Ayer fue un día muy oscuro en Wall Street. Tras varios días de alzas basadas en expectativas poco consistentes, el mercado se la dio, cayendo un 2,75% hasta los 13.270,68 puntos. En Europa la situación tampoco fue mucho más optimista, aunque el Bies moderó sus caídas y cerró con una pérdida del 1,11%, siguiendo con es tónica de los últimos meses, consistente en encadenar subidas directas con caídas abruptas, generando un gráfico de sierra pirenaica no apto para cobardes. Dicen los expertos que estamos en un gran movimiento lateral, pero a mi esto más me suena a bandazo que a movimiento, Veremos a ver.
Y a que viene la caída de ayer??? Principalmente al riesgo de que el desplome del mercado inmobiliario norteamericano acabe arrastrando a las entidades financieras y, de allí, al resto de la economía. ¿Les suena? Justo con lo que se lleva amenazando que va a ocurrir en España desde hace ya algún tiempo. Es cierto que el mercado inmobiliario en EE.UU. lleva en descenso varios meses, tanto en venta como en precios, cosa que aquí aún no ha ocurrido de manera firme, aunque hay claros indicios que anticipan un comportamiento similar. Además, allí las hipotecas han sufrido un exceso de lo que se denomina ingeniería financiera. Se han puesto en circulación productos de riesgo vinculados a hipotecas (los llamados “subprime”) que funcionan muy bien cuando todo va bien, pero que en caso de derrumbe amplifican las pérdidas. En el caso español no se han usado estos instrumentos, aunque sí locuras como las hipotecas a 50 años, y lo cierto es que si un sector es sólido en España ese es el bancario. Muchas veces he dicho que los únicos que saben si realmente va a haber un derrumbe del mercado inmobiliario son los bancos, precisamente, porque ellos tienen todos los datos de las personas a las que han concedido las hipotecas, saben hasta que cantidad de cuota pueden aguantar los pagos y pueden hacer cálculos del tipo “cuanta gente me deja de pagar y se convierte en morosa si el Euribor sube un 0,5%”. No creo que aquí lleguemos a una situación de impago generalizado, entre otras cosas porque hemos montado un espantajo de economía dependiente en exceso del ladrillo, y su derrumbe acarrearía consecuencias desastrosas, así que más nos vale que no ocurra eso.
Pero síntomas de ralentización los hay. Los carteles de venta de pisos cada vez duran más, y empiezan a hacerse compañía en los portales, los índices de morosidad suben, y lo refleja la prensa de una manera poco calar aún, pero empieza a mencionarlo, pero donde sí he visto que hay un cambio de tendencia es en el nuevo anuncio de Polaris World. Ayer lo vi por la tele y sale el individuo de siempre, ofertando sus resorts murcianos al mismo precio que antes del verano diciendo “pague por su casa lo que realmente vale, no se deje engañar” o algo similar. Madre mía, si los de los complejos veraniegos empiezan así es que a lo mejor lo del parón del mercado va muy en serio...........
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