El Vaticano siempre es fuente de jugosas noticias. Esta semana ha salido en prensa con motivo de una interesante exposición en la que muestra parte de sus secretos, especialmente documentos, muy relacionados con hechos históricos de importancia como el juicio a los templarios o a Galileo Galilei. Ahora que el boom de las novelas pseudohistóricas ha remitido del todo es cuando el Vaticano se anima a sacar a la luz documentos que podrían haber hecho aumenta mucho más aún las ventas de bodrios como El código DaVinci y demás, mostrando de paso que la historia real puede ser tan sugerente como la ficción, sino más.
Y una muestra de esto último son las cada vez más frecuentes noticias que se publican tanto sobre el estado del Papa Ratzinger como el deterioro que está sufriendo el entramado vaticano, en medio de intrigas y acusaciones de un calibre cada vez más preocupante. YA hace pocos meses deduje que Benedicto XVI ha empezado el ocaso de su pontificado desde el momento que usó una plataforma con ruedas para moverse por la Basílica del Vaticano al no poder andar como es debido. La imagen del Papa, subido al armatoste, mostraba su decadencia física de una manera indudable. ¿Empieza el principio del fin de su pontificado? Parece que así lo han entendido algunos cardenales de la curia, que viendo su debilidad, y aprovechando el revuelo que han originado algunas de sus últimas decisiones, en especial las referidas a la persecución en serio de los causantes de los abusos sexuales, han pasado a la ofensiva. Hay varios artículos que describen lo que parece una auténtica batalla en el seno del Vaticano por los puestos, los cargos y las influencias, en un entorno de papado menguante. Es normal que en todo entramado humano haya celos y rivalidades, y si una de los grupos dominantes empieza a caer pronto surgirán otros que traten de ocupar su puesto, porque el poder es tan natural que, como esa madre, aborrece el vacío. Sin embargo es chocante que conflictos aparentemente tan intensos y sórdidos se produzcan en el Vaticano, donde en teoría debieran estar la margen de todo esto. Sin embargo la vida real es como es, y en pocos lugares del mundo la intriga y la conspiración alcanzan el refinamiento que se produce en los alrededores de San Pedro. O así era al menos hasta ahora, porque ese relato en el que un cardenal cuenta un supuesto complot para matar al Papa y usar esa información como arma arrojadiza frente a otros no es sino un recurso burdo donde los haya para, más digno de la comisión ejecutiva de un partido que de una organización como el papado. Cierto es que en los ochenta se puso el listón muy alto (mejor, muy bajo) en lo que hace a intrigas y corruptelas. La imagen de Roberto Calvi, gestor del banco Ambrosiano, ahorcado bajo el puente de Blackriars de Londres puso la nota trágica y espectacular al escándalo, en sordina hasta entonces, que se cernías sobre las finanzas vaticanas, a través del denominada Instituto para las obras de la religión, el llamado banco vaticano, al frente del cual estaba un arzobispo que adquirió mucha notoriedad por aquel entonces. Se llamaba Paul Marcinkus, y quizás ese nombre sí que les suene a muchos de ustedes. Todo lo que entonces se supo, y lo que no, dejaba a las claras la existencia de tramas corruptas que, pasando por San Pedro, afectaban a todo el estado italiano, a través de la llamada logia P2. Aquello era una bomba, y como tal estalló y se llevó a mucha gente por delante.
¿Estamos ante un caso similar? ¿Qué hay de cierto en los rumores y qué es exageración? Difícil decirlo, dad la opacidad con la que se trabaja de muros cardenalicios hacia dentro, pero la sensación de que Ratzinger está controlado por la curia y que no está nada cómodo es algo que siempre he tenido presente, y que ese control y agobio va a más parece fuera de duda. Quizás sea la propia salud del Papa la que nos sirva, de momento y a falta de más datos, de medida de lo que allí está pasando. Si vemos a Benedicto XVI más ágil será muestra de que controla la situación, pero cuanto más postrado y apagado esté menos poder tendrá y más crecerá la conspiración a su alrededor.
2 comentarios:
Es normal que en todo entramado humano haya celos y rivalidades
Perdón...Mea culpa...Le he dado a la tecla sin terminar de decir...¡¡¡ qué terrible esto de los celos y las rivalidades y el poder y la gloria ¡¡¡
Publicar un comentario