Si recuerdan les avisaba el Miércoles que había que estar atentos a las noticias del viernes, porque últimamente los viernes son los días apasionantes, mientras que el resto “sólo” son muy interesantes. Y no me equivoqué, aunque si nos ponemos puristas es cierto que dije que cuando la bolsa estuviera cerrada sucederían cosas, y pasaron con la bolsa abierta, y fueron suficientes para cerrarla del todo. ¿No tienen la sensación de que cada vez hay más problemas? Parece que vivimos en una orgía de Murphy.
El protagonista del viernes fue Hungría, que anunció al mediodía que está mal, muy mal, mencionando las palabras malditas “como Grecia” y eso hundió las bolsas, el euro y disparó el riesgo de España y de su deuda. A lo largo del fin de semana han salido a la palestra varios miembros del gobierno húngaro para desmentir lo de la crisis a la griega, diciendo ahora que no están tan mal, lo que vuelve a mostrar lo perdidos que se encuentran los dirigentes de los países en medio de esta situación. Hungría no pertenece al euro, pero el hecho de su anunció debilitó a la moneda única hasta llevarla al 1,20. No está entre los PIGS, pero sus declaraciones nos dejaron a los miembros de tan selecto club aún más hundidos en el lodo. Así no es de extrañar que se espere con miedo cualquier noticia que surja a lo largo de la semana. Las reuniones del Ecofín en Bruselas son vistas como conferencias de guerra y se espera de ellas acuerdos similares a los tratados de paz del siglo XIX. En España la huelga de funcionarios de mañana y el último intento de acuerdo por parte de patronal y sindicatos en su reunión del miércoles sobre la reforma laboral serán estudiadas por sesudos analistas que residen en lugares que ni imaginamos, y a saber como interpretan los signos que ven. En este ambiente no es de extrañar que crezcan teorías conspiratorias y cábalas oscuras, y cobren un protagonismo, que yo no se lo doy, reuniones como la club Bilderbeg, celebrada en Sitges esta semana. Desde luego si eso era el lugar donde se fraguaba una conspiración era la primera vez en la historia que se hacía rodeado de periodistas y protestas. Curioso club privado y misterioso, cuyo lugar de reunión y asistentes son conocidos por todo el mundo desde semanas antes. No, el mundo es mucho más complejo de lo que nos creemos, y pese a que haya individuos y organizaciones poderosas que pesen mucho a la hora de crear acontecimientos y tendencias, su poder cada vez es menor, porque la tecnología está diversificando cada vez más el poder, tanto entre agentes como regiones. Sospecho que ha hay más millonarios en China que en Europa, y todo eso se nota en el funcionamiento de un mundo cada vez más amplio y complejo. Los viejos sistemas de gobernanza se muestran incapaces de resolver los problemas a los que nos enfrentamos, y de hecho poco a poco aparecen como un problema en sí mismo. ¿Y qué tiene que ver todo esto con Hungría? Pues que un anuncio en un pequeño país de escasa relevancia económica puede provocar un terremoto a unas finanzas endeudadas hasta las cejas y con los nervios a flor de piel. Los acreedores están nerviosos en todas partes, y los deudores cada vez tienen más pinta de insolventes, y eso crea muchas tensiones.
Todo esto lo único que me confirma es que la situación ya se ha descontrolado y, definitivamente, escapado de las manos de los dirigentes de los gobiernos, que tratan como chamanes de hacer plegarias y sacrificios ante una realidad que ni entienden ni parecen asumir. Tarde o temprano algún país caerá en quiebra, y el nombre de ese país lo usaremos para bautizar a esta crisis de deuda, como usamos el del quebrado Lehman para denominar a la crisis financiera cuando sólo era la fruta más podrida de un cesto muy turbio, como ahora lo será….. cuál es su apuesta????
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