martes, febrero 24, 2009

La dimisión de un ministro

Pues sí, ayer dimitió Mariano Fernández Bermejo como Ministro de Justicia. Reconozco que el título que le he puesto a la entrada de hoy es una contradicción en sí misma. En España no dimite nadie, pase lo que pase, y resulta que ayer un alto cargo se fue. Más bien podíamos pensar que “fue echado” por su jefe, para evitar que los daños que empezaba a causar la actitud chulesca de Bermejo ante las críticas as su cacerías y modales fuesen a más en medio de dos campañas electorales. En todo caso lo de ayer no fue nada habitual....

Tenía que ser un 23 de Febrero, día en el que en España suceden cosas poco habituales, por así decirlo. En la entrevista a la que fue sometido ayer ZP en Antena 3, en la que, por cierto, Gloria Lomana le hizo sentirse incómodo y le dio poca tregua (como debe ser con todos los políticos) ZP afirmó que el gesto de Bermejo le honra, pero que él no tenía intención de destituirle. Es una declaración obligada, porque sino el dimisionado queda en muy mal lugar, pero huelga decir que ZP estaba hasta arriba de la arrogancia y chulería exhibida por Bermejo estos últimos días. Más allá de su nefasta gestión en el Ministerio de Justicia, que se ha saldado con la primera huelga de jueces de la historia, resulta incomprensible que un alto cargo público cace sin licencia y se entere en televisión de que así ha sido. Y desde luego esa foto rodeado de cuernos de animales muertos, con un juez al fondo y un jefe de la policía en el horizonte tiene un aspecto que hace remover las tripas, recuerda eras afortunadamente pasadas, de compadreo entre poderes del estado, en aquel caso más bien de sumisión ante el único poder de un triste caudillo. El personaje ya estaba a los pies de los caballos, y era cuestión de tiempo de que le arrollaran. Ayer mismo el coro de voces dentro del PSOE que criticaban su actitud crecía por momentos. José Bono se desmarcó del Ministro, y Patxi López, aterrado ante la contaminación que todo esto empezaba a suponer para su campaña electoral también se puso claramente en contra. En definitiva, y sin apoyos, Bermejo no tenía otra salida, y cuanto antes la ejercitase mejor para él, el partido y el gobierno.
El nuevo Ministro se llama Francisco Caamaño, un señor que durante los últimos años ha sido Secretario de Estado para Asuntos Constitucionales. No tengo ni idea de cual es su bagaje, ni de donde proviene ni nada, entre otras cosas porque esto del mundo judicial para mi es un enorme misterio, tanto en su funcionamiento como en su forma de trabajar. Tiene ante sí unos retos enormes. Por de pronto abordar el tema de la huelga de jueces, que vuelve a estar convocada para junio, y esta vez por todas las asociaciones judiciales. No se como, pero va a tener que establecer unos cauces de negociación con ese colectivo para intentar evitar otra situación como la vivida hace dos semanas, que resultó incomprensible para todo el mundo.

A ver si Caamaño tienen también suerte en lo referente a la modernización de la justicia. En esto lo tiene difícil, porque siendo justos, ningún Ministro de Justicia de este gobierno del PSOE y los pasados del PP ha hecho nada al respecto. Todos han dejado que eso se pudra entre los papeles y retrasos inacabables, y así, desde hace muchos años, la justicia es uno de los servicios públicos peor valorados por los ciudadanos. Lo dicho, a ver si Caamaño lo hace bien. Desde luego le espera una colección de “marrones” que da miedo.....

No hay comentarios: