Tenía que llegar. Esta maravilla que usamos todos los días llamada Internet tiene unas posibilidades infinitas, y en el mundo de los negocios cada día descubrimos alguna nueva. Su extensión ha permitido llenar el carro de la compra desde la oficina, hacerse con los libros más raros del mundo a través de un click y dar nueva vida a los agricultores que, desde sus granjas, puede vender productos recién recolectados en unas condiciones de precio, calidad y márgenes comerciales que nunca hubieran logrado por los canales de distribución habituales.
Pues bien, Internet ha llegado al mundo de la ropa. Si fue Zara la primera que anunció la posibilidad de comprarse ropa en la web, han sido El Corte Inglés y Mango os primeros, que haya visto, que han creado una página para la elección de prensas y su compra. En el caso de El Corte Inglés tenemos catálogos de publicidad, un blog de tendencias y un probador virtual que es donde realmente vamos a escoger las prendas sobre un modelo, masculino o femenino. Por lo que he podido ver la cosa aún está un poco verde y las opciones de vestir y desvestir son lentas y a veces generan resultados extraños (es más fácil dejar al modelo con el torso al aire que con una chaqueta puesta. Además el surtido de piezas aún no es muy amplio. Sin embargo los de Mango sí han organizado una web que, sin ser perfecta, muestra lo que sería un probador virtual de verdad. Su portal de acceso está dominado por una imagen, femenina en este momento, que da acceso a la tienda. En esta tienda virtual sí empezamos a ver un despliegue de menús complejo y completo. Tras selecciona hombre o mujer, uno puede clasificar las prendas según colecciones, tipos de prenda, tallas y precios. Los tipos de prensa son muy amplios, y tras escoger uno de ellos, por ejemplo cazadoras femeninas, se muestra en la parte central de la pantalla un muestrario de todas las disponibles, y en la sección derecha una ampliación de la imagen de una de ellas, que varía en función de cual de las mostradas en el catálogo seleccionemos. Sobre la imagen detallada se especifican las tallas disponibles y las gamas de colores para ese producto, con el precio de la combinación escogida. Realmente en este caso no vestimos a un maniquí virtual, sino que escogemos las piezas que componen su vestuario. Supongo que habrá algún enlace para ver el resultado de combinar distintas piezas, pero lo cierto es que los enlaces funcionan rápido y las imágenes tienen un tamaño que permite hacerse una idea bastante acertada de cómo es realmente la prenda. Se puede ver también la etiqueta del producto, su composición e instrucciones de lavado y planchado. Si nos lo queremos comprar, lo seleccionamos, y como en cualquier otra tienda virtual, vamos haciendo un pedido con todas las piezas que deseemos. Realmente es fácil navegar por los menús y, aunque no está disponible todo el catálogo, resulta una aproximación muy buena a lo que podemos encontrarnos en la tienda, y desde luego sirve para hacer descartes, elecciones previas y coger ideas de cara a la compra final, sea virtual o real.
Sin embargo la compra de ropa por Internet se enfrenta a una serie de problemas complejos, como el hecho de no poder probarse un producto que sí es íntimo y necesario catar antes de pagarlo. Y un aspecto que estas webs no resuelven es el de las dimensiones. Una cazadora cheapp2 talla L de 109 euros negra, ¿cuánto tiene de cintura y caderas? ¿Cómo encaja en el cuerpo de una persona? Sin contar con que para cada marca las tallas son distintas, sería deseable poder poner en alguna parte las medidas de uno y ver como ajusta la prenda en cuestión, para saber si hay que recortar mangas o piernas de los pantalones, pero como primeros esbozos la verdad es que prometen mucho.
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