septiembre es un mes de subidas en casi todo, aprovechando el despiste de la gente a la vuelta de las vacaciones. Te dan dos corticoles y tres sablazos, y a veces incluso sonríes.

Los que sí es probable que se vean beneficiados por todo esto son los agricultores. A ver si es verdad y podemos empezar a recortar las enormes e improductivas subvenciones que se dan al campo, que absorben al mayor parte del presupuesto de la Unión Europea en ese agujero llamado PAC, y que están formando unas generaciones de jardineros públicos, no de agricultores. Lo cierto es que de seguir la demanda este camino mucho tiempo va a haber que cambiar la letra de aquella clásica canción de misa y dejarla algo así: Una espiga dorada por el sol / el tallo que corta el segador / se convierten ahora en gasolina de motor / en el cuerpo y la sangre del tractor.

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